Mystic Falls, hogar de lo sobrenatural, un lugar donde habitan, vampiros, hombres lobo, brujas y los originales.
Todo empezó con la llegada de los hermanos Salvatore, eso ocasiono un sin fin de acontecimientos.
Pero todo termino de estallar con la l...
Elijah seguía en su lugar mirando hacia todos lados con la esperanza de verla de nuevo, pero no había nadie y por un momento creyó haber alucinado, pero se sintió tan real que no podría creer qué solo fuera una alucinación.
Rendido por no haber encontrado nada comenzó a caminar de nuevo al grill a tomar un trago, en el camino divisó una pequeña pulsera blanca estaba en el mismo lugar donde los dos chocaron, la tomo y guardo en su bolsillo.
Cuando llego se sentó y pidió una botella de bourbon y comenzó a tener vagos recuerdos de ella.
—Flashback—
Elizabeth se encontraba sentada en el jardín de la mansión Mikaelson, admirando las rosas que el noble Elijah ha cuidado con tanto esmero.
Cuando sintió una presencia acercándose a ella y no había necesidad de voltear para saber quien era, los pasos de los dos hermanos eran inconfundibles para sus oidos.
— Son muy hermosas sus rosas — dijo una vez que el noble se sentó al lado de ella
— ¿Realmente lo cree? — pregunto mirando al frente igual que ella
—Si, y su jardín es muy hermoso trasmite tanta paz — lo miro — Uno puede relajarse
Él negó con una sonrisa en la cara — Si lo mismo pienso yo
— Cuénteme un poco mas de su familia — dijo, él la miro con el ceño fruncido — Digo si no es molestia, cada vez que le saco el tema a Nik lo evita a toda cosa
— Mi familia es un poco complicada — dijo en un suspiro
— Toda familia es complicada Elijah — ella dijo con tranquilidad
— Y no lo dudo — respondió él — Pero la mía es un poco más de lo normal
Ella soltó una pequeña risa — A veces pasa — los dos se quedaron en un cómodo silencio, ella recargo su cabeza en el hombro de este — Volvió a discutir con él, ¿Cierto?
Él noble la miro y ella subió su cabeza y sus miradas conectaron y ahí lo supo él no podría mentirle al menos a ella no, soltó un pesado suspiro — Mi hermano Niklaus puede ser... complicado
