𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ ℴ𝓃𝒸ℯ

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" It took me a while to understad that the moon isn't the furthest love can go "

Un mes había pasado casi como un borrón para ambas chicas, la fecha del estreno del baile que iban a presentar se acercaba por lo que los ensayos eran más largos y más agotadores, Tzuyu y Sana prácticamente no tenían tiempo para estar juntas fuera del estudio baile, tenían que conformarse con hablar por teléfono o por mensajes porque salían tan tarde de los ensayos y la menor debía trabajar y no podía quedarse por más tiempo. 

Obviamente Tzuyu extrañaba tener cerca a Sana, le mataba por dentro tener que ver a la otra chica llegando a los ensayos cada vez más cansada y con oscuras ojeras, también había bajado notablemente de peso y eso era alarmante para la chica pelinegra, pero no podía hacer nada, solo pedirle repetidamente que se cuidara y comiera bien cada vez que hablaban. 

Sana le aseguraba que lo hacía pero Tzuyu sabía que no era así, estaba consciente de que la chica rubia de ojos encantadores prefería descuidar su salud con tal de dedicarse a tiempo completo a los ensayos y a su trabajo. 

Ya eran las 8 de la noche y todos seguían ensayando, a Tzuyu ya le dolían los dedos por haber tocado el piano por más de 8 horas y no quería ni imaginarse como estaban los pies de Sana, aunque por su rostro contraído y su ceño fruncido sabía que no la estaba pasando muy bien tampoco.

La chica más baja llevaba una camiseta negra manga larga que le quedaba un poco grande y se deslizaba ligeramente por sus hombros revelando sus clavículas sumamente marcadas por lo delgada que estaba, pero a pesar de lo cansada y hambrienta que se encontraba no había disminuido ni un poco su destreza al bailar. 

Pero Tzuyu sabía que algo malo estaba pasando cuando Sana, fue elevada por su compañero como se supone que debe, se aferró a el por los hombros y se tambaleó un poco hacia atrás, la chica pelinegra en ese momento dejó de tocar y observó con terror como el pequeño cuerpo de la menor caía inconsciente en el suelo del salón. 

De inmediato se levantó de donde estaba sentada y fue hasta donde Sana arrodillándose junto a ella y sosteniendo con cuidado su rostro entre sus manos, las mejillas de la chica más bajo estaban completamente pálidas y su nariz estaba sangrando de manera abundante. 

Tzuyu se alarmó aún más y buscó con la mirada a su madre agradeciendo mentalmente cuando vio como ella se arrodillaba frente a ella con expresión preocupada

— Tenemos que llamar a una ambulancia ahora – Dijo la chica pelinegra de manera casi desesperada y sintiendo como sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas. 

— No, se demorarían mucho en llegar es mejor que la llevemos nosotras – Respondió YoonA pensando en las cosas en frío y Tzuyu agradeció que ella estuviese ahí por eso. 

Así que cargó el ligero cuerpo de Sana entre sus brazos notando con tristeza como esta estaba mucho más liviana que antes y se levantó siguiendo a su madre hasta su auto ignorando todas las miradas curiosas de los demás que estaban puestas en ellas.

Como pudo sacó las llaves de su auto del bolsillo de sus pantalones y se las tendió a su madre antes de sentarse en los asientos traseros sosteniendo aún con más fuerza el cuerpo inconsciente de Sana contra su pecho. 

YoonA manejó lo más rápido que pudo y en menos de 10 minutos ya estaba estacionando frente al hospital, Tzuyu se bajó casi corriendo del auto y se dirigió hacia la recepción siendo recibido por una enfermera que vio con sorpresa y reconocimiento a la chica entre sus brazos

— ¡ Oh, Dios mío ! ¿ Sana está bien ? – Preguntó preocupada sosteniendo la mano de la menor. 

Tzuyu pensó que era obvio que la conociera porque Sana trabaja ahí en las noches — No lo sé, simplemente se desmayó y su nariz comenzó a sangrar – Informó sintiendo como un nudo desagradable se formaba en su garganta. 

𝐋𝐀 𝐁𝐀𝐈𝐋𝐀𝐑𝐈𝐍𝐀 𝐘 𝐋𝐀 𝐏𝐈𝐀𝐍𝐈𝐒𝐓𝐀  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora