𝑂𝐶𝐻𝑂

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Se volvieron a besar cuando cayeron acostados encima del otro en la cama al llegar a la casa. Las bolsas de compras en la puerta con las gafas de sol de ambos y el único paraguas negro. Se besaban una y otra vez con gemidos. S. M abriendo los botones de su camisa con velocidad sobrenatural a pesar de que seguían besandose en velocidad normal.

Al abrir la camisa de su ángel, dejó de besarlo para mirar abajo a sus pezones. El demonio pasa su lengua por el pezón derecho. Arqueando la espalda del ángel. El Líder Infernal gira su lengua por la aureola del pezón unas cinco veces. Robándose gemidos suaves tranquilos del ángel.

Se mueve al otro pezón para hacerlo lo mismo. Luego de hacerlo, agarra ambos pectorales con sus manos fuertemente y prosigue a recorrer su abdomen con besos.

Abre los pantalones del ángel al restaurar su espalda. Y le quita los boxers y pantalones. —¿Estás caliente hoy, ángel mío?— Pregunta Sergei Mew con una voz rasposa.

—No digas cosas así.—Se avergüenza el ángel. El demonio ríe un poco. Agarrando ambos tobillos del ángel.

—Sí. Lo siento, lo siento, se me olvida que a veces eres,— Sergei Mew le besa una rodilla. —demasiado inocente como para decir vulgaridades como esas.

—Espera. Esta vez... Quiero intentar algo.— El angel dice sentándose en sus rodillas. Empuja suavemente a Sergei Mew a que quede acostado. Sergei Mew se le queda viendo en todo momento.

—¿Está bien si me siento en tu rostro?

—Claro, Gulf.

El ángel entonces se da la vuelta, se pone de pie para caminar hacia atrás y luego sienta sus rodillas antes de sentar su parte baja en la cara de Sergei Mew. Gulf toma las manos del demonio para ponerlas en sus pectorales. Apretando ahí fuerte.

El demonio comienza a utilizar su lengua. Una y otra vez. Consecutivamente. El ángel comienza a gemir, pero brinca un poco en la boca de su novio. Este sigue usando su lengua y jugando con sus pezones.

Hasta que llega a un punto en el que debe sostener las caderas de su inquieto novio. Este ya comenzaba a gemir sin control por la lengua de su demonio. Vaya que sabía cómo usarla. Siempre la ha sabido usar. Sergei Mew siguió usándola hasta que decidió entonces masturbarlo con una mano.

—¡Es mucho!— Gime con dificultad el ángel con sus flequillos sudados contra sus párpados. Extasiado sexualmente. Hasta correrse en su propio abdomen.

Se corre y está tan extasiado que solo puede respirar agitadamente. Él alza su trasero un poco, revelando una erótica imagen de Sergei Mew con todo su cabello hacia atrás y su lengua sensualmente por fuera mientras lo miraba con ojos lujuriosos.

—Es tu turno Sergei Mew...— Susurra el ángel.

—De acuerdo.— Dice el demonio regresando su lengua a su paladar.

Gulf entonces se acuesta sobre su propio pecho con una almohada bajo su parte baja, así su culo queda alzadito y Sergei Mew se alínea en él. Dejando su miembro entrar de a poco.

Gulf gruñe mientras aprieta sus ojos cerrados hasta que su novio a entrado en él. Una vez dentro, él lo toma de las caderas para moverlo a su ritmo. Embistiendolo con acercamientos de su culo de melocotón. Dando en el punto que es.

Lo embiste una y otra vez. Rebotando los cuerpos de ambos. Sergei Mew le besa el cuello, y le muerde un disco de la espalda para que quede una marca ahí. Gulf hunde su cabeza en el matre de la cama con gemidos constantes.

Los Oscuros 3 • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora