༺*⋆𝔓𝔞𝔯𝔱𝔢 3⋆*༻

137 15 4
                                    

"Pesadillas"

Hace ya mucho tiempo que he dejado de pensar en mis hermanos. Pero curiosamente, el sueño que tuve anoche fué la llave que abriría la puerta a nuevos recuerdos tortuosos de mi pasado. El sueño era bastante aterrador y extraño; Coco lucia desesperado, y algo paranoico.

Mi pequeño hermanito por el contrario tenía una mirada vacía y estaba en shock.

No pude saber el por qué.

Los días se haces extrañamente largos últimamente, o será que yo estoy confundiendo las cosas; la oscuridad que hay es tan abrumadora y apenas puedo ver más allá de cincuenta centímetros como mucho.

Mi cuerpo sufre y mi desesperación crece cuando siento que algo anda mal. Sin embargo; no puedo regresar.

Ese sueño me ha dejado mucho en qué pensar; Coco era el que más deseaba que desapareciera, Ecuador detestaba mi presencia al igual que el resto ¿entonces por qué me siento tan culpable?.

Se veían que sufrían bastante por mí, más no quiero hacerme falsas ilusiones.

(...)

Está tarde se me vino a la mente Siria. No entiendo por qué no dejo de pensar en ese hombre desde hace un buen rato, siempre me odió y me usaba para beneficio propio. Era frío y aterrador, tenía un mal carácter, era gruñon y grosero cuando trataba de sacarle plática.

Nunca le agrade.

Y era uno de los que no me querían cerca.

Luego estaba Rusia; un psicópata desalmado que solo busca poder al igual que el odioso de China. Tan frío como un hielo y más peligroso que una bomba, realmente detestaba su compañía en cada encuentro que teníamos.

También era uno que me succionaba la sangre cuan molesto zancudo difícil de matar, no había nada por lo que regresar, y aún así ese ardiente sentimiento sigue creciendo dentro de mí.

(...)

Los sueños extraños continúa, siendo el turno de México Norte en ésta ocasión. Sus ennegrecidas cuencas vacías me generaron un pequeño escalofrío.

Se veía enfermo.

Su cuerpo al desnudo era cubierto por asquerosas llagas que devoraban lentamente su carne, y un viscoso liquido marrón escurría de su boca gota a gota.

Murmuraba palabras que no pude descifrar, pero sentía su dolor y sufrimiento cuando lo hacía.

Tal vez pedía ayuda.

No sé por qué digo esto; nadie me escucha de todas formas, nadie puede verme, y estoy sola.

El tiempo parece no existir por momentos, y mi único refugio es descansar sobre las ramas del árbol, no hay mucho que pueda hacer la verdad.

(...)

Hoy soñe otra vez con Nico. Se veía tan lamentable y desesperado.

Aunque no pudo verme si pudo sentir mi presencia.

—¡¿Quién eres?! —fué lo que dijo a duras penas tratando de adivinar mi posición. Su cabeza se movía de un lado a otro con miedo tratando de encontrarme.

❀𝚄𝚗𝚊 𝙵𝚕𝚘𝚛 𝙻𝚕𝚊𝚖𝚊𝚍𝚊 𝚅𝚎𝚗𝚎𝚣𝚞𝚎𝚕𝚊❀(𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚊𝚌𝚒ó𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora