Fortune Cookie ♥ ♥ Jaehi

Capítulo Uno: «No lo sabrás si no lo intentas»

Jaehyuk supo que su clase había terminado cuando todos a su alrededor empezaron a irse, el castaño había estado tan distraído que ni siquiera se percato de que el profesor se había retirado hace ya un rato así que solo tomo sus cosas sin dejar de observar de reojo a su distracción, y con eso se refería a Kim Doyoung, su compañero de clases desde que inicio el curso y uno de los chicos mas lindos del mundo.

El castaño tuvo un crush con Kim desde que lo vio pero nunca encontraba una forma de acercarse, Doyoung era muy sociable y carismático por lo que tenia un montón de amigos, y no es que Jaehyuk no fuera muy sociable también, simplemente el hecho de acercarse sabiendo que era el chico que le gustaba hacia que se pusiera nervioso cada vez que lo intentaba.

Pensó en como casi un año había transcurrido desde que decidió mudarse para empezar la universidad, su madre siempre decía que era todo un aventurero y que se adaptaba fácilmente a cualquier entorno, el no se consideraba del todo aventurero pero admitía que si se adapto rápidamente a la nueva ciudad, la universidad y sus compañeros eran agradables, había formado un grupo de amigos, lo único que seguía siendo completamente desconocido y atemorizante al parecer era estar enamorado de un chico demasiado lindo que hacia que incluso sintiera mariposas en el estomago como si solo fuese un adolescente enamorado, quizá el amor era igual sin importar la edad en la que uno se enamora.

—¿Ya le hablaste?— Le pregunto Yedam apenas se encontraron en los pasillos.

—Hola Yedamie, yo también estoy bien y no no le hable a Doyoung— Saludo el castaño con un poco de burla, conoció a Yedam poco después de que empezarán las clases y de alguna forma terminaron por hacerse mejores amigos, ambos tenían gustos similares y compartían el amor por el fútbol. Y Bang sabía sobre su enamoramiento y no perdía oportunidad para alentarlo a hablarle a Doyoung o burlarse un poco de él.

—Vamos, no puede ser tan difícil, puedes solo pedirle alguna tarea o algo, son compañeros de clases— Para Yedam era un poco sofocante que Jaehyuk se volviera tan inseguro cuando se trataba de Doyoung, por favor, el castaño tenía una gran fila de admiradores y le caía bien a media universidad ¿Cómo podría ser tan difícil hablarle a uno de sus compañeros de clases.

—Y tu podrías solo invitar a Yoshinori a comer algo luego del entrenamiento.

Aunque no fuera su intención ambos amigos terminaron por sentirse un poco derrotados ¿Por qué hablarle a tu crush debía ser tan difícil? El mundo definitivamente sería un lugar mejor si hablarle a la persona que te gustaba fuera más sencillo.

Realmente la vida de Jaehyuk no era demasiado complicada, su padre le enviaba dinero cada mes ya que quería que se enfocará por completo en sus estudios, vivía en un departamento pequeño de una sola pieza ya que no veía la lógica de tener muchas habitaciones si estaría solo, cursaba su primer año de ingeniería y obtenía notas decentes, a veces jugaba fútbol con Yedam y cada noche cenaba en el mismo pequeño local de comida china.

Lo último era un poco entretenido para él debido a como adoptó dicha costumbre, cuando llegó a Seúl vivía a base de delivery y comida instantánea, a veces Yedam venía a su pieza y cocinaba para ambos, pero una noche se quede hasta muy tarde estudiando en la biblioteca de la universidad y al salir empezó a llover ¡Fue una completa locura! Su mochila estaba repleta de libros y papeles importantes por lo que tuvo que quitarse el suéter para cubrirla y proteger su contenido, pero debido a eso termino con solo una camiseta blanca corriendo como loco a las ocho de la noche bajo una fuerte lluvia que parecía querer derretirlo o algo así, y también se perdió, al parecer por su apuro por llegar a casa cruzó en una calle equivocada, y no solo eso, también tropezó con un chico delgado que acababa de salir de un pequeño local con algunas bolsas en sus manos.

Y ahí es cuando conoció a Asahi.

El japonés primero lo insulto por no tener cuidado y correr como loco bajo la lluvia pero luego lo invito a pasar rápidamente al local que resultó ser una pequeña tienda tradicional de comida china, sip, era comida China en Corea y la preparaba un chico japonés. En realidad Asahi solo era ayudante de cocina pero era más entretenido decir que era un japonés quien cocinaba.

Asahi hablo por unos minutos con la dueña del local y está accedió a prestarle uno de los uniformes de los meseros a Jaehyuk para que no anduviese todo empapado ¡Incluso le ofreció un plato gratis! Al parecer la mujer tuvo la impresión de que este joven castaño, guapo y estudioso se quedó hasta tarde repasando e incluso tuvo que correr bajo la lluvia. Fue algo así como el peor mejor día de su vida ¿Lo mejor de todo? Resulto que no estaba del todo perdido y el local de comida siempre estuvo detrás del edificio en donde vivía.

Así que en lugar de seguir pidiendo comida a domicilio o sobreviviendo a base de ramen instantáneo Jaehyuk decidió solo cenar ahí cada noche, la comida era deliciosa y los precios accesibles y también era entretenido poder hablar con Asahi de vez en cuando.

—Come, si dejas que se enfrié no será igual— Le indico Asahi como cada noche, dejando su comida frente a él, esta lucia igual de deliciosa que siempre por lo que el castaño no demoro en tomar sus palillos para empezar a comer.

—¿Debería hablarle a mi crush?— Pregunto de manera un poco repentina Jaehyuk, tomando un gran bocado y exclamando porque efectivamente su comida estaba igual o incluso mas deliciosa que siempre. Asahi siempre era amable, no eran como los mejores amigos pero se llevaban bien y el japonés de ves en cuando solía charlar con el mayor mientras este comía pero por alguna razón su pregunta le resulto molesta a Asahi.

—No lo se, pregúntaselo a tu galleta de la suerte— Bufo el japonés con una mueca, entregándole un paquetito transparente que contenía su galleta para dedicarse a atender a otros clientes.

Ok, eso había sido un poco raro ya que el chico de tez pálida siempre era agradable pero Jaehyuk pensó que quizá solo no quería hacer esperar a los demás clientes por lo que tomo su galleta para observar detenidamente la envoltura de plástico, ¿De verdad debía dejarle la decisión a una galleta de la suerte? Supongo que no hay nada que perder, se dijo a si mismo el castaño abriendo el pequeño paquetito para observar un poco mas la galletita.

La rompió con cuidado, dejándola a un lado para leer lo que ponía el papelito en su interior.

«No lo sabrás si no lo intentas»

De acuerdo, no lo sabrás si no lo intentas, repitió el castaño una vez mas ¿Y eso qué se supone que significaba?