Amada amante \\ Adrienette ♡

Rencor y amor

Han pasado dos semanas desde que Marinette y Adrien se comprometieron. El joven Agreste habia ido a casa de los Dupain Cheng quienes como siempre lo recibian con cariño, desde que eran adolescentes en la escuela, sin embargo esta vez Adrien no iba para jugar un videojuego con Mari, sino para expresar sus intenciones de casarse con ella.

-Tus padres no han cambiado, princesa- Adrien mira con nostalgia la casa de su novia y recordando años atrás cuando fue a practicar para el torneo de la escuela.

-Y creo que nunca lo harán- suspira ella, abrazada a él.

Estaban preocupados a pesar de la decisión que habian tomado. Adrien habia renunciado a la casa Agreste y a su fortuna para quedarse viviendo en un pequeño departamento cerca a los Campos Eliseos mientras su novia habia sido despedida de su trabajo por culpa de Lila y se habia vuelto dificil encontrar empleo.

- Amor, tengo tanto miedo del futuro... si nos casamos ¿como viviremos?- pregunta la menor.

-No sè pero haré todo lo que pueda para mantenerte bien y segura conmigo.- Adrien abrazó a la timida azabache.

-Deberias hablar con tu padre-

-Esa persona no tiene nada que ver conmigo- Adrien baja la mirada -Te trató mal y me usó para su propia conveninecia-

-Aun asi es tu papá- la menor le sonrie-El te ha cuidado desde pequeño y te dio un hogar, no le tengas rencor-

-Pero...-

-Vamos, no querrás que le pasara algo y no puedas decirle que lo quieres-

-Pues la verdad no...-

-Vamos, tienes que hacer las paces con él. No es bueno guardar rencor, tú eres el único que se perjudica y la otra persona sigue viviendo su vida, yo misma he logrado entender esto con el tiempo.-

Marinette suspiró y tomó la mano de Adrien.

-Cuando era adolescente fui una niña inmadura y rencorosa. Traté mal y humillé a muchas personas, juzgé a Kagami, no queria entender a Chloé y la odiaba por quitarme a Luka pero he aprendido que no sirve de nada odiar... es doloroso y te llena de recuerdos horribles-

Adrien miraba sorprendido a su novia. Estaba bastante intrigado y curioso por su cambio repentino, aunque sabia bien que Marinette no era rencorosa. O al menos eso pensaba antes de ser su amigo.

-Cada vez que me hablas, dices cosas muy bonitas- Adrien toca su cabecita -Te amo porque tienes tanto amor para dar y sabes aconsejar a los demás, gracias macarrón-

Ambos rieron.

(...)

-Jean Pascal... ¿Dónde se metió Luka?-

-No lo sé señorita, el joven dijo solamente que iba a comprar las cosas para el bebé pero no me dijo a que tienda iba-

-Como sea, lo llamé y tiene el teléfono sonando... ¿Quién se cree?- Chloé tiró el celular enojada al sillón rosa del hotel.

-Cálmese señorita, recuerde que tiene 8 semanas y no puede exaltarse-

-Gritaré todo lo que quiera... es mi hotel, no el tuyo Jean Martin!-

-Mi nombre no es...- el mayordomo iba a responder pero el timbre suena y sale a abrir.

-Señor Couffaine al fin... la señorita está furiosa con usted- el de traje se hace a un lado.

-Ya llegué... gracias por cuidarla Jean...me demoré porque tenia que conseguir algo importante para la banda- Luka pone las compras en un mueble- No te preocupes por Chloé ya se calmará-

-Al fin llegaste Luki-boo -Chloé portaba un vestido amarillo decorado con mariposas.

-Hola mi reina- Luka se acercó y le dió un suave beso en la frente -Hola principe o princesa...- besó la pancita de su chica- Ya quiero verte pequeño-

-¿Cómo pudiste hacerme esto? No he dejado de vomitar y comer, no le dijiste nada a Jean Pascal y te fuiste!- Chloé se puso a llorar en sus brazos.

-Lo siento de veras, reina- Luka saca las compras de la bolsa- queria darte una sorpresa, por eso no avisé y llegué tarde-

-¿Otra vez viste a la panadera?-

-¡Claro que no!-

-Eso espero-

-Bien Chloé, ahora debemos comer algo y más tarde te daré tu regalo... por favor llamarás a tus padres y a Zoé... yo traeré a mi mamá y a Juleka-

-Eres tan misterioso a veces- Chloé sonrie con algo de ironia -Como digas Luki-boo ahora ayudame a servir la cena-

-Otra vez fideos instantáneos con camarones y limonada con galletas-

-Es lo único que sé cocinar, pero tranquilo que Jean Pascal y papi me han traido la cena para ahora-

-Bien, vamos a cenar- Luka siguió a la Bourgeois hasta la cocina, en la suite de hotel que compartian.