⁴' (tie me tight and use me gently) ; LT

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SUMARIO: Frat boy Harry, Daddy Kink, BDSM, degradation kink

NOTA: Todo lo que ocurre en este os es CASUAL, por lo que no está descripto como una sesión de BDSM, es más que nada solo la mención de las prácticas, y alguna que otra cosa tomada de por ahí. También es la primera vez de Harry probando estas cosas, por lo que todo es más suave y tranquilo a cómo sería realmente una sesión, take it easy :)

me avisan si ven algún error <3

* * *

En el momento en que Harry ingreso por la puerta, Louis supo que iba a llevarlo a casa esa noche.

Era simplemente el muchacho más hermoso que alguna vez hubiera visto.

Se sintió un poco culpable cuando la persona hablando en su costado perdió toda su atención, pero no podía despegar los ojos de él.

Se veía pequeño, fuera de lugar. Sus manos jugueteaban nerviosas frente a su estómago, intentando resguardarlo.

Tenía unos rizos cortos cubriendo parte de su frente, algo despeinados, pero aún así se podía apreciar cada facción de su rostro.

Llevaba unos apretados jeans negros, que se pegaban a sus largas piernas y remarcaban esos muslos que Louis ya podía sentir bajo sus dedos.

Arriba, una camiseta básica, blanca, y un par de pulseras en sus muñecas. Tenía los brazos repletos de tatuajes, y Louis podía imaginar que cantidad de trazos escondidos encontraría mientras recorriera su cuerpo.

El chico no se veía incómodo, solo un poco desorientado, y antes de que Louis pudiera pararse y avanzar hacia él, apareció a su lado para tomar asiento en la barra.

Ni siquiera lo miró, solo se quedó sentado, retraído sobre si mismo, sin siquiera pedir una bebida.

Louis vio la oportunidad y se inclinó hasta él, solo lo suficiente para hacerse escuchar por encima de la música.

"¿Puedo invitarte una bebida?" Pregunta, con su tono más casual, pero aún así seductor.

La verdad es que no se aparecía por el bar hace demasiado tiempo, pero sentía que aún tenía sus encantos.

'Maison De Plaisir' era un bar BDSM que Louis había descubierto por casualidad, y se había vuelto cliente recurrente en su momento.

No era como si él tomara el BDSM como un estilo de vida, solo lo implementaba en lo respectivo a su vida sexual, pero disfrutaba desconectarse un poco de todo y dejarse llevar en lugares como ese.

Luego, al ir creciendo, dejó de asistir con tanta regularidad, pero aún disfrutaba aparecer algún fin de semana y ver cómo iban las cosas.

Hacia bastante no volvía con nadie a casa, solo iba a pasar el rato. Más aún cuando la mayoría de personas preferían quedarse allí y montar una sesión en los espacios especiales del lugar.

Louis se adaptaba muy bien a sus acompañantes, y uno de sus placeres más grandes es complacer y ver felices a sus parejas, pero la exhibición, no. Eso de compartir no es lo suyo.

Al final, termina volviendo solo, y recurriendo a los mismos acompañantes de siempre para pasar un buen momento.

Pero este chico, dios, si tiene que ponerse de rodillas y rogar para que lo dejara llevarlo a su apartamento, lo hará.

El muchachito lo mira, sorprendido de que alguien le está hablando, y boquea un poco antes de contestar.

Louis no puede despegar la mirada de sus labios, lucen rojizos y apetecibles, y puede imaginar cómo le gustaría usarlos.

«fais de beaux rêves» libro de smut larry ; one shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora