Ni bueno, ni mala.

CAPÍTULO UNO. PRINCESAS Y DIOSES

Todo empieza en un precioso palacio, donde todos tenían un destino ya elaborado por otros.
En aquel castillo tan hermoso, echo de rosas blancas, estudiaban las princesas y príncipes para vivir una vida perfecta, tal y como cuentan los cuentos. Pero no nos olvidemos de los villanos y villanas, ellos también estudiaban ahí.

Querido diario...
Todos están felices con sus destinos,¿qué más daba quedarse dormida por una manzana, y que luego el pomposo príncipe te salvará con "amor verdadero"? ¿O qué importa que merula la bruja del mar te dejará sin voz para ser humana, pero aún así te enamorarás y recuperaras tu voz? ¿Y que importa si siempre todos los finales son felices? Pues si importa.
Todos leéis esos cuentos de príncipes y princesas, pero, ¿acaso alguien se pregunta que pasa con los malos? ¿Por casualidad alguien se pregunta, si los villanos en realidad no quieren ser malos? ¿A qué no?. No sé puede mentir, nadie piensa en los villanos, y por esa razón nadie piensa en mí, la hija de la reina de corazones, la futura reina de corazones. Yo no he elegido ser mala, yo no quiero decapitar a nadie, y mucho menos jugar al golf con animales. Pero claro ese es mi destino ¿no?. Como envidio a esas princesas que simplemente pueden ser felices. Sobretodo a Alicia, se cree la mejor de todas y no lo es. No engaña a nadie. Solo yo sé su secreto y debido a ello piensa que podemos ser "amigas". Pero no me voy a olvidar de su secreto, su madre la perfecta Alicia el conejo ese del relog no la reconoció como la verdadera Alicia, y ella lo soborno.
Pronto llegará el momento en que me iré, y todos sabran su secreto. Lo juro.
13/02/2025

Faltaban exactamente dos días para la ceremonia de nombramiento. Os preguntareis que es. Es la ceremonia en la que las princesas, villanas, principes y villanos ya salen al mundo de los cuentos para vivir su cuento perfecto.
Entonces Cora cerró su diario, y se levantó de su silla. Era bastante delgada para su edad, tenía la piel blanquecina, y como no tenía un corazón dibujado en el ojo.
Su pelo era rojo y un tanto ondulado.
Sus ojos eran negros.
Aunque ella iba vestida con unos vaqueros y una camiseta blanca, iba muy rara para ser una villana.

A su vez en el Reino de los dioses, un joven de unos dieciocho años caminaba por un pedestal(era alto,delgado de pelo negro y ojos marrones..), pensando una y otra vez;
¿Por qué tenía yo que ser hijo de Zeus? ¿Por qué yo?
Que asco daba ser hijo de un dios ¿de que valía tener tanta fama, si al fin y al cabo no podías hacer lo que quisieras? Aquello era indignante, prefería ser un malechon que seguir ahí un minuto más. Tenía que hacerlo, tenía que huir, Cronos debía irse de allí lo antes posible.
Mañana se convertiría en el rey del cielo y el trueno, algo que claramente no estaba preparado para ser.

¿Pensando en tu futuro hijo? - Pregunto la grave e imponente voz de Zeus.
Cronos no respondió.
Tranquilo, puede parecer difícil y lo es, pero te acostumbrarás con el tiempo Cronos -
Oh, ahora ya no estoy nada preocupado - dijo Cronos con sarcasmo.
Cronos será mejor que no me hables así -
Oh perdona, no recordaba que eres el reeeeey - dijo con sarcasmo Cronos.
Zeus contuvo su ira y no respondió.
Cronos hizo un ademán de irse, pero Zeus lo agarró por el brazo.
Has de aceptarlo Cronos serás el señor del cielo y el trueno, no sabes la suerte que tienes hijo mio -
¿Y qué pasa si no quiero? ¿Y si no quiero ser rey de....? -
Pero antes de que Cronos acabará la pregunta su padre se alzó en el cielo, y sacó su Tridente, e imponente lanzó un rayo al cielo con su tridente.
¡OH QUE MIEDO ! - Gritó Cronos.
¡Debes valorar lo que vas a ser! -
¡Yo nunca he elegido ser esto! -
¡Has de aceptarlo! ¡Y quítate esa sudadera roja y vaqueros asquerosos humanos! -
Entonces Cronos salió corriendo y se metió dentro del enorme palacio de su padre que pronto sería suyo. Se encerró en su habitación y empezó a pensar como podía huir... como... Entonces se le ocurrió ¿y si se tiraba por la ventana? ¿Qué más daba si moría? E igualmente era inmortal.
No podía...no tenía agallas...no era como su padre...no era valiente...
Entonces lo hizo. Se tiro sin más. Notaba el pelo por su cara y lo suave que eran las nubes, aquel viento fresco, aquel lugar tan maravilloso, caía muy rápido y disfrutaba. Cronos se preguntaba si la muerte sería así, aunque a saber.
Derrepente cayó en un suelo de pasto verde, estaba mareado y no podía con su alma, pero en lo lejos empezó a ver la figura de una chica, con piel blanca...tenia algo rojo en la cara e iba vestida muy extraña...

Cora estaba de pies en su habitación, pensando en cómo escaparse ¿como lo haría...?
Podría intentar robarle la llave a el hada madrina (la que mandaba en el castillo), e huir.
No iba a llevarse nada porque se notaría que se iba, aunque no podía habandonar a su capa, lo último que le dejo su padre, al que nunca conoció.
Se levantó de la cama y se dirigió al despacho del hada madrina. Los pasillos eran enrevesados y hermosos, con rubíes incrustados, con estatuas, pedestales...ect.
Se paro enfrente de la puerta más grande y más estrambotica de todas, ponía unas palabras;
El despacho del hada madrina.
Recuerda, si necesitas ayuda solo has de preguntar.

Cora llamo suavemente a la puerta, rozando todos los zafiros que había incrustados en la puerta. Pasaron un par de segundos y una estatua de una dama que había a la derecha dijo;
¡Si eres malechon morirás aquí, si eres alumno tu destino has de cumplir!

Si, ya ya, soy Cora, la hija de la reina de corazones ¿me dejas pasar o no? -
Entonces se abrió la preciosa puerta y dejó ver a una hada bajita y gordita, vestida toda de azul, con un estrabagante vestido.
Oh, aquí mi villana favorita - dijo una voz melosa.
Hola hada madrina...-
Pasa, pasa -
Cora paso a través de la puerta y vio un despacho muy estravagante, con un escritorio enorme en el centro de la mesa, el respaldo de la la silla llegaba casi al techo, tenía estanterías llenas de libros y libros que jamás había leído y que jamás leería, y una curiosidad era que, todo el despacho era un violeta chillón y molesto.

Siéntate, siéntate - dijo la hada madrina, sonriendo falsamente.
Cora se sento en la gran silla que había enfrente del estrambotico escritorio de la hada madrina.
¿Qué querías bonita? -
Nada, nada, solo quería hablar de que mañana seré la reina de corazones -
Ohh, es verdad ¿te emociona? -
Si, claro que si - Respondió Cora con fingiendo felicidad y sonriendo.
Entonces la puerta se abrió de nuevo, y entró una chica rubia platino, vestida con un vestido azul corto y unos zapatos blancos con tacones.
Perdone hada madrina pero se están peleando Erick y El principe azul - Dijo
Oh, ay dios ¡otra pelea!, Alicia puedes irte, voy enseguida - dijo la hada madrina con su voz melosa.
La hada madrina se puso a buscar algo en el cajón de su escritorio, y como su escritorio era tan grande, ya no se la veía.
Alicia caminaba lentamente hacia la puerta, pero antes de irse se acerco a Cora y le dijo;
Ya nos veremos, y bueno yo saldré ganando, estoy deseando verte perder en tu reinado - y se fue zumbando.
Cora se quedó ahí parada de pie. Entonces salió el hada madrina, y a Cora se le ocurrió algo, algo que a lo mejor no funcionaria pero... había que intentarlo...
Se puso a llorar y miró al suelo.
¿Estás bien Cora? -
N-no, d-esde que m-murió mi m-adre ya no me siento n-nada bien...- Dijo entrecortadamente Cora.
La hada madrina la abrazo, ¡era su momento!, empezó a tocar con delicadeza el bolso del hada y sacó unas llaves. Entonces Cora salió corriendo sin despedirse. ¡Al fin sería libre!
Salió por la puerta principal al jardín y encajó la llave de cristal en la verja de cristal, que hacia que hubiera una cúpula sobre el castillo. La cúpula desapareció y Cora salió corriendo, y se empezó a adrentar en el bosque, pero en el claro del bosque empezó a ver algo...parecía un chico desmayado en el suelo, quizás también se había escapado o algo.
Ella seguía corriendo hacia aquel chico...