༺*⋆𝔓𝔞𝔯𝔱𝔢 4⋆*༻

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"Secretos"

Su expresión demostraba la incomodidad que estaba sintiendo, sus manos se apretaban entre sí en un intento de calmar los nervios. Sus ojos no sabían dónde posarse, y sus labios temblaban levemente.

Aquella imponente figura frente a ella verdaderamente la hacia sentir el corazón en la garganta, mientras que su contrario la perforaba con aquel par de esmeraldas brillantes.

Ciertamente nada iba según lo planeado, y el hombre no hacia nada más que impartirle nervios a la mujer que cada vez se hacia más diminuta con su penetrante mirada. Sentía que él podía ver hasta sus más profundos pensamientos si duraba un minuto más así.

Incluso podría asegurar que Rusia era mejor compañia que él, ¿un poco irónico no?.

Pero contrario a lo que ella imaginaba; aquel árabe solamente estaba detallando su rostro, y sin disimular su interés profanaba a su gusto el diminuto cuerpo a su lado, colmando de inseguridades a la mujer que yá se estaba haciendo una idea errónea en su cabeza.

No entiendo de qué tiene tanto miedo —se dijo a si mismo con desdén.

Tras el 'bom' del oro negro la fama rodeaba a la venezolana cuán moscas alrededor de la fruta, y varios inmigrantes sirios hallaron la esperanza en aquella pais que estaba dispuesta a brindar su ayuda gratuitamente y sin esperar algún mérito por ello.

Era innegable que la mujer había sido de mucha ayuda para las naciones árabes tras sus propios problemas tanto politicos como territoriales, sumando también a la lista la tan famosa 'Segunda Guerra Mundial' y aunque la relación de Siria con Venezuela no era la más sólida años atrás; no fue hasta el dos mil diecinueve que decidieron fortalecer sus lazos.

Y con lazos se referían a algo más que una simple amistad, y no es precisamente del tema amoroso ¡para nada! ¡Ese par llevaba más de setenta años manteniendo relaciones diplomáticas y comerciales!.

Pero digamos que sus mandatarios tenían claro lo que querían hacer con ellos. Y obviamente con la aprobación del pueblo no tenían más remedio que acceder.

Que difícil era ser un país; tantos quehaceres dejan las energías por el suelo, anhelando fuertemente un momento de paz y quietud para reponer las fuerzas de voluntad necesarias para continuar en esa larga travesía.

Un sonoro y rasposo suspiro hizo saltar a la morena, y tras esa reacción el hombre a su lado soltó una risa burlesca.

No sabían cuándo tiempo había pasado ya, pero seguros estaban de que no les iban a dejar salir todavía. ¿De verdad les pareció un buen plan aquella alocada idea?.

—Mal p***** negro—se dijo a si misma ocultando el agrio sentimiento que surgía en su garganta.

Muchas cosas se decía de ese hombre, y aunque la venezolana trataba de mantenerse firme y no demostrar miedo, dentro de ella los nervios se la comían viva. Diría que sintió menos miedo cuando conoció China por primera vez.

Se le hacia gracioso el hecho de que la mujer luchaba por ocultar su incomodidad, sabía que en sus adentros le estaba juzgando sin haberlo conocido del todo. Más le importaba poco lo que llegara a imaginar de su persona.

Todos lo tachaban de terrorista y corrupto, pero pocos sabían la verdad detrás de esa fachada.

¿Qué hora es? —preguntó con esa voz rota que daba escalofríos.

❀𝚄𝚗𝚊 𝙵𝚕𝚘𝚛 𝙻𝚕𝚊𝚖𝚊𝚍𝚊 𝚅𝚎𝚗𝚎𝚣𝚞𝚎𝚕𝚊❀(𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚊𝚌𝚒ó𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora