Se encontraba un niño escapando de uno de los sirvientes de su madre, corría por los pasillos del gran castillo, su madre, la reina, quería llevarlo a presentarlo ante la princesa del reino vecino. Pero el pequeño Kanon, no quería salir del castillo, siempre tuvo miedo de salir al exterior, pues además de que su madre se lo prohibiera, escuchaba todo el alboroto que hacia el pueblo, y le asustaba en hecho de que fuera algo malo.

Mientras que la reina estaba completamente estresada porque no encontraba su vestido indicado para esa ocasión, era la primera vez que se lo pondría, y le daban ansias por tenerlo puesto, pero no lo encontraba, es como si hubiese desparecido.

-¡¡MARÍA!!.-Llamó la reina en un gran grito que rezonó en los pasillos del castillo.

La mencionada María, una mucama, llego corriendo al llamado de su reina. Llego a su habitación, toco la puerta, la reina de inmediato le abrió, María se inclino ante su majestad con respeto.

-¿Se le ofrece algo mi reina?

-!Quiero que llames a Janeth! ¡Pero ya!.

-Si mi reina.-La mucama hizo referencia y salio de allí rápido.

La mucama fue corriendo donde uno de los soldados, dando la orden de su reina, y así el soldado partió al pueblo en busca de la costurera Janeth, la mejor costurera del pueblo.

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Llamaron a la puerta, Janeth se acerco a abrir, y vio al joven soldado, quien hizo una pequeña reverencia. Y dio la orden, Janeth se retiro para preparar sus cosas, y un pequeño niño se acercó.

-¿Mamá?, ¿A donde vas?

-Oh Saga...-La mujer se acerco a el y se inco para estar a su altura.-Necesito ir a el castillo, la reina requiere mi presencia...

-¿Puedo ir?

-.....-Janeth se quedo pensando, pues si llevaba a Saga, tal vez hubiese problemas, pero si no lo llevaba, se quedaría solo en la casa, ya que el padre se había ido a trabajar.-Esta bien, iras...

-¡Sí!

-¡Pero!, no quiero que te separes de mi, no quiero que causes problemas Y no quiero que hagas una travesura o algo parecido.

El pequeño niño movió su cabecita de arriba a abajo varias veces, afirmando que se portaría bien.

Y así Janeth y Saga fueron llevados por el soldado hacia el castillo, donde ya se la reina, que esperaba desesperadamente a Janeth.

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Llegaron al castillo y María los llevo donde la reina, llegaron a la habitación y la reina los hizo pasar.

-Buenos días mi reina.

-¡Janeth! ¡Necesito tu ayuda urgentemente! ¿Recuerdas el vestido que me hiciste? ¡Desap-...!-La Reina vio al niño que acompañaba a Janeth, había quedado paralizada.

-¿Mi reina?

La reina volvió a la realidad, Saga estaba confuso, ¿Porque la reina lo miro así?, Janeth empezó a tomar las medidas, para hacer el vestido hay mismo y rápido. Mientras Saga observaba.

-¿Es el?-La reina pregunto en susurro a Janeth.

-Si su majestad, no causara problemas..-Contesto mientras seguía tomando las medidas.

Saga estaba sentado en una de las sillas, mirando hacia uno de los estantes de la reina, que estaba lleno de joyas, aunque el no veía exactamente las joyas, si no una figura algo descolorida y maltratada, era un joven que protegía a otro de una serpiente.

La reina noto eso, y sonrió. Le ofreció a Saga que saliera a jugar al patio, el niño acepto encantado, saliendo de la habitación.

Caminaba por lo pasillos viendo las decoraciones del pasillo con asombro.

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Kanon corría de una de las mucamas, seguía negándose al hecho que lo presentaran ante otras personas. Por fin había desparecido de la vista de la mucama, y siguió corriendo sin darse cuenta que había chocado con alguien.

◇Unidos por Siempre◇{Saga y Kanon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora