❀𝚄𝚗𝚊 𝙵𝚕𝚘𝚛 𝙻𝚕𝚊𝚖𝚊𝚍𝚊 𝚅𝚎𝚗𝚎𝚣𝚞𝚎𝚕𝚊❀(𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚊𝚌𝚒ó𝚗)

༺*⋆𝔓𝔞𝔯𝔱𝔢 1⋆*༻

"Casualidad"

Les contaré la historia de una brillante estrella. Una estrella con un brillo sin igual, cantarina y juguetona danzaba por los cielos disfrutando cada momento que pasaba. Hermosa y majestuosa como ninguna otra, mostraba sin vergüenza su belleza al universo engrandeciendose en gran manera.

¡Oh pobre estrella dorada! ¿No sabes que todo en abundancia es malo? ¡¿Cuánto más debes ser tan avariciosa para querer brillar más que el sol?! Eres tan pequeña e insignificante que jamás podrás ser como él. Tus rayos débiles son, tu luz aunque muy hermosa no produce calor. Eres tan pequeña que es imposible que seas como él.

Tu presencia produce calma y ese es tu fuerte. Muchos te envidias y aún así quieres más. Otros te odian pero sigues deseando ser más, un día tu brillos será tu perdición.

Aquella dulce escarchada no sabía en qué se estaba convirtiendo. Y con su grande codicia de más y más su final estaba muy cerca.

¡Oh pequeña estrellita! Tan dulce y tan frágil te ves. Ya no eres felíz y desde aquí lo podemos ver. ¿Qué ha pasado pequeño lucero?.

Un brillo que se apaga rápidamente. Una esperanza que desaparece como la débil llama de una vela. Tus fuerzas son inútiles y es todo gracias a ellos, no soportas más y eso te mata. Eres tan estúpida que caiste en su trampa dos veces ¿Aun planeas seguir con esta farsa pequeño destello? ¿No estas cansada de todos ya?.

—¡¡Basta, cállate no sigas!!. —grito con dolor en un ardiente sufrimiento.

¡Oh dulce rayito de luz! Cada vez te veo menos. ¿Acaso ya pereciste? No puedo sentir tu presencia pequeña dulzor, eres tan lejana que solo hay vacío a tu alrededor.

Veo que te agitas y corres sin descanso. Puedo sentir el temor recorrer cada centímetro de tú piel, te bates y con ello te destruyes. Eres tan insignificante como lo fué tu brillo alguna vez.

—¡He dicho que pares!.—gritas en desesperación ¿no entienden qué a nadie le importas? Solo rindete y muere.

Tu lucha no sirve de nada, ya no eres la misma de ayer. Eres menos que una minúscula particula estelar en el basto cielo.

Lloras de impotencia por no poder hacer nada, estancada en un poso de miseria del cual anhelas salir a toda costa. Eres tan traviesa y testaruda mi pequeña escarcha. Aun no comprender tu verdadera finalidad.

Día tras día te preguntas cómo es que tu brillo se pudo apagar, eres tan ingenua que no puedes ver la realidad, y aún así mantienes una farsa esperanza en algo que ya no existe.

Sé que duele corazón. Esa llamada te termino de quebrar lo sé. Lloras desconsolada y solo quieres desaparecer, tus fuerzas se agotan y más opciones no hay.

¿Qué harás pequeña estrella dorada?

(...)

Eran las dies de la mañana cuando su teléfono sonó escandalosamente. Ya sabía de quien se trataba y no tenía pensado contestar, más sabía que no podía evitarlo por siempre, ya era la quinta vez que dejaba en espera a la persona detrás de la llamada.

Una a una las llamadas se hacían más insistentes, y perdiendo la paciencia decidió responder. Tomó el celular en sus manos dispuesta a responder. No dijo nada y pudo escuchar la fuerte voz del que atormentaba su mañana.

—¡Republica Bolivariana de Venezuela! ¡Es la última vez que te lo advierto!.

—Ahórrate tus palabras corazón, ya dije que no iría y punto. — interrumpió desinteresadamente. —Además ¿para qué me quieren allí? No me toman en cuenta de todas formas.