—A sukuna le gustaría cualquier cosa que le dieras, si me lo preguntas—Nobara se acercó a Megumi, observando detenidamente el regalo que había elegido.
Megumi suspiró—La verdad, quisiera darle algo menos aburrido, el ya tiene demasiadas corbatas, ¿Sabes?
—Ya se, Megumi, porque no le das algo que, ya sabes, algo que el haya querido experimentar antes o algún...—Megumi la volteó a ver, no entendiendo a que se refería. Nobara se acercó a su oido detenidamente, para decir:— me has dicho que le gustan los gatitos verdad, ¿por que no...te conviertes en uno? —¿Ehhhhhhh?—megumi se alejó apresuradamente de ella—¿Estás loca?,¿Qué tal si el espera algo mejor? O sea no creo que yo.. No. no lo haré. ¡Me niego!
—Megumi, estoy segura que a sukuna le encantará, además el es rico, que mas podría pedir, que a ti.
—No lo sé, yo...—Nobara tomó a Megumi del brazo y lo arrastró por el centro comercial. —Si, vamos a comprarlo y después ya será decisión tuya si lo usas o no, ¿Está bien? Nobara guiñó su ojo a megumi, mientras él simplemente se dejaba llevar, no muy seguro de lo que iba a hacer pero, Nobara no lo iba a dejar en paz.
—Me encantó todo, la cena de navidad quedó perfecta. Gojo, se acercó a Sukuna conversando casualmente—Hacía mucho que no te veía tan feliz. —Si, la verdad es que desde que Megumi está conmigo me siento mejor y más contento, tanto como para celebrar edtas fechas, normalmente sólo iba a cenar para cerrar negocios pero esta vez con megumi a mi lado quiero que se sienta bien y en casa. Gojo, sonrió de lado, viéndolo.
Después de un rato cuando todos se habían ido de la mansión de sukuna, se encontraban en el balcón de su habitación.
—Ten, te traje un poco de vino—Sukuna se acercó por la espalda de megumi tomándolo de la cintura. Megumi lo tomó diciéndole gracias.
—¿No tienes frío? —Un poco, pero ahora que estás aquí abrazandome creo que me siento más cálido. Sukuna le dio un beso en la sien. —Te ves muy guapo hoy, no te lo había dicho pero me encanta como se te ve el negro. —Creo que después de saber eso usaré más negro—Sukuna dijo—.Tu también te ves hermoso, siempre te ves hermoso, megumi. Ambos se besaron, y entraron a la habitación dejando sus copas de vino vacías en algun mueble.
—Espera...—En medio de los besos Megumi recordó que debajo de su ropa formal llevaba un collar con un cascabel, que gracias a su suéter de cuello alto no se veía a simple vista. Gracias a Dios no dejó que Nobara lo hiciera comprar un uniforme de maíd.
—¿Estás bien?—Sukuna dijo preocupado, y mentiría si dijera que no estaba decepcionado, porque el realmente quería hacerlo, si se pudiera estar dentro de megumi, lo haría. Pero aun así respetaba lo que su amado quisiera.
—Es que... yo—Megumi se alejó y fue directo al closed y tomó un par de orejas en forma de gato mientras se desvestía—Feliz na-navidad. —¡¡¡¡Espera!!!!—Sukuna dijo, viéndolo sonrojado. —Es muy tonto verdad, lo siento... yo, nobara... —¡No!, me encanta, pero yo quiero desvestirte, te ves, muy lindo... —¿En serio? Sukuna asintió, facinado—Entonces...¿podemos hacerlo verdad? Megumi no respondió, en cambio, se acercó para darle un beso, invitándolo a que terminara su labor y desvestirlo.
Sukuna se lanzó a su cuello dando unos pequeños besos desde su mandíbula hasta sus clavículas, mientras con su mano desocupada hacía pequeños masajes en la cintura de megumi, siguió besando su pecho hasta ir bajando mientras le desabrochaba la camisa, y besaba por encima de la tela, ya que llevaba otra de cuello alto.
Megumi sólo se dejó llevar un poco excitado, tomando a sukuna de los hombros.
Sukuna se puso a su altura y le levantò los brazos para sacarle la última prenda, dejando ver el collar de cascabel. —Dios...te ves tan sexy... de esta forma. Mi pequeño gatito. Megumi se veía tan sonrojado, no podía con toda la vergüenza, —Me encanta, deberías usar esto más seguido. Sukuna lo tomó de la cintura levantandolo mientras megumi enredaba sus piernas en el torso fornido de este último. Se siguieron besando, mientras sukuna ya no podía más y sacó su gran verga para que Megumi sintiera que tan duro estaba, lo puso en la cama, viendo a un sonrojado megumi, con orejas de gatito, —Di que quieres mi pene. —Vamos, ya no aguanto, mételo de una vez. Sukuna, abrió sus piernas y vio el pequeño agujero rosado y húmedo.
Tomó su pene entre sus manos, y lo posicionó para entrar de una estocada, mientras megumi gemía de placer, las feromonas de ambos mezclándose haciendo que ambos se perdieran en la lujuria.
Sukuna entró y salió como quiso del cuerpo de megumi, haciendo que ambos alcanzarán el orgasmo juntos.
Estuvieron haciéndolo hasta el amanecer cuando sus cuerpos estuvieron saciados.
☆hasta aquí el especial, la verdad no tenía tantas ganas de escribir así que fue algo meh, pero dije voy a hacerlo, jiji no venía inspirada, por cierto muy feliz navidad a todos y feliz año☆
Les dejo ese fanart, créditos a quien corresponda ♡♡♡
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