Un hombre muerto a un lado del camino

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-"Solía viajar por la noche para evitar el tráfico. A esas horas de la madrugada el silencio y la profunda oscuridad envuelven todo el lugar.
Tanta tranquilidad y tanto silencio.
Puedes escuchar tu respiración".-

Hoy temprano por la mañana mi familia está lista para salir de vacaciones. Hemos hecho preparativos desde el día anterior y es hora del viaje. Decidimos salir de la ciudad en un viaje en carretera de almenos dos horas en el auto de papá para llegar a nuestro destino. Es por eso que hoy hemos madrugado para poder llegar temprano y no quedar atrapados en el tráfico, o almenos ese era el plan.
Temprano por la mañana, justo en el momento que teníamos pensado salir, a comenzado a llover fuertemente. El cielo está completamente gris, el aire se siente helado y la intensa lluvia viene acompañada de fuerte granizo. Parece que debemos esperar a que pase un poco, pero está lluvia tan fuerte tomara almenos una hora.
Mi mamá preguntó a papá si puede conducir el auto con este clima, pero papá recomendó que por seguridad debíamos esperar a que pase un poco. Ahora me siento tan aburrido. Ya teníamos todo listo. Sin nada que hacer hasta que pase la lluvia.
El pronóstico del tiempo se ha vuelto a equivocar.
Chasquido.
Mamá ha preparado un pequeño almuerzo y ha calentado agua para café. Ahora todos nos sentamos en la mesa a almorzar mientras esperamos.
Mi hermano mayor menea la cuchara dentro de su taza con café y dice: -Debimos salir anoche, para llegar allá hoy por la mañana y que no nos detuviera esta lluvia.-
Papá soltó un gran suspiro y dijo: -No, ya no me gusta viajar de noche.-
-Y eso?.- preguntó mamá.
Por su trabajo mi papá suele salir de vez en cuando de la ciudad. Por un fin de semana al mes debe atender otros asuntos fuera de la ciudad y suele viajar en su auto él solo. Recordé que en varias ocasiones él solía salir muy temprano por la madrugada, cuando toda vía no ha salido el sol, para que no lo detuviera el tráfico de la ciudad. Pero en sus últimos viajes el prefiere irse cuando almenos ya pegan unos cuantos rayos de sol.
Entonces papá sigue diciendo: -Qué no les conté lo que me paso hace unos meses?.-
Mi mamá pone una cara de duda y preocupación y pregunta: -Qué te pasó?.-
Entonces papá comenzó a contar...
Hace unos meses, como siempre, el jefe me pidió que saliera de la ciudad a atender unos asuntos del trabajo. Esta vez tenía que viajar más lejos, así que pensé irme tarde por la noche para llegar ahí por la mañana del día siguiente. Lo normal...
Entonces ese día dormí por la tarde. A la medía noche, cuando ustedes estaban dormidos, yo preparé mis cosas, tomé las llaves y me fui. Hacía bastante frío esa noche y parecía que iba a llover. Pero sentí que había descansado bien, revise bien el auto unos días antes, y pensé que si llovía solo debía bajar la velocidad un poco. Entonces me fui.
Cuándo iba sobre la autopista había poco tránsito. A esa hora solo se veían dos o tres carros a lo largo de la gran autopista de cuatro carriles. Estaba muy silencioso, hacía mucho frío y el suelo estabá mojado porque al parecer ahí ya había llovido. Yo iba sobre mi carril a unos ciento sesenta kilómetros por hora, pero derepente empezó una densa niebla. Subí la luz de los faros de auto a todo y apenas si se podía ver algo. Mejor bajé la velocidad.
Pasando un rato comencé  a ver más y más carros, como si se empezara a hacer tráfico, lo cual es super raro porque esa es una autopista de alta velocidad y de cuatro carriles. No tenía porque hacerse tráfico ahí.
Más y más carros aparecían y tuve que bajar más la velocidad. Llegó un momento que de plano me tuve que detener. Me asomé por la ventana y vi una gran fila de carros como de un kilómetro de largo y a varios policías de tránsito aún lado del camino guiando a los autos con unas señales de luces rojas. Hicieron que el tránsito de la autopista se redujera a un solo carril. Se veían luces de varias patrullas más adelante. Yo quería bajar la ventana y preguntarle al oficial de tránsito porqué habían cerrado los otros carriles a está hora, pero hacía demaciado frío y parece que iba a empezar a llover otra vez. Ni modo, tuve que esperar a que los autos avanzaran.
Pasaron unos diez minutos y parecía como si estuviéramos estacionados. Comencé a desesperarme un poco.
El claxon de los otros autos sonaba por toda la autopista.
Comencé a bostezar.
Empecé a estirarme y a moverme para no quedarme dormido.
Comenzó a llover un poco y las ventanas del auto se empezaron a empañar completamente. Saque un trapo para limpiarlas, pero por más que limpiaba y limpiaba no se desempañaban. Hasta encendí el aire acondicionado y nada.
Luego me espante cuando de repente una persona toco a la ventana de atras de mi auto. Un señor se paro frente a la puerta del copiloto y comenzó a tocarme la ventana. Me hace señas y me pide que bajé el vidrio de la ventana. Me le quede viendo un poco porque se me hizo raro ver a alguien caminando solo por la autopista a esta hora. No parecía un policía. Llevaba puesta una camisa gris con cuadros negros, un chaleco afelpado verde y una gorra roja de visera larga que tenía un bordado que decía "Champions 90" en letras grandes y doradas. La piel de su rostro era morena y ya se veía mayor. Su cabello y su barba de candado estaban grises, pero eso si, su barba se veía arreglada y bien peinada. No parecía un vagabundo o de esas personas que piden dinero en la calle. Me sonrió y sus dientes se veían blancos y sanos.
No paraba de tocar la ventana y yo pensé que al lo mejor me iba a asaltar o algo. Y luego por fin habló. Me empezó  a decir: -Señor, buenas noches. No sea malito. No me da chance de llevarme aquí al pueblo que está adelantito como a treinta minutos? Es que fijese que me quede dormido y ya no voy a poder llegar a tiempo. Nomas aquí adelante al pueblo que está aquí en la primera salida.-
A mí se me hizo muy sospechoso, más porqué no había nada a kilómetros de donde pudiera llegar, y luego diciendo que se quedo dormido? Y se veía que había llovido fuerte y él no se veía empapado ni nada. Le sacudí la mano y le dijé que no podía, pero el insistió.
-Andele jefe! Por favor. Es que ya llevo rato aquí y no voy a poder llegar a pie.-
Yo le dijé que le pidiera ayuda a las patrullas que estaban más adelante, pero de repente se enojó. Comenzó a asotarme la puerta y a patearla. También me gritaba groserías y hasta le empezó a escupir al parabrisas. Yo me enojé y le dijé que no me pateara la puerta o le iba a llamar a la patrulla diciendo que me quería asaltar. Y no paraba de gritarme groserías y de patear la puerta del auto. Yo comencé a tocar el claxon, bajé la ventana de mi lado y le grité a un policía de tránsito que estabá a unos cinco metros. Le advertí que dejará de patearme la puerta porque ahí venía un policía. El solo me mento la madre y siguió pateando y escupiendo al parabrisas. Luego llegó el policía y en seguida me bajé del carro.
El poli me pedía que me quedara en mi vehículo pero yo le dijé que un señor me estabá pateando la puerta del carro y que se veía sospechoso. El policía se extraño y me preguntó en dónde estabá ese señor. Yo me di la vuelta y en el momento que volté a señalarlo en la puerta del copiloto, ya no estaba. El policía me miraba raro y decía que ahí no había nadie. Entonces yo fui corriendo a ver a donde se había ido. Me paso para el lado del copiloto y reviso los daños en la puerta, y para mi sorpresa no tenía nada. Ese señor la estaba pateando super fuerte, hasta pense que la iba a abollar, pero cuando yo la revisé no tenía nada. El poli me sigue y me pregunta a que señor me refiero. Le dijé que había un señor aquí pateadome la puerta y que hasta me escupió en el parabrisas. Entonces revisé el parabrisas y tampoco tenía nada. Me fui para atras a hablarle al auto detras del mío. Le hice una seña al conductor y le pregunté si había visto para dónde se fue el señor que estabá aqui parado patenado la puerta de mi carro, pero el conductor solo me hizo señas de que no sabía a que me refería, que no vio a nadie ahí parado o a alguien pasando. Escuché cuando sonaron las sirenas de una ambulancia que venía por detras. Entonces el policía me pidió que me volviera a meter al auto y que solo esperara a que avance el tráfico. 
Yo me quede pensando. No vi el momento en el que llegó o el momento en el que se fue ese señor.
Que raro.
Pasaron otros diez minutos y por fin comenzó a avanzar el tránsito. Íbamos a vuelta de rueda en el último carril. De poco a poco me fui acercando y comencé a ver las patrullas que cerraban los otros tres carriles de la autopista. Entonces me fui acercando y cuando porfin llegué vi que habían chocado dos carros. Parece que una camioneta de carga alcanzó por detras a un tráiler y éste casi se volcó. La carrocería delantera de esa camioneta quedo aplastada, achicharrada y arrugada como un fajo de billetes. Si, ya se oía que apenas venía llegando la ambulancia. Obviamente todos los carros veían el accidente cuando pasaban por un lado. Cuando yo pase aún lado vi al conductor muerto sobre el volante de la camioneta, y ahí fue lo más feo. Parecía que se abrió el cráneo completamente con el volante y su cabeza borboteaba sangre a chorros, y aún tenía los ojos bien abiertos.
Fue horrible.
Se veía mucha sangre salpicada en su parabrisas roto y también escurriendo por el suelo. Se escuchaba como mis llantas iban pisando los vidrios rotos que quedaron en el suelo.
Luego más miedo me dio cuando me fijé en su ropa. Ese señor muerto en la camioneta llevaba una camisa gris con cuadros negros, un chaleco verde afelpado y en su hombro había quedado una gorra roja de visera larga que decía "Champions 90" en letras grandes y doradas. Tenía el mismo cabello y la misma barba gris.
Por el impacto me frene y me quede viendo el cuerpo. El policía me pidio que continuarán porque estorbaba la ambulancia que ya venía llegando, pero no podía dejar de ver a ese hombre muerto. Era igualito al señor de hace un rato, el que me pedía que lo llevara a su pueblo más adelante. El policía se me acerco porque me vio muy impactado y me preguntó si yo conocía a esa persona.
Le dijé que nunca la había visto.
Le pregunté al poli qué le había pasado o como ocurrió el accidente, y él me dijo que a lo mejor el conductor se quedó dormido y aceleró.
Sentí como el cuerpo me empezó a temblar y comencé a sentirme helado.
Entonces seguí avanzando despacio sin dejar de ver al muerto.
Era igualito.
Todo el camino continúe pensando en eso sin poder creerlo.
No se si solo yo lo vi, pero estoy bien seguro de que ese señor se me apareció y me habló...

Las palabras de mi papá me dejaron intrigado. Para cuando me di cuenta ya se había enfriado mi café. Es una historia completamente real.
Taza vacía.
Resulta ser que mi papá es una persona demaciado incrédula. Si yo le llegara a contar una experiencia de ese tipo le daría igual. Pero esta vez es diferente... él a contado la historia.
Mi hermano mayor no parece sorprendido, pero mi mamá se ve muy asustada. Papá dice que desde entonces ya no le gusta salir tan tarde o tan temprano.
Silencio.
La lluvia a pasado. Ya solo son unas gotas y se asoman unos rayos de sol por las nubes.
Papá dice que es hora de irnos. Debemos tomas nuestras cosas y alistarnos para salir.
Algo no esta bien.
Me siento incomodo. Se podría decir que estoy hasta asustado.
Miro las gotas de lluvia resbalando en el vidrio mientras miro por la ventana del auto. Papá sube la velocidad y las gotas se salpican por todos lados por el viento. A lo lejos aún se ve nublado y puede que vuelva a llover.
No dejó de mirar la ventana.
Estoy pensando.
No dejo de preguntarme qué habra sido eso. No dejo de pensar en papá y su historia. En la vez que él vio un hombre muerto a un lado del camino...

Historias Cortas De La Última vez Que Los EscuchéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora