Ni bueno, ni mala.

CAPÍTULO 6. EL EXTRAÑO MUNDO DE LA MUERTE.

Era una sala totalmente negra; no había ninguna ventana o puerta visible. Allí se encontraba sentada una pequeña niña; o eso podía parecer ante los ojos de cualquiera.
Iba vestida con un largo vestido blanco, su pelo era negro, tenía todo el pelo revuelto y muy largo,hasta la cintura. Sus ojos al igual que su pelo también eran negros. Era un tanto regordita y no llevaba zapatos.
Derrepente se abrió una puerta, y apareció una pequeña ratona.
¿Qué sucede?- preguntó la niña.
Oh, señora, ya viene -dijo la ratona.
Bien -
¿La traigo ante usted cuando llegue?-
No,iré yo -
Siempre para serviros, Muerte -
La niña se levanto y acarició a la ratona.

Tras horas y horas de caminar y caminar Cora empezó a divisar un palacio: Parecía todo echo de huesos (tal y como le había contado su abuela) era un palacio extraño; era un cuadrado con muchos mas cuadrados encima y todos de diferentes tamaños.
Cora no sabía si aquello podría recibir el nombre de Castillo.
Cuando Cora estuvo más cerca del palacio, pudo ver que la hierba que rodeaba aquel lugar estaba toda podrida. Bueno era el lugar de la muerte. Tocó la pared, no había puerta.
Cora sabía como entrar,pero necesitaría algo con filo.
Tras buscar un rato por el suelo vio un trozo de cristal y se lo clavo en el dedo; su sangre era granate.
En cuanto se clavó el cristal se acercó a donde se suponía que debía estar la puerta y con su sangre dibujo una puerta (aunque tampoco le salía tanta sangre,así que la puerta tuvo que ser un poco más pequeña de lo normal, obviamente Cora cabía por ella)
La puerta empezó a aparecer; justo encima de la puerta de sangre.
La puerta era roja; tenía un pomo en forma de calvera.

Si os preguntáis como sabía aquello Cora era porque en la escuela de Príncipes,Princesas, villanas y villanos (o "Felices para siempre" como se llama realmente) le enseñaron a hacerlo;

¿Y si queremos entrar en algún lugar mágico, o sea, sagrado, por ejemplo... El reino de la vida?- preguntó Cora.

Buena pregunta, los lugares sagrados, los especiales, nunca tendrán puertas o ventanas. Tendrán formas extrañas, así que para lograr entrar hay que dibujar una puerta ( por la que quepaís,no me seáis tontos) con vuestra sangre. Cabe recalcar que ningún humano o dios puede dibujar estas puertas, solo podemos nosotros,los personajes de cuentos de hadas. Aunque obviamente todos tendréis futuros más interesantes que ir a un lugar sagrado. - Había dicho la profesora Blanca (la profesora de historia de Cora)
Pero...¿Por qué los dioses no? Al fin y al cabo ellos también forman parte de leyendas, y pueden contar como cuentos ¿no?- Preguntó Cora.
Ciertamente...- Blanca se ajusto las gafas (de culo de baso)- No, la mitología griega, sus leyendas, no es lo mismo que nuestros cuentos. -
¿Por qué?¿Por qué son ellos diferentes? ¿Acaso nos ocultan algo?- Insinuó Cora.
Porque en nosotros creen los niños, los pequeños, los adultos no creen que existamos. Y en los dioses de la mitología griega, ufff, creen más en ellos que en nosotros. Y la diferencia es que ellos tienen... Un papel más importante para hacer que nuestro mundo, el suyo -señaló al techo - y el de los humanos - señalo abajo - no se junten, sería un problema. Los humanos se volverían locos... Y... -
¿Y? -
Nada, me he equivocado -
-Cora se levanto y se dirigió a la puerta - SIEMPRE QUEDA ALGO POR CONTAR. PORQUE NO ME LO CONTÁIS. ALGUN DÍA DESCUBRIRÉ LO QUE OCULTÁIS. NO CREÁIS QUE LLEGAREIS MUY LEJOS - Gritó Cora dando un portazo.

Cora no paraba de recordar aquel día...
Con mucha delicadeza abrió la puerta; no había luz, era todo negro. Cora empezó a sentirse nerviosa.
Ven - dijo,lo que parecía la voz de una niña.
¿Dónde éstas?- preguntó Cora nerviosa.
Aquí - dijo la niña, cogiéndola de la mano. -No tengas miedo. Ven - dijo tirando de Cora.
Cora la siguió, parecía que estaban en un pasillo sin fin. No hablaban.
Al fin llegaron a un sitio y la niña se puso en frente de Cora (Cora no la veía, pero la notaba)
- La niña le cogió la mano - Humm...Miedo, angustia, asombro y tristeza. ¿Te han abandonado?
Sí.- suspiró. -¿Cómo lo haces?-
Trucos. ¿Cómo te llamas?- dijo la niña encendiendo una lámpara.
Ahora Cora podía observar a la niña; pelo negro, revuelto y largo. Un vestido blanco y sin zapatos...Era regordita.
Respecto a la habitación solo había una mesilla y una lámpara.
¿Qué es este lugar?- preguntó Cora,con un toque de miedo.
No te haré daño Cora. - dijo la niña.
¿Como sabes mi nombre?- preguntó Cora con verdadero terror - Oye si es una broma o algo así, dejame ir, tengo que ir a ver a la muerte... -
Exacto. Ya tienes miedo. Como todos. Todos me tenéis miedo - dijo la niña, mientras le caían lágrimas por las mejillas.
¿Qué?-
¡Que todos me odiáis! Rogáis que no llegue a vuestras casas. Rogáis que yo me muera. Pero eso es imposible.Y en cambio le daís las gracias a mi hermana, la vida. ¡Estoy cansada! Si me pongo de huelga todos os quejáis porque nadie muere. ¿No queríais que no hubiera muerte? Es que todos sois bipolares. ¡Os odio! - dijo dándole la espalda a Cora.
¿Eres...la mu?-
Sí,la muerte - dijo Interrumpiéndola-