𝐹𝐼𝑁𝐴𝐿

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—¿Cómo van las cosas por aquí, hijo?— Pregunta sarcásticamente el Todopoderoso manteniendo una sonrisa llena de gracia.

—B--B--Bien.— Tartamudea El Reglamentario mirando nerviosamente hacia los lados todo encogido de hombros.

—Mm. Ya veo.— El Todopoderoso dice con una sonrisa más tensa frunciendo el ceño. De detrás de la firme figura del Todopoderoso, no solo se asomo el león, se asomó robocito también. Robocito se asoma e inmediatamente respinga al ver a su amigo llorar en alto habiendo perdido una ala.

S. M abraza con igual frustración a su ángel. Completamente enojado por que ahora su ángel estaba herido. Herido, sumamente sin fácil arreglo. Acababa de perder una de sus enormes alas. Alas que lo hacían volar con libertad. Alas que no con una sino dos le daban todo el poder de dominar los vientos.

—¡Ángel Gulf!— Robocito se mueve tan rápido como puede hacia su amigo ángel. Su único amigo de los Cielos. El robocito llega hacia la pareja. —Ángel Gulf...— Murmura con tristeza el robot.

—Ngh... Mm...— Gulf solloza aferrándose al pecho de su novio. No quería que lo vieran a la cara. Estaba destrozado por su ala. Sergei Mew gruñe con rabia volviendo a mirar al Reglamentario.

—Te di una oportunidad, hijo.— Dice el Todopoderoso mirando al Rey Infernal con algo de pena. —Una oportunidad. Pero no me demostraste ser apto para esto.

—¡No! Yo soy mejor que tú. Aún no ha pasado otro año, aún te puedo probar que soy mejor que tú. ¡Los humanos! Ellos querían acariciar a los leones ¿no? ¡ahora pueden! No deben temerle a todas las bestias del mundo. ¡La sed de sangre! Todos quieren matar. Yo solamente les di lo que querían.

—Sabiendo que la sed de sangre no es bueno.

El Todopoderoso gruñe. —Los dioses iban a desaparecer a causa de ti porque nadie tenía tiempo para rezarles. O siquiera valor.— Sigue tirando hechos el Todopoderoso. Todos siendo ciertos. El Reglamentario se encoge más de hombros.

—Yo... ¡YO TE MATE!— Grita El Reglamentario y recibe una fuerte cachetada del Todopoderoso. La cachetada fue tan fuerte que por los aires lo mandó a volar. Su cuerpo chocó contra una pared, rompiendo un par de bloques antes de deslizarse débilmente por esta. Iba a caer de trasero de no ser porque Sergei Mew llegará hasta él con súper fuerza y lo agarrase del cuello. Sujetándolo contra la pared. Gruñendo con sus colmillos por fuera y sus ojos completamente en negro.

—MIRA LO QUE LE HICISTE. POR TU CULPA.— Gruñe el vampiro con una voz infernal que manda miles de escalofríos por cualquier espalda de cualquier humano.

—H--Hijo mío, yo no quería que eso pasará.— Dice El Reglamentario con dificultad aunque sonríe un poco. —Pero bueno, eso lo mantendrá lejos de lo que no le importa.

Se burla el Rey Infernal y eso estalla la furia de Sergei Mew quien grita fuertemente y lo azota contra el suelo. De ahí, un hueco bajo ellos se abre. La especialidad del vampiro.

Van cayendo por un túnel terrenal. Cayendo y cayendo. Con Sergei Mew encima de él sin dejar de agarrar su garganta hasta que llegan al infierno. El vampiro lo azota contra el trono infernal. Justo en el azote, el Reglamentario abre su boca en una "O" muy adolorida. Con su ceño fruncido. Sangre brota de su boca a por pequeñas cascadas antes de débilmente mirarse a los hombros.

S. M se baja de él y resulta que el ángel Gulf le pareció clavar muchas plumas filosas antes de que bajaran por el túnel terrenal. Tiene un montón de alas enterradas por todo su pecho. Desde los hombros, las clavículas, al hombro izquierdo. El Reglamentario se encuentra temblando. Apenas se puede mover.

Los Oscuros 3 • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora