Sintió el beso de Wei Ying sobre su mejilla, una sonrisa plasmada en su rostro antes de levantarse y llamar la atención de los menores. Sizhui, Jingyi y un rebaño de Lan Juniors lo siguen, solo deteniendo sus emocionados pasos el tiempo suficiente para excusarse y dar sus buenas noches.Lan Wangji los ve irse, mientras un sentimiento pútrido comienza a trepar por su piel, un sentimiento enfermizo que ha intentado suprimir toda la noche.
Al menos Wei Ying estará fuera de la vista durante algunas horas, y confía en que los juniors lo protegerán si algo llegara a suceder en la Cacería Nocturna. Le tienen bastante afecto a su Wei qianbei como para permitir que algún peligro llegue a él.
De tantas veces que Wei Ying le pidió que se quedara esa noche en la posada, para darle a los juniors la oportunidad de actuar sin una red de seguridad debajo de ellos, esta era la primera vez que realmente coincidía en que era una buena idea quedarse atrás.
Porque ahora puede hacerse cargo del hombre que ha estado mirando a su esposo toda la noche.
Lan Wangji quería creer, cuando finalmente se casó con Wei Wuxian, que el horrible sentimiento de los celos pararía ahora que estaban juntos, ahora que sabía a quién le pertenecía el corazón de Wei Ying.
Pero no.
Si acaso, solo empeoró. Comenzó a sentirse más posesivo sobre su esposo cuando se encontraban fuera, sobre todo cuando veía la forma en que algunas personas lo miraban con lujuria en sus ojos, o cómo algunos incluso se atrevían a coquetearle en su presencia, creyéndose lo suficiente como para merecer siquiera una mirada de Wei Wuxian.
Wei Ying era inconsciente de la mayoría de las miradas y avances, pero cuando llegaba a darse cuenta realmente, solo lo descartaba y le aseguraba su amor y fidelidad hasta que la furia de Lan Wangji disminuía, besando y alejando cualquier duda, acariciándolo y tomándolo dentro de sí de forma tan deliciosa que Lan Wangji olvidaba cualquier cosa que no fuera su esposo. Pero su enojo nunca desaparecía completamente. Como un fuego enfriándose, un simple movimiento lo volvía a traer a la vida.
Su Wei Ying no lo sabía y, algunas veces, realmente deseaba que jamás llegase a conocer esa parte perversa de él.
Cómo quería lastimar a aquellos que se atrevían a ver lascivamente a su esposo, desvistiendolo con sus sucias miradas, como hombres hambrientos frente a un delicioso platillo. No importaba cuántas marcas dejaba en el cuerpo de Wei Ying, cuántas mordidas y besos le daba todas las noches y algunos días, cómo provocaba que Wei Ying llorara y gimiera su nombre lo suficientemente alto como para que cualquier otro huésped en la posada los escucharan, siempre había ojos hambrientos mirando el perfecto cuerpo de su esposo, deseándolo para ellos mismos.
No importaba cuán firme enredaba su brazo alrededor de la pequeña cintura de Wei Ying cuando viajaban. No importaba cómo se olvidaba lo suficiente de las reglas para permitirse besar a su esposo libremente al estar fuera, deleitando a Wei Ying con su 'atrevimiento' y desvergüenza cuando gemía contra él. Pero era mezquindad, posesividad, era su forma de mostrarles que Wei Ying era suyo, y de nadie más.
Fuera de Gusu, no confiaba en nadie cerca de Wei Ying. Quizás, muy a regañadientes, en los amigos y lo poco que quedaba de la familia de su esposo. Pero cualquier otro solo provocaba que su sangre hirviera con furia, despertando un sentimiento asesino dentro de él.
Como este hombre inmundo. El que se mantuvo mirando de forma lujuriosa a su esposo toda la noche.
El que ahora yace en medio del bosque con sangre encharcandose alrededor de su cuello y pecho, piel rota y abierta en una visión horrible.
Lan Wangji limpia a Bichen con su túnica, enfundando su espada de nuevo sin darle una mirada más al cadáver. Nadie lo vio salir de la posada, y pasan ya de las nueve. Aún así, ¿quién creería que el gran Hanguang-jun acaba de asesinar a un cultivador sin importancia por celos?
Nadie. Tiene una reputación, imposible de ensuciar, sin importar lo que haga.
Nadie sospecharía de él, aún si llegaran a verlo, atraparlo con las manos en la masa, preferirían creer que el otro hombre tenía la culpa.Y realmente era así.
Se había atrevido a tocar a Wei Ying. Un brazo alrededor de sus hombros, mientras su esposo le hacía preguntas sobre el caso que él y los juniors estaban siguiendo.
Se había atrevido a comerse con los ojos la hermosa y marcada piel de su Wei Ying, solo interesándose más en él. Probablemente pensando que tenía una oportunidad, ya imaginando que poseía ese maravilloso cuerpo de perdición, probándolo con su inmunda boca.
Lan Wangji sabe que su esposo es más que capaz de defenderse a sí mismo en caso de que este hombre u otro decidiera actuar. ¿Pero dónde queda la diversión en eso?
Ver cómo esos ojos vulgares pierden su color, aterrados, sabiendo la ofensa que cometieron y finalmente pagando el precio, lo hace sentir estimulado.
Ha tomado una vida por Wei Ying. Un depravado menos en este mundo.
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Wei Ying entra a su habitación, apenas iluminada por la luz de la luna y una vela junto a la cama. Sus hermosos ojos caen sobre él, antes de casi correr para cubrirlo con su cuerpo, brazos colgando alrededor de su cuello, una calidez propagándose contra su cuerpo.
"Lan Zhan, ¿por qué sigues despierto? ¡Ya pasa de media noche!", se ríe, deleitado. "¿Me extrañaste, mi esposo?", pregunta, llenando su rostro de besos, sentándose sobre su regazo. Se ve realmente feliz, lo que significa que la cacería nocturna salió mejor de lo que esperaba. O que uno de los juniors hizo algo que lo hizo reír.
Lan Wangji sonríe, de forma más reservada pero tan honesta como las sonrisas de Wei Ying, contento de tenerlo entre sus brazos.
"Mn. Extrañé demasiado a Wei Ying", dice él, sus manos atrayéndolo más, comenzando a desatar su cinturón, ansioso por ver la belleza que tiene como esposo, de dejarlo marcado otra vez y probar lo salado de su piel. Pero Wei Ying se queda rígido, deteniéndose súbitamente y mirando sus manos.
"¡Lan Zhan! ¿Qué sucedió? ¿Estás sangrando?", pregunta, buscando una herida que no existe, finalmente notando la forma en que sus ropas usualmente prístinas están ahora manchadas con sangre seca. "¿Había más cadáveres?", pero Wei Ying es listo, sabe que no fue un cadáver. Al menos no al inicio. Hay demasiada sangre, aún fresca, como para pertenecer a cadáveres. Pero lo ama demasiado y confía en él lo suficiente para no sospechar nada.
"Mn. Estoy bien, Wei Ying. No te preocupes por este esposo tuyo", murmura, abrazándolo para acercarlo y besando su cuello. Hace que Wei Ying pase sus piernas a cada lado de él, provoca que sienta la dureza de su miembro a través de la tela. Ha estado tan excitado desde que mató a ese hombre, queriendo nada más que enterrarse dentro del cuerpo de su esposo, marcarlo más que nunca y hacerlo gritar lo suficientemente fuerte para despertar a todos en la posada.
Ha matado a un hombre para proteger a su esposo.Finalmente ha cedido a ese enfermizo sentimiento de los celos que quema seguido a través de sus venas.
Y matará a cualquiera que se atreva a pensar en su esposo, en interponerse en su lazo, en tocar un cuerpo que solo le pertenece a él.
Wei Ying sonríe, alegría plasmada en sus facciones, llevando sus labios para acariciar su piel, ayudándolo a quitarse las túnicas sucias y a olvidar a cualquiera que no sea ellos.
Wei Ying no necesita saber.
Todo lo que hará para protegerlo y su maravilloso matrimonio.
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Only Mine
Fanfiction[3 Historias escritas para Dark Lan Zhan Week 2020] 1. Bajo su Fría Mirada [Obsesión, AU no humano] "Wei Wuxian", una voz ronca lo saludó, el agarre en su cintura volviéndose más fuerte. "Finalmente te atrapé". Un susurro en su oreja, el ligero ar...