Los secretos tienen un precio, uno rencoroso y mal portado.
-Tiene solo cuatro litros de sangre en su sistema-la voz de Asher se escucha lejana.
La luz blanca del techo me ciega por un momento, mientras abro mis ojos estos se adaptan al brillo y separo mis labios pastosos relamiendo.
-¿Cuantos debería de tener?-escucho a Taylor.
-Siendo una adulta, seis-digo mientras que me siento en la camilla.
Los dos se acercan rápidamente, evaluándome.
-Raven-me llama Taylor-. Gracias al cielo.
-¿Qué pasó?-cuestiono.
-Tu saturación en sangre bajó como ascensor sin cuerda-me comenta el pelinegro, lo veo y encuentro esos ojos grises, encontrando calor-. Pero ya estás bien, solo qué curamos las heridas, estaban muy infectadas y eso ayudó a que casi te mueras, te pusimos suero, tienes una gastritis muy severa y principios de hipotermia.
Asiento y se me sale una ligera sonrisa.
-Por suerte, hay personas que duran hasta cuatro horas con hipotermia y salen vivos de ello-le digo, aunque ya debe saberlo.
-Exacto-me responde.
Me quiero bajar de la cama cuando Taylor me pone una mano impidiéndomelo.
-¿Qué haces?-le cuestiono.
-Tienes que descansar, estuviste una semana perdida Raven-mis ojos se abren como platos-. No comiste nada en esos días y bajaste ocho kilos. Necesitas comer, dormir y absorber todo el calor que puedas.
Aquí vamos...
-Taylor estoy bien-digo tocando el piso-. Solo tengo unas ganas enormes de comer y de hacer pipi, ¿Me dejas?.
Me señala la puerta del baño y entro, cuando salgo en la cama ya hay un desayuno completo. Veo tostadas, huevos, tocino, unos panqueques, jugo, y helado.
Devoro todo en cuestión de segundos y cuando siento mi panza a punto de explotar.
Ellos me vigilan a cada momento, no me pierden de vista.
Continúo comiendo y cuando termino, definitivamente me siento mejor, mucho mejor. Me traen ropa limpia y me visto en el baño, cuando salgo, me dicen que debo seguir en observación unas cuantas horas, por lo cual protesto pero no me queda de otra.
Me vienen a visitar las chicas con los chicos pero no llego a ver a los Quinn. No puedo evitar sentir una punzada de decepción en el pecho, no han venido a verme y estaba con ellos cuando casi me muero.
Ruedo los ojos al sentirme así.
Vamos Raven.
Cuando pasan unas cinco horas Asher me dice que ya entré en calor, que estoy perfecta pero debo de venir todos los días a limpiarme las heridas.
-¿Qué harás ahora?-me cuestiona.
-Definitivamente, dormir, mucho.
-Raven, ¿Estás al tanto de que día es hoy?.
-Bueno considerando que pase una semana algo ruda, no.
Él deja ver sus dientes blancos cuando sonríe y yo intento comprender el porqué.
-Es cinco de diciembre.
-Ajá ¿Y qué...?
Me detengo cuando caigo en cuenta.
Es mi...
-Es tu cumpleaños.
Mis ojos se abren como platos al escuchar esa frase salir de sus labios. No puedo creer que no lo recordara.
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ARMAS LETALES © [ Despiadados I ]
FantasyCliché. Esa esa la definición perfecta de la vida de Raven. Para ella es perfecta a pesar de su rutina tan pesada, pero aunque no quiera admitirlo, siempre sentía que faltaba algo. Su vida da un giro de 180°, un giro realmente grande, pero sobre tod...