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Judie:

—Scott, no es necesario esto...—Pido tirando de su mano y con vergüenza, pero él me tiene muy bien sujeta.

No puedo creer que hiciera esto.

—Sí que lo es, Ninfa.—Al final yo me dejo llevar por él y ambos ingresamos a la joyería.

Me suelta la mano para acercarse a la mujer detrás de la vitrina, quien lo reconoce enseguida y le da la bienvenida. Me doy la vuelta y me acerco a las otras vitrinas, visualizando los collares y también diferentes anillos y aretes.

—Judie..

Me acerco a Scott y a la mujer, quien lleva una cinta métrica y extiende la mano.—¿Puedo?

Trago saliva y le entrego la mano, ella toma cada una de mis medidas y luego, añade:

—¡Que suerte! Tengo los anillos de compromiso perfectos para su medida.—Abre la vitrina y se agacha a buscar, sacando varias cajas de terciopelo se ubica sobre el vidrio.

—Quiero el más caro.

Me giro y el solo me sonríe. La mujer se pone de pie.

—Estos son los anillos más caros, Señor Bramston.

Me giro al escucharla. Scott sonríe.—¿Alguno que te guste?.—Me pregunta y todos son hermoso, y caros.

Su sonrisa crece y el responde por mi.—Quiero este...—Me mira.—Judie...

No quiero que malgaste el dinero, aunque se bañe en él.

—No es necesari..

—Bañado en plata con una incrustación de diamante.—Menciona la mujer sacando el anillo de la caja de terciopelo azul.

Parpadeo.—Perdón... ¿Dijo diamante?

Ella sonríe asintiendo con la cabeza. Me giro enseguida hacia Scott y vuelvo a negar.

—Scott, no es neces...

—Claro que lo es.—Me interrumpe..—Aunque un anillo no es suficiente para demostrar lo mucho que vales para mí.

Ella lo quita de la cajita y se lo entrega a Scott, quien me extiende la mano. Suspiro y no se lo niego, aunque la palabra Diamante me cause pavor.

—Entro exacto.—Menciona la vendedora con emoción, feliz de que Scott lleve el anillo y del sueldo que obtendrá con esta compra.

—Scott..

Y la mujer interviene.—Señorita, déjese consentir, yo me sentiría muy afortunada de tener a un hombre tan atractivo y rico dándome estas atenciones.

Junto las cejas al escucharla, Scott se ríe y yo le doy una mirada fulminante antes de acercarme a el como una novia celosa.

—Llevaremos este.—Añade el aguantándose la risa y le pellizco el brazo.

La señorita llena un formulario, mientras la mano de Scott va a la mía, acariciando el anillo con su pulgar.

Me sonríe y me olvido de mis celos, recordándome que seré la esposa de Scott Bramston.













(***)








Luka estaciona el coche frente a la fundación y no anuncia que hemos llegado, con una sonrisa me vuelvo hacia Scott, quien me tiene sujeta de la mano desde que salimos de casa.

Sonrio.—¿Te comportaras?

—Si él no me provoca lo hare, pero si se acerca a ti, no me contendré.

Somos Arte (#1 Bellas Artes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora