Con esas palabras todos nos dimos cuenta de lo grave que era el asunto con el que lidiábamos.
Nos dividieron en grupos de diez o doce personas, parecía que no seguía ningún patrón específico, pero al analizar bien, pude notar que todos nosotros teníamos una habilidad distinta. Supongo que se esperaba la complementación de nuestras capacidades.
En mi grupo, éramos siete chicas, y solamente dos chicos. Intenté entablar conversación con ellos pero no logré mucho más que conocer sus nombres.
Vi que Aden caminaba entre los cuatro grupos formados, con las manos por detrás y el mentón bien en alto. Alec y Jace parecían analizar desde lo alto las actividades y tareas que se nos asignarían.
Cuando Aden pasó junto a nosotros, se detuvo y se incorporó, haciéndose un espacio a mi lado.
-Bien, todos nosotros trabajaremos juntos en esto. -Dijo Aden autoritariamente- En unos minutos se nos darán instrucciones para comenzar con nuestras labores. -
Me sentía como el primer día, prácticamente una extraña. Todos mis amigos estaban divididos, lo que me ponía bastante nerviosa. No sabía cómo era la forma de trabajo de estás personas, y creo que todos nos sentíamos de la misma manera.
Alec y Jace empezaron a dar los roles de cada grupo formado.
A algunos se les asignó la búsqueda de Stain y aliados, a otros la investigación más administrativa, a otros la alianza internacional, y a nosotros se nos asignó el patrulleo de la ciudad.
Después de saber esto, decidimos ir todos juntos a una sala de entrenamiento para formar las duplas y crear un plan.
Mientras los demás caminaban, me desvíe un poco para ir con Jace, quien estaba terminando de hablar con un grupo de chicos.
-¡Hola! -Dije emocionada.
-Hola princesa, ¿Se encuentra todo bien?- Me tomó por la cintura y me llevó a una esquina un poco más apartada. Era la primera vez que hacía contacto físico conmigo en público.-
-Si, todo bien. Solo tengo curiosidad por saber dónde estarás en todo este alboroto. -Tenía la esperanza de que pudiésemos trabajar juntos aún.
-Esta vez deberé quedarme con Alec. Ya sabes, la coordinación de tantos guerreros no es sencilla, y después de todo es mi parabatai.
-Oh. -Hice un gesto de decepción. -Supongo que solo me quedará extrañarte. -Dije susurrando casi en su oído.
-Quita esa cara de preocupación, en la noche lo soluciono. -Dijo igualmente susurrando, y cerrando la frase con un guiño.
Me alejé para incorporarme con mi gente.
Estaban combatiendo en pares, ya que las rondas usualmente se hacen de dos personas, por lo que intentábamos averiguar quiénes trabajaban mejor juntos. Era una especie de juego, dos parejas se enfrentaban y se evaluaban sus fortalezas juntos, si no las tenían, se formaba una pareja distinta.
Había un una pareja de parabatais, Gwen y James. Parecía que su combate era coreografiado, o como si se comunicaran con telepatía. Nunca termine de entender como es que funcionan los parabatai, y para ser honesta, nunca creí que yo necesitara uno, me gustaba trabajar por mi cuenta.
Vi un par de enfrentamientos más, el sudor goteaba en el piso acolchado de la sala, y así uno a uno fue encontrando su par.
Fui de las últimas en pasar, una chica llamada Olivia fue mi mano derecha. El combate fue contra una de las parejas ya antes formadas, pero perdimos el ritmo rápidamente ya que teníamos estilos muy distintos de coordinarnos, por lo que fuimos derribadas.
Me levanté dispuesta a intentarlo una vez más.
-¿Lo intentamos, Phoenix?-Preguntó Aden acercándose a mi.
-Por supuesto. -Dije activando un Iratze por una torcedura, producto de mi caída anterior.
Me levanté y Aden y yo nos dirigimos al centro de la sala sin saber que nos esperaba. Teníamos frente a frente Gwen y James.
Sorprendente nos entendimos de maravilla, y pudimos conllevar aquella pelea de forma satisfactoria; con algunas patadas y mortales, golpes y esquives, derribe a Gwen sometiéndola en el piso, declarandonos Victoriosos.
Finalmente, se decidió que Aden y yo trabajaríamos codo a codo en los patrullajes.
-Impresionante- Aden me miró arriba a abajo como escaneandome. -Me sorprendiste.
-¿Sabes? Escucho mucho eso desde que llegué aquí. -Dije bastante orgullosa de ello.
-Eres una Blackthorn. No debería sorprender tanto a la gente que seas una buena guerrera. -
Su comentario hizo que una sonrisa de satisfacción se dibujara en mi rostro, para posteriormente ver qué Jace estaba entrando a la sala.
Me tomo por la cintura una vez mas, autoritariamente.
-¿Todo bien por aquí? -Tenia el celo fruncido y no se veía muy contento. Solo en ese momento comprendí que intentaba marcar territorio o algo por el estilo.
-Si, Jace, todo bien. -Fui muy cortante con esa respuesta, no me gustaba que me trataran como una propiedad. -Lo siento, estábamos un poco ocupados.
-Esta bien. Hazme saber cualquier cosa Phoenix. -Se alejo y salió de la sala, dejándome una vez mas con Aden.
-Asi que... ¿Tu y Herondale?- Preguntó Aden marcando aún más ese acento.
-Perdón, ¿Que? -Estaba un poco distraída así que apenas capté la pregunta.
-Si, ¿Eres novia de Herondale?-
Novia... Era una palabra en la que realmente no había pensado, no me había puesto a pensar en que rayos éramos Jace y yo desde lo que había pasado hace unos días, y no estaba segura de querer descubrirlo, pero ahora que Jace estaba decidiendo dar muestras públicas de lo nuestro, debía empezar a pensar en una forma de responder a esa pregunta... O al menos hablar con Jace.
Creo que Aden pudo ver mi mirada de confusión porque comenzó a reírse.
-¿Tu tampoco lo sabes, Huh?- Dijo aún entre risas.
-No es momento de hablar, vamos a entrenar. -Voltee la mirada y me dirigí a las armas.Después de unas horas de entrenamiento, era momento de descansar. Tomé un baño caliente una vez más y me dirigí hacía el comedor... Una vez más.
Estaba comenzando a crear una rutina dentro de aquel lugar.
En el pasillo, pude ver a Jace por detrás, dirigiéndose a su lugar, la biblioteca. Decidí ir tras el porque la corta conversación con Aden unos minutos atrás me había dejado algo confundido.
Entré para verlo ya sentado en el lugar de siempre.
-¿Te molesta un poco de compañía?-Me dirigí hacía el.
-Si es la tuya, nunca. -
Me paré frente a él y coloque mi mano en su rostro, sintiendo los cortos vellos en su barba, era una sensación que me hacía sentir como si ese fuera el lugar y momento perfectos.
-¿Que pasa, princesa?
-¿Por qué me llamas así?- Le pregunté con curiosidad. -Lo haces desde el día que llegué.
-Porque pareces una. Pero ¿sabes algo? Eres más una guerrera que una princesa, eso lo he aprendido al cabo de unos días.
-Te lo dije. -Sonreí para darme cuenta de que estaba un poco sonrojada.
-¿Que querías preguntarme Phi?
-¿Cómo....? -Me extrañó ya que no había mencionado nada sobre una pregunta.
-Conozco esa mirada, se que quieres preguntarme algo.
-Bien, antes de que sigas alardeando sobre lo mucho que me conoces, quería preguntarte sobre algo que me dijo alguien en el entrenamiento y me dejó pensando... Tal vez te asuste y no es mi intención, pero...- Antes de poder terminar Jace me interrumpió
-¿Quieres saber que somos, cierto?
-Basta. -Me rei. -Esta bien, adivinaste.
-Sabes que me gustas, y creo que es mutuo. No había pensado en ponerle etiquetas a esto, al menos no ahora. Pero si es lo que quieres... -Lo interrumpí-
-No lo hagas, solo quiero saber si somos, ya sabes, exclusivos.
-Por completo, princesa. No debes preocuparte por eso, tienes toda mi atención para ti sola. -
Esa respuesta me dejó tranquila, estuve con Jace y después decidí continuar mi camino al comedor porque moría de hambre... Jace aún no quería comer con todos, pero ese día decidió acompañarme y fue una sorpresa.
Eran días muy, muy lindos.
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AMISSIO- Jace Herondale
Любовные романы¡Hola, mucho gusto! Me presento, soy Phoenix Blackthorn, una Cazadora de Sombras bastante común, a punto de comenzar de nuevo en el Instituto de Nueva York, lo cual tiene mis emociones un poco agitadas. Me siento emocionada y nerviosa de lo que pue...