No soy tan mala [Jensoo G!P]

3.- La chica pastel

Jennie

Era lunes, segunda hora de la mañana, pero parecía ser la décima de lo aburrida que estaba. Miré las ecuaciones del encerado y suspiré.

No quería anotarlas, pero tenía que hacerlo. Cuando terminé de escribir esa tortura en forma de ecuación busqué con la mirada a mi amiga.

Ahí estaba, Sana, con su melena rosada color pastel y jugando con su lápiz. Ella también detestaba las clases de matemáticas con el señor García.

...

Mientras estaba en mi mundo, a mitad de la tercera hora, algo golpeó con suavidad mi hombro. Miré mi regazo y vi una bola de papel. La agarré y la abrí.

"¿Qué pasa por tu cabecita, JenJen?"

Al leer ese tonto apodo que me puso solté una sutil risa y rápido me puse a escribir una respuesta para esa chica pastel.

"Pues todo y nada. Todo lo que abarca la nada y nada de sentido que todo guarda. "

"Por favor, filosofía es mañana, guárdate eso para el señor Sánchez."

"Tan señor no es, a penas tiene 22 años, Sana. "

"Cómo sea, tengo que preguntarte algo. "

Al leer lo último levanté mi mirada de la hoja y miré a mi amiga algo confundida. Ella sonriente se encogió de hombros y miró la hoja en mis manos.

"Dispara, yo ya estoy muerta. "

"¿Really girl? Bueno, a lo que iba. ¿Te gusta Jisoo? "

Mis mejillas se encendieron como un faro y cerré la hoja rápidamente como acto reflejo. Sentía mi corazón ir más rápido de lo normal y volví a abrir la hoja.

"No, no, no y no. "

"Ya claro, por eso esa reacción ;). "

"Sana, lleva casi 4 años jodiéndome. "

"Y la semana pasada te dejó las bragas como un río y cada vez que la ves por los pasillos te tiemblan las piernas, no me jodas, Jen. "

Como se terminó la hoja la rompí y tomé otra de mi cuaderno, empezando a escribir mi respuesta esperando que mi amiga entrase en razón.

"Me pongo así porque me molestaba en los pasillos. "

"Y ahora quieres que te meta mano en los pasillos, JAJAJA. "

"SANA, definitivamente estás mal. "

"Sigues sin responder mi pregunta. "

Estaba a punto de contestarle pero sonó el timbre del recreo. Salvada por la campana. Rompí también esa hoja y me levanté rápido buscando huir de clase de cualquier forma.

Crucé a prisas el marco de la puerta. Giré un momento la cabeza al oír a Sana llamarme y al hacerlo choqué con alguien. Estaba a punto de caerme pero esa persona agarró mi cintura.

Las cosas cayeron al suelo. Yo seguía algo confusa mirando las manos que me sujetaban. Eran grandes y sus brazos estaban cubiertos por las mangas de una chaqueta de cuero.

-Vivimos en el mismo apartamento, ¿Fuera de el no nos conocemos? -la voz de Jisoo se hizo presente- es de mala educación no dar las gracias cuando alguien te ayuda.

-Y es de mala educación humillar a alguien durante años en el instituto. -le respondí de forma cortante.

Jisoo

La miré detenidamente. Ella alzó la mirada encontrándose con la mía. Por unos segundos me di el gusto de apreciar ese tono miel en su mirada. Salí de mi trance y aclaré mi garganta para evitar la situación.

-Como sea. -dije soltándola y agachándome a recoger sus cosas.- Toma. -se las di de mala gana y seguí caminando hacia el interior de la clase.

-Gracias... -dijo en un tono casi inaudible logrando una pequeña sonrisa por mi parte.

Tras unos pocos pasos más termino frente a la joven chica de melena pastel. Le dediqué una sonrisa y ella hizo lo mismo. Me acerqué un poco más quedando a pocos centímetros.

-¡Jichu! -me nombró la rosada con ese estúpido apodo.

-Hola, Chicle. -le dije en tono burlón.

-No me digas así. -dijo rodeando mi cuello con sus brazos.

Sonreí con ternura y tomé su cintura pegándola a mi cuerpo. Me devolvió la sonrisa y le aparté un mechón rosado de la frente dejando su perfecto rostro despejado. Era realmente hermosa.

—¿Puedo preguntar qué pasa aquí? – la voz de Jennie se hizo presente a nuestro lado.

—¿A qué te refieres JenJen? –le dijo de forma incrédula la rosada chica.

—El hecho de que estéis ligando en mi cara, a eso me refiero. –respondió de forma seca su contraria.

Sana y yo nos miramos tras esa respuesta. Tratamos de aguantar la risa, pero tras unos segundos estallando en carcajadas. La castaña se quedó perpleja por nuestra reacción.

—JenJen, Jisoo es mi prima. – dijo Sana separándose de mí.

Las mejillas de Jennie comenzaron a tomar un tono rosáceo por la vergüenza. Sonreí al ver su reacción y me acerqué a ella con tranquilidad. Tomé sus hombros y me agaché quedando a su altura.

—Linda escena de celos, Gatita. – le susurré de forma ronca para después abandonar la clase.

Caminé hasta mi taquilla. Me detuve frente a ella y la abrí para sacar mi equipación del equipo de baloncesto. Me detuve un momento y vi a una estudiante entrar al lugar donde se encontraban mi prima y Jennie.

La castaña salió al notar la presencia de esa chica rubia. Estuvieron hablando de algo pero no pude oírlas. Cuando terminaron la conversación, Jennie le besó la mejilla de una forma tan dulce que hirvió la sangre.

Se separaron y la rubia pasó detrás mía. Es de mi equipo. La seguí con la mirada y cuando giró la esquina no pude contenerme más. La rabia rompió la barrera de mi autocontrol.

Cerré la taquilla con fuerza. Apoyé la cabeza y segundos después empecé a puñetazo limpio con la lámina de metal. Puñetazo tras puñetazo, uniendo el metal y jodiéndome los nudillos. Llamando la atención de algunas estudiantes.

—¡¿Qué coño miras?! – le grité a una canija que se me quedó mirando.

Me separé de la taquilla y con paso rápido fui a mí apartamento. Notaba que la sangre me fundía las venas y la ira me cegaba. Estoy tan harta de esa gente. De esa puta gente que quiere joderme.

Entré en el apartamento y cerré la puerta con fuerza. Me senté en el sillón apretando los puños. Tensé el cuello y grité, grité como nunca antes. La frustración se apoderó de mí. Me jode tanto querer reclamarla mía y no poder.

Bueno mis amores, aquí tienen nuevo capítulo. Disfruten y den mucho apoyo.🍃✨

                                                        —J.J. 🍃