El un Alfa pero no cualquiera es el Alfa de Alfa un hombre frío y no mostrará sentimientos ante nadie. Perdió lo más preciado para un hombre lobo su LUNA.
Ella una humana o eso es lo que cree, con un pasado que la llevará a convertirse en una mujer...
Una vez llego busco algo para comer, voy caminando por las calles de Madrid y encuentro un restaurante que me llama la atención y decido entrar voy a la caja para hacer mi pedido.
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- Buenas tarde de desea ordenar
- Quiero una hamburguesa, papas, un Coca-Cola para llevar por favor
- Vale son 10 euros – de entrego el dinero y me da la factura
- Disculpe donde están los baños
- A la izquierda al final de pasillo
- Gracias - digo con una sonrisa
- De nada - me devuelve la sonrisa Me voy al baño por donde dijo la cajera una vez encuentro la puerta entro y paso a un cubículo, hago mis necesidades, una vez termino, me estoy lavando las manos, cuando entra en mujer embarazada muy agitada y miro como tiembla y sus ojos rojos me imagino que es por llorar
- Estas bien – dije y salto en un su lugar creo que la asuste
- Si estoy bien – me dice no muy segura
Se que le pasa algo me debato en si ayudarla o no. Soy una persona que odio meterse en los asuntos de los demás, pero ni modo me voy ayudar algo me dice que lo haga.
Pero no se crean que solo por ayudarla soy buena persona, pero poco a poco irán conociendo mi historia.
- No parece, ven – le extiendo la mano, duda un momento, pero al final la toma la llevo a un cubículo para que se siente – me puedes decir que paso así pobre ayudarte – me mira, se pone a llorar, me abraza y me quedo sorprendida porque no estoy acostumbrada a los abrazos solo mi familia lo hace pero reaccione y le sobo la espalda, una vez más tranquila se separa y tomo un pañuelo de mi mochila y se lo entrego
- Gracias
- No tiene por qué agradecer, pero dime que pasa – me mira fijamente a los ojos yo desvió la mirada no me gusta el contacto visual, pero me toma del mentón para que la mire
- Naiara- dice en un susurro y yo abro los ojos como plato como sabe mi nombre ahora soy yo la que tengo miedo
- Como …. como sabes mi nombre
- Eres tú – me mira con una gran sonrisa – eres tu oh por la Diosa – se me lanza encima y me abraza como si su vida dependiera de ello, cuando ya me suelta se separa de mi – has vuelto
- Yo creo que te estas equivocando de persona, si mi nombre es ese, pero yo no la conozco
- Oh, lo siento es que tiene los mismo ojos y algunos rasgos físicos igual a ella y pensé que lo eras – lo dice con tristezas
- No se preocupe, ahora dime porque estas así
- Me vienen siguiendo y quieren a mi hijo tengo miedo de que me lo quieten – dice sollozando
- Nadie te va a quitar a tu bebé – dije acariciando su panza y siento como se movió y aparto la mano por miedo hacerle daño, ella se ríe y yo con ella
- Creo que le agradas solo se mueve con su papá – se soba la panza se le ven los ojos un brillo muy bonito
- Ok, saldremos de aquí – asiente– pero te miraron con esa ropa
- No sé solo salí corriendo no se si me saben que estoy aquí – pienso se me ocurrió un idea
- Mira te vamos a cambiar de ropa - traigo mi mochila que estaba en el lavamanos
- No me va a quedar esa ropa
- Si es ropa holgada y estira vamos rápido – la deja para que ese cambie y yo doy vueltas por todo el baño como león enjaulado pensando que haremos cuando escucho un risita y levanto la vista
- Si me quedo – dice con un sonrisa
- Si te queda muy bien, mejor que a mí – hago un puchero y ella ríe y le doy una sonrisa – ven Saco de la maleta mi kit de maquillaje y nos maquillamos para que nos reconozcan, le coloque un abrigo color negro, una gorra igual que la mía ya lista, vamos a la caja a traer mi orden no la voy a dejar tirada, la comida no se desperdicia verdad, pero cuando vamos a salir del restaurante me detengo y me mira
- Que pasa
- Tiene a alguien para que te recoja - Si ni me acordaba le llamare a mi esposo – enciende el móvil y marca del número, lo pone en altavoz
Llamada entrante
- Amor donde estas, estas bien – se escucha y ella ríe
- Si estamos bien
- ¿Estamos? con quien estas Alexa
- Cálmate eso no importa, lo importante es donde están
- Estamos buscándote a uno metros de donde dejaste el coche, ahora dime donde estas
- Estamos en un restaurante – le digo porque ni yo sé cómo se llama
- ¿Quién eres? – pregunta
- ¿Yo? nadie soy la persona que está ayudando a su esposa, conoce el hotel Gato Negro
- Si porque
- Bueno nos vemos allí y no se van a poder comunicar porque vamos a pagar el móvil para que nos rastree, nos vemos allá
