#8 You're Perfect.♡︎ // Tulio x Bodoque.

(👤1): Lo de siempre, pero con alguien nuevo.

Años llevaba nuestro querido conejo en aquel instituto, donde sufría constantes burlas, golpes e incluso insultos hacia él y su familia.

¿Por qué no se cambia de instituto?
Fácil... Porque no tiene el suficiente dinero para cambiarse y, porque sus padres no lo sabían, claro estaba para él que no conseguiría amigos por tener esa estúpida enfermedad que tiene como nombre: "heterocromía".
Tan solo escuchar eso le causaba asco, pensaba que no debía existir, se sentía tan asqueado consigo mismo. Por aquella enfermedad perdió a sus amigos... No sabía si en verdad lo eran, y suplicaba todos los días encontrar a alguien que en verdad lo apoyase y estuviera siempre a su lado, alguien que lo amase en todas sus facetas. Lamentablemente sus plegarias jamás eran escuchadas, eran pasadas de largo. Odiaba este mundo.

Bodoque: Uh… ¡Nuevo Año, Yey! 5to de secundaria… ─Decía sarcásticamente y con asombro falso, a decir verdad, tenía miedo de empezar otro año, pero no lo mostraba─

─: Vaya, Pensé que te habías ido de aquí, pero veo que no ─Habló con gracia─ Supongo que te gusta ser maltratado. Masoquista.

Bodoque: ¿Sabes algo? No sé en qué te beneficia molestarme, maldito engreído.

Bodoque jamás se había atrevido a contestarle a “él”, pero a veces la molestia gana y actúa. Trataba de defenderse como podía.

─: Ohh… ─se acerca con furia hacia el conejo─ Tú ─con la punta de su dedo lo señala en el pecho, haciendo un poco de presión, para que supiera que se dirigía a él y sólo a él─ Me hablas bien ¿Oíste? No tienes ningún derecho de hablarme así.

Bodoque: ─enojado, agarra su muñeca y la dobla. De paso, le lanza una mirada distante y fría─ Ya no soy ese idiota que se deja golpear por si no lo sabías.

Aún tenía miedo, pero ya quería de una buena vez cambiar este año, que todo sea distinto, ya no se dejaría caer una vez más, a pesar de que aún se odiaba por sus ojos horribles.

─: ¡AH! ─hizo que el contrario soltara su muñeca y se sobó la zona apretada, se quejaba por el dolor, aunque a decir verdad, no fue tan fuerte─ Agh, si no estuviéramos en el colegio te hubiera golpeado, imbécil.

Bodoque: No eres capaz de golpearme ─desafió─

─: O sí, sí soy capaz.

Bodoque: Está bien ─sin demostrar temor, se paró firmemente al frente del contrario─ Inténtalo, vamos, sin miedo.

─: Tú lo pediste ─convierte su mano en un puño y la dirige hacia la mejilla de aquel ser diferente, aunque fue detenido por la misma táctica de antes; o sea, le agarran la muñeca─

Bodoque: Oh Mario… ─aprieta con más fuerza esa parte del brazo─ Eres un sujeto que cree ser superior de los demás por su altura ¿Cuándo aprenderás tu lección?

Mario: No, no lo creo.

Esta batalla no la pudieron terminar ya que en ese momento, sonó la campana, dando inicio a las clases y para que los chicos fueran a sus respectivos salones.

Mario: Salvado por la campana… Qué suerte.

El rojizo solo se limita a suspirar con enojo y se dirige al aula donde la mayoría estaba, se sienta en cualquier carpeta, la más alejada del pizarrón, así podía disfrutar más de su soledad y evitar miradas de desagrado. Obviamente no faltaron esos murmuros que hace años colocaban triste a nuestro protagonista, de su mochila sacó lentes oscuros y se los puso, los profesores comprendían porque los llevaba, pero no hacían nada cuando le ocasionaban bullying a él, solo un regaño y listo.
En eso, llegaba la profesora Patana.