ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]

➳ 23 | Extravagancia | ➳

En la guerra y el feminismo todo se vale.

Corro desesperada mientras intento arreglar mi cabello negro desordenado.

Mis piernas y mis caderas reclaman su dolor mandando punzadas a todo el resto de mi cuerpo haciendo que casi desfallezca mientras corro como loca.

Arreglo mi ropa mientras sigo mi camino acelerada y el sudor baja por mis sienes.

Cuando llego al lugar entro con cuidado y controlando mi respiración de forma inmediata.

—Llegas tarde—Taylor me mira mal.

De inmediato mi mirada se dirige a los Quinn.

—Ayer tuve una tarde algo agotadora.

—¿Y me interesa por qué...?—se muestra indiferente.

Ruedo los ojos y voy a la mesa en donde Rania se encuentra sola. Me siento y suspiro agradecida porque mis piernas cansadas, acuesto mis antebrazos y pego mi frente de la mesa.

—¿Todo bien?—me pregunta la chica.

La miro de reojo y niego.

—Ayer fue un día algo... ocupado.

—Eso suena a noche intensa de sexo potente amiga.

Me carcajeo y no respondo.

—¿Raven?—me llama—¡¿Raven?!—exclama susurrando.

Me levanto perezosa y la miro sonriendo como una borracha.

—¿Lucka?—pestañeo—. ¡¿Kalet?!—pestañeo de nuevo—. ¡¡¿Alexey?!!.

—Los tres—musito con voz tranquila.

En la mesa de adelante Becca y Keira se voltean. 

—¡¿Los qué?!—dice Becca.

—¿Trío?—Keira sacude la cabeza—, digo... ¿cuarteto?, ¿no es considerado orgía?. 

La emo levanta su mano y Taylor le da la palabra.

—Hola, eh sí. No es algo respecto a la clase pero... ¿cuantas personas tienen que haber en una orgía para que sea considerado una orgía?.

Mis ojos se abren como platos y me doy golpes en la frente con la mesa.

Alessandro ahoga una risa.

El salón de clases es bastante grande y con paredes acústicas por lo tanto todo el escuadrón escucho su pregunta.

—De cuatro personas en adelante—añade Lucka con seriedad, lo miran y es como si contagiará a todo el mundo debido a que todos callan de inmediato los susurros.

Bajo la mirada.

—No tuve sexo—le digo en voz baja a Rania.

Ella llama a las demás y musita un "Falsa alarma" y hace movimientos de calmar con sus manos. 

—Después hablamos de ellos ¿ok?. Necesito una reunión de emergencia femenina—digo.

Ella me acaricia el cabello—. Claro linda.

—De acuerdo, empecemos—dicta Taylor. Levanto la mirada para encontrar un escritorio y detrás de él, un cristal reluciente y enorme totalmente tecnológico.

El cristal frente a nosotros se enciende, tiene luces y es una pantalla completamente moderna que muestra imágenes y planos ilustrados de forma muy estratégica y tecnológica. La imagen frente a nosotros es la silueta del mapa de Brasil.

Mi interés y curiosidad se encienden de repente, ladeo mi cabeza.

—En un mes van a tener su primera misión—señala el mapa y de inmediato un estado del país resalta en otro color—. São Paulo—dicta.