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—¡Sukuna, calmate!—Gojo, quien había sido testigo de lo inestable que estaba Sukuna desde ese día que lo "dejó ", estaba harto, simplemente no soportaba la actitud tan infantil que estaba teniendo—Por favor, no es el primero no el único omega en tu vida, ya conocerás a...

—No quiero a alguien más, si el no está no me importa nada más, ¿No entiendes? Es mi omega destinado...

—...

A pesar de que se comportaba en público, verlo todos los días era una tortura no poder tocarlo o siquiera recibir una mirada de él.

Pero debía respetar la decisión de Megumi, se repetía a si mismo, cada vez que las ganas de ir a buscarlo le ganaban.

—Vamos, tal vez salir te haga bien, sólo deja de tomar... estas tomando demasiado.

—Lo sé, tienes razón no puedo dejar que esto me consuma.

Sukuna tomó su celular y su cartera para salir de su apartamento con Gojo, tal vez despejar su mente un momento le haría bien.

después de unos tragos y uno que otro coqueteo por parte de omegas, hubo uno que por un instante llamó la atención de Sukuna, pero al parecer también había algo recíproco.

Un lindo omega de cabello plateado y con algunas mechas color rojo se acercó a Sukuna, parecía un omega de clase alta, tan elegante y a la vez sensual.

Tal vez, Gojo tenía razón y Megumi y él no eran destinados, tal vez todo estaba en su cabeza.

Se acercó al chico de cabellos plateados mientras este le sonreía.

—Creí que jamás te ibas  a acercar.

—Sólo no quería interrumpir tu velada.

—Para nada, he estado observandote por un largo rato—Dijo sin un rastro de vergüenza, era un omega bastante atrevido y coqueto, <Todo lo contrario a Megumi>

Vamos, te invito un trago.

Por primera vez, en las últimas semanas, Sukuna la pasó bien, se estaba divirtiendo, no estaba pensando en Megumi y se sintió bien.

Al terminar su velada, decidieron salir a caminar un rato, antes de que como todo un caballero Sukuna lo llevara a su casa.

Se despidieron y quedaron de verse otro día, no hubo besos ni contacto físico, pero se sintió bien, no era apresurado y eso le gustaba.

Ya de vuelta, Sukuna,  tal vez buscando algo o a alguien, pasó por la casa de Megumi...
Su apartamento tenía las luces prendidas, tal vez estaba estudiando para su maestría, quien sabe.

Se detuvo un momento, cerca de su edificio, sintiendose como un verdadero acosador.

Pero no podía dejar de preocuparse y pensar en Megumi, su alfa lo orillaba a buscarlo.

De repente, notó como dos personaa salían de ese edificio, le pareció extraño  ver a una mujer y cargando a alguien, alguien que parecía...

¡Megumi!

Bajó de su auto rapidamente y se acercó preocupado.

—Disculpa, ¿Quién eres? Y ¿Qué haces con Megumi?

Nobara, se quedó estática, ¿Qué hacía él aquí? Eran las 2 am.

—Eso no te incumbe, no es buen momento, tengo que llevar a...—No la dejó terminar porque arrebató a Megumi de sus brazos y lo cargó el mismo.
—Lo llevaré en mi auto. ¿QUÉ PASÓ?

—¡Espera, con cuidado!

—¡Contesta!

—Megumi se desmayó no ha comido bien estos días y el estres lo ha...

—Vamos, sube atrás con él.

Llegaron al hospital y Sukuna pidió atención especial para él,  haciendo uso de su gran influencia y poder.

—¿Quién eres?, ¿Estás saliendo con Megumi?

—¿Eh?, ¿en serio?... yo soy su mejor amiga, no te preocupes, además no te debería importar, ustedes no son nada.

Sukuna, reaccionó y se sonrojó, apretando los dientes, sabía que no lo eran pero no podía estar celoso.

—Sólo, por favor, no vayas a enojarte con él... mañana que despierte necesita estar tranquilo.
Dijo algo preocupada, pero por alguna razón sabía que él,  debía enterarse.
Sukuna no supo que decir, ya que no sabía a que se refería.

—Disculpen, el señor Fushiguro ha despertado y está estable, pueden pasar a verlo.

—Iré primero, después dejaré que hablen pero sólo te diré que si le haces algo, no voy a perdonarte.

—¿De qué hablas?, jamás lastimaría a Megumi.

Nobara suspiró—Está bien, entonces saldré rápido y después te dejaré entrar a verlo.

–Hey, yo pagué para que lo atendieran, por supuesto que puedo entrar a verlo.

—Nadie te lo pidió—Nobara dijo, y salió de ahí a la habitación de Megumi.

—¿Cómo te sientes?, ¿te duele algo?,el doctor dijo que ya estas mejor, pero también que debías comer mejor.

—Nobara, ¿Cómo llegamos aquí? ¿no es el hospital X? Es costoso, pudimos ir a otro, no quiero causar problemas.

—Sobre eso... bueno por alguna razón Sukuna, bueno, nos encontramos cuando ibamos saliendo del departamento, no se que hacía por ahí pero...el nos trajo.

Megumi quedó atónito, Sukuna estaba ahí, tal vez ya sabía que estaba...

Megumi respiró profundamente, resignado y asimilando que probablemente ya sabía y necesitaba explicaciones.

—Es hora de enfrentarlo, piensa bien que quieres y recuerda que cualquier decisión que tomes yo te apoyaré.

Nobara se acercó a besarle la frente.

La puerta había sido abierta y Sukuna había entrado con una mirada que no supieron descifrar.

Sukuna volteó a ver a Nobara, quien se separó de Megumi—Estaré afuera por cualquier cosa—Dijo. Acomodandole el cabello.

—Gracias, Nobara—Dijo Megumi con la cabeza abajo.

Nobara pasó junto a Sukuna y cerró la puerta.

—¿supongo que lo sabes, no?

—¿Por qué no me dijiste nada?—Dijo Sukuna aun junto a la puerta.

—Yo... no lo sé. Sólo...tenía miedo.

—¿Miedo?, ¿Cuándo te he dado motivos para que tengas miedo de mi?
Tenía derecho a saberlo, porque por si no te haz dado cuenta yo también fui parte de eso.

—Lo sé, es que esto fue muy nuevo para mi, y no supe como manejar la situación, incluso ahora no se que hacer, tenía miedo de tu reacción, antes de estar juntos tu dijiste que no estarías con un omega hombre, pero ahora me dices que querías enamorarme y yo...simplemente tenía miedo de tu reacción, ¿Qué tal si era raro para ti?
Incluso ahora, no se si quiero tenerlo...Y no quería que me odiaras.

Sukuna se acercó lentamente a Megumi sentandose a su lado, tomando su mejilla donde las lágrimas caían sin control.

—Megumi, lo siento si te hice sentir inseguro, creí que, bueno, tal vez no iniciamos de la manera correcta, pero ten por seguro, que cualquier cosa o cualquier decisión que tomes yo la apoyaré.
Incluso si no quieres a este bebé, pero por favor no me apartes...

—Sukuna, lo siento, lo siento tanto...—Megumi, no podía dejar de llorar, mientras Sukuna lo abrazaba y lo recostaba en su hombro.

—No importa, mi amor, aquí estoy—dijo mientas besaba su cabello—Mi omega.

—¿Qué pasará ahora?—Dijo Megumi mas calmado—Con nosotros, esto...

—Deberías descansar, será mejor hablar cuando estes mejor.
¿Qué te parece si te llevo a mi casa?
Puedo cuidarte mejor ahí.

Megumi asintió, después de que lo dieran de alta y se despidieron de Nobara, Megumi y Sukuna se dirigieron a la mansión de Sukuna.



Mi Jefe es mi alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora