Capítulo 39

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—Thadea. —La voz de Ryle hizo eco en la habitación, sus ojos se llenaron al verme.

Todo sobre él es confuso, lo que me dijo, luego, lo que hizo cuando intentaron quemarme y lo único que me queda claro es que verlo me hace volver a respirar.

—Ryle, llegaste. —la voz tan firme de la reina me hizo recordar en dónde estamos, y bajo qué circunstancias nos encontramos.

Él hizo un furioso ademán y clavó los ojos en su madre, rojo de ira, tiene  una camisa blanca abotonada hasta el pecho, el cabello desordenado y unas ojeras que me hacen creer que no durmió demasiado, se quedó en la puerta.

—¿Qué hace ella aquí?— le espetó a su madre  refiriéndose a mí.

—Quiero negociar con ella. —La reina hizo una sonrisa irónica.

Yo no quiero negociar con ella.

No quiero nada que venga de ella.

Una cosa es relacionarme con Ryle, lo cual ya me hace sentir culpable y  una completa  traidora, pero si quiera pensar en hacer un trato con la Reina Narine es horrible, jamás lo haría, jamás lo haré, necesito salvar a cada una de las brujas, que no muera nadie más a causa de esta hija de puta, no pasará.

—Ella no negociará contigo —dijo él antes de que yo pudiera responder, miré a la reina y sólo fui capaz de sentir el odio, todo el odio que llevo dentro, que va dirigido únicamente a ella, se lo ganó muy limpiamente.

—No hables por ella, hijo. —Ryle apretó la mandíbula al escucharla llamarlo así. 'Hijo' mi madre jamás me llamó así, ella me decía siempre por mí nombre y aún así, sé que ella me amó más de lo que la reina es capaz de amar a alguien, quisiera haber tenido esa capacidad tan grande de amar antes, así quizás hubiera apreciado a mi madre. —Además, aún no propongo el trato. —continuó la reina.

—No me interesa escucharlo. —le dije firme y procurando que mi voz no se quebrara en medio de la frase.

—Buah, que terca. —dijo ella como si todo fuera una broma, una linda conversación con amigos, cuando lo único que quiero es asesinarla con mis propias manos por haber causado tanto daño a todos, a las brujas que ha asesinado y también a Ryle, por permitir que su padre lo golpee de esa forma, por hacerlo creer que no es suficiente.

—Te propongo esto... Thadea. —continuó la reina— Vivirás acá, no te dañaré, no te tocaré un pelo si así lo deseas. —Su sonrisa maligna me hizo notar que hay algo más, no puede ser así como así, no tan fácil, hay un pero, siempre lo hay —A cambio, deberás ser imagen pública del castillo, ya sé, eres una ignorante bruja, déjame explicártelo; Deberás asistir a eventos, involucrarte con la familia real y ser abiertamente una bruja aquí.

—No. —le dijo Ryle a penas ella terminó de hablar.

—No lo entiendo. —le dije confundida y olvidando por un momento con quién me encuentro hablando.

—Así de fácil. —me respondió con un chasquido. No, no así de fácil, debe de haber alguna trampa. —¿Aceptas?

—No.— dijo Ryle nuevamente, sus cejas estaban curvadas y no pude evitar notar lo lindo que se ve enojado.

—Debe haber una razón, para qué me necesita aquí. —dije desesperada por una respuesta —¿De qué le puedo servir yo? Es usted patética. —No debería aceptar, deben haber trampas, pero aún así, necesito hacer algo, estoy cerca de poder parar toda esta cacería de mierda y de alguna forma salvar a más de una bruja, además, aunque sigo profundamente dolida y enojada con Ryle, no puedo dejar de verlo de un día a otro, eso no me haría bien.

Trono De Brujas ✔️ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora