01

19.9K 945 542
                                    

Sakuna Ryomen, un alfa de élite que nunca en su vida ha estado con omegas hombres.

—Sr. Sukuna—el informe que pidió está listo, lo envié a su correo y tiene una cena pendiente con el presidente de x empresa.

—Gracias Megumi, puedes irte.

—Con su permiso, señor.

—Hey, pero si es mi amigo Sukuna, he venido a ver como lo estas llevando siendo el nuevo presidente de la empresa.

Gojo entró a la oficina presidencial, en un instante mostrando un perfil relajado, volteó a ver a Megumi que iba saliendo por la puerta principal, ya que le molestaba estar al rededor de alfas, pero al final de cuentas no podía evitarse.

—Deberías dejar de mirarlo tanto-Sukuna dijo serio.

—Hey, no me culpes, el chico es...

—¿Lindo? Por favor, ¿Que tendría de lindo?—sukuna dijo, un poco, ¿enojado?.

—También es un omega, claro que es lindo, sólo mira su piel y sus ojos... sus azules ojos... me hace querer...

—No digas tonterías, sabes que el sólo hecho de pensar así de un hombre...

—Ya se, Ya se... te asquea, ¿entonces no hay problema si yo intento algo?

—haz lo que quieres, tío.

Sukuna bebió de su copa de vino y miro a Gojo un poco molesto. Mientras este se despedía de él y salía.

Megumi terminaba sus actividades diarias de trabajo, sin percatarse de la persona que estaba al lado viéndolo.

—¡Sr! No lo había visto—Megumi volteó a verlo sorprendido y un poco avergonzado, no podía negar que Gojo era alguien guapo.

—Megumi, ¿Cómo estás?

—Bien señor, he acabado de hacer mi trabajo así que ya debería irme.

—Siempre tan seco conmigo Megumi-chan, que tal si te invitó algo, ¿Qué dices?

<No estaría nada mal>

—He trabajado muy duro esta semana, ¿Por qué no?

Salieron de ahí charlando un poco y riendo, cuando subieron al auto de Gojo para ir directo a un bar.

Al estar ahí ambos tomaron un poco y tuvieron alguna que otra conversación trivial, no teniendo en cuenta que Sukuna llegaría.

—Si es mi mas querido amigo, Sakuna-kun—Gojo agregó.
—Si querías venir hubieras dicho, así hubiéramos llegado los tres juntos.

—Sólo vine para distraerme un rato—Sukuna observaba como Gojo abrazaba a Megumi, un tanto relajado.
Más Megumi se sentía un poco cohibido por la presencia de su jefe, a decir verdad no era alguien con que le hubiera gustado compartir su tarde libre.

Sukuna dirigió su penetrante mirada a Megumi quien se sonrojó y volteó para otro lado, sorprendido por un suave impacto contra la mesa, siendo Gojo quien había tomado de más y había terminado dormido.

—Tal vez es hora de dejarlo en su casa, Megumi, deberíamos irnos y dejar a Gojo en su casa, yo te llevaré y después mandaré a alguien por él auto.

—No-no, no es necesario señor, yo iré...

—Tonterías, toma tus cosas nos vamos.

Sukuna cargó a Gojo como un saco de boxeo y salieron de ahí.

Ya en el auto, Sukuna se sentó al lado de Megumi.

—Listo, Gojo está completamente dormido en su cama, te llevaré a casa mandame tu ubicación.

Mi Jefe es mi alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora