༺*⋆𝔓𝔞𝔯𝔱𝔢 6⋆*༻

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"Que pesar tu desdicha"

Las leyendas suelen ser tan ominosas y encantadoras a la vez, arrastrando consigo un mar de misterios, verdades y mentiras que son de difícil entendimiento. Leyendas antiguas que narran una hecho específico y único ocurrido sobre la tierra o en la mente de algún maniático, suelen traer esperanzas como miserias.

En el desesperar de su aleteo la vida trata de huir de la muerte; dientes afilados que solo piensan en masticar y garras dispuestas a desgarrar la tersa carne debajo de cada centímetro de piel, un hambre abrumadora que amenaza con dejar caos y destrucción en el mundo luego de un irritable despertar.

El peso de la vida al igual que la libertad es inmenso en aquel par de alas que inútilmente tratan de huir de su captor, leves chillidos escapan de ella cuando finalmente su ala es alcanzada por una oleada de dientes afilados. Sus venas se contraen, los huesos crujen hasta volverse polvo prolongando más el sufrimiento.

Y en el abismal silencio de una lengua desconocida; una voz hundida en un mar de dolores exclama "¡Mal! $#* perro ¡*$#@; del &$#!!".

...

—¡Cuando te agarre vas a lamentar haber nacido m#&@!¡* perro sarnoso!.

...

—¡¡ESTU!$#* MAL#$:@ CHAVISTA DE MI$#!*@#!!...

...

Supongamos que... Olvidenlo solo sigamos. Una leyenda hecha realidad en carne, huesos y un manojo de plumas esponjosas, limitada a solo correr tan rápido como pueda y huir tan lejos como pueda.

Su pequeño cuerpecito es capturado en su huida por el hambriento depredador que solo desea desgarrar la jugosa y tierna carne de la criatura. Un manjar a su paladar fue la sangre escurrir y bajo por su garganta, saboreando cada gota sin desperdiciar ni una sola, quebrar su ala fue tan sencillo como respirar, y tan placentero como un dulce adictivo.

—¡Paco no! —ladra ahuyentando a la bestia salvando a la moribunda criatura que débilmente chillaba de agonía. —¡Perro malo! te dije que no lo hicieras.

Ella chilla aún más cuando es arrancada de suelo y sujetada en un par de firmes brazos, tratar de liberarse es inútil, pues su ala esta destrozada y su fuerza se evaporó cuando la adrenalina abandonó su organismo.

—¡Ya veras cuando lleguemos a la casa! —exclamó regañando a la fiera que ladraba exigiendo su presa de regreso.

Juraría que esa voz se le hacia familiar; tan tosca y canturrona como siempre a la hora de gritar, podía afirmar que el tonto ser que le había salvado el pellejo era más molesto y estresante que el mosquito violinista hambriento y desesperado. Casi podía oir su chirriante voz cantora que con alegría daba ese molesto grito llorón de los mariachis.

Era Nico fuese donde fuese, tal potente voz y brusca manera de ser lo delataban a millas de distancia. Una punzada de melancolía se plantó en su corazón al saber que él vivía, olvidando tontamente que los sueños no son la realidad. Sintió desfallecer y un nudo formarse en su garganta reprimiendo las ganas de llorar, aunque no podía hacerlo en ese estado tan patético y lamentable en el cual estaba.

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⏰ Última actualización: Aug 25 ⏰

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❀𝚄𝚗𝚊 𝙵𝚕𝚘𝚛 𝙻𝚕𝚊𝚖𝚊𝚍𝚊 𝚅𝚎𝚗𝚎𝚣𝚞𝚎𝚕𝚊❀(𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚊𝚌𝚒ó𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora