Capitulo 24

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NAIARA

Hoy es el día que empiezo de trabajar y vivir con mi jefecito Daniel todavía recuerdo el día que recibí el correo del contrato que decía que tenía que vivir juntos casi me pega un infarto y lo peor de todo es que si no cumplo con el contrato tengo pagar un multa y para remediarla mi madre  pego en grito al cielo porque no está muy de acuerdo con eso de irme a vivir lejos, no es porque desconfié de mi pero con la recaída de hace unos días me trae cortita llamándome cada cinco minutos desde el trabajo y ahora creo que lo hará cada minuto.

Mi madre es un poco exagerada cree que soy frágil por mi nacimiento fue prematuro y tuve que consumir químicos desde que nací, pero yo soy más fuerte que mis hermanos casi nunca me enfermo hasta ahora no sé por qué pero desde que conocí a la Familia Rodríguez todo esto es una locura mis constante sueños, cansancio , pérdida de apetito, no sé qué me pasa incluso hay cosas que supuestamente hago pero no me acuerdo, como por ejemplo la firma del contrato no me acuerdo de nada nadita nada, estoy pensado que estoy mal de la cabeza, podre tener un problema, pero no le diré a nadie porque si no me internan como hace años atrás.

Pero bueno volviendo al tema del trabajo básicamente tengo que ayudar a su secretaria, asistir a eventos, reuniones y todo esas cosas que hacen los riquillos, también buscarle comida, ropa, ayudarle con sus asuntos y agenda persona seré su persona de confianza, aunque él no lo sabe soy muy buena en con los “recados”, bueno en realidad nadie sabe solo 4 personas que son de mi absoluta confianza sabe que estoy involucrado en la mafia rusa como en la italiana, oiga pero no mato personas, lo que soy una hacker que trabaja en la sombra nadie conoce mi cara ni mi verdadero nombre m ellos me llaman “N”, y se preguntaran como me contactan por medio de 4 personas yo hago el trabajo y ellos dan el resultado.

Bueno retomando el tema estoy de camino a la oficina y estoy a punto de arrepentirme solo de pensar vestirme con ropa que yo no uso, no es que no me guste, pero es que todos los días con la misma ropa elegante y yo que soy de pantalones, tenis y camisetas, de solo pensar usar tacones me duelen los pies si uso pero solo cuando es estrictamente necesario, también tengo que usar faldas loas odio, yo solo las usaba la del colegio porque era necesario.

Cuando llego mando un mensaje a Daniel para ver que hago con mi maletas.

Chats entrante

- Buenos días jefe quería preguntarle algo

-  Buenos días, Señorita Alvarado dígame que necesita

- Ya estoy en la empresa, pero no sé dónde dejar mi maleta

-  Déjelas con en la recepción Andrés mi chofer se encargará de ellas y suba a mi oficina por favor

- Gracias señor, voy para allá

Chats terminada

Camino a la recepción, bajo la mirada de todos creo que es por mi ropa, podre ponerme faldas,  vestido, chaqueta y todo lo que quieran pero tacones jamás solo que sea, como decirlo de vida o muerte.

Camino a la recepción, bajo la mirada de todos creo que es por mi ropa, podre ponerme faldas,  vestido, chaqueta y todo lo que quieran pero tacones jamás solo que sea, como decirlo de vida o muerte

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Yo sé que esta no es ropa para ir a trabar a una empresa tan grande, pero me vale vengo a trabajar no a modelar. En la recepción me espera el chofer.

-  Buenos días, Señorita Alvarado el Señor Daniel me pidió que llevara la maleta a casa

-  Ah! Hola Andrés ¿No? – asiente y entrego la maleta – gracias, otra cosa diga Naiara

-  Lo siento Señorita, pero …- interrumpido y rio

-  Ay por favor andes ni que fuera su jefa aquí el único que da ordenes es Daniel, me siento incomoda que me llame de esa forma -iba a decir algo – bueno Andrés me voy porque Daniel me espero nos vemos más tarde – sonrió guiñando un ojo y el niega – adiós

Camino a la recepcionista porque no sé dónde queda el piso de Daniel, respiro profundo y vuelva a sonreír.

-  Disculpe señorita me puede decir en que piso se encuentra la oficia del Señor Daniel

-  Tiene cita – sonríe falsamente respiro hondo esta mujer me va a sacar de casilla a plena mañana

-  Nai- volteo es la Ana y me abraza

-  Hola Señora Ana– sonrío – tan guapa como la última vez que nos vimos

-  Gracias cariño y como haz estado me dijo Daniel que estabas enferma – sonrió, voy a matar a Daniel por andar contando mi vida privada

-  Mucho mejor, no era tan grave, pero gracias por preguntar

-  Me alegro vienes a ver a mi hijo verdad – asiento y habla a las recepcionista – ella no necesita permiso o cita para entrar a la empresa y menos si viene a ver a mi hijo – asientes y me mira – vamos querida así aprovecho para ver a mi hijo – asiento y miro a las de recepción

-  Nos vemos señorita, adiós – agitó mi mano en forma de saludo, ellas me miran con odio y le giño un ojo

Me voy con Ana la mamá de Daniel vamos hablando trivialidades hasta que llegamos al último piso, salimos del elevador miro el escritorio de la secretaria que no se encuentra así que seguimos caminando hasta detenernos en una puerta de madera entramos sin tocar.

-   Hola hijo – saluda Ana cuando entramos, pero yo abro los ojos como plato, hay una mujer inclinada sobre el escritorio y Daniel la está penetrando desde atrás con la camisa desabotonada, despeinado.

-  Mamá – susurra cuando nos ve detiene en seco

Me doy la vuelta sintiendo mis mejillas sonrosadas, tengo ganas de vomitar y salgo corriendo de la oficina me detengo en el escritorio de la secretaria con mis manos en la boca

-  Disculpe – me mira – el baño por favor

-  Al final del pasillo tercera puerta

Asiento saliendo como alma que lleva el diablo corriendo al baño cuando llego abro la puerta arrodillándome en la inodoro y dejo que salga, mi desayuno, mi alma… Me tenso cuando siento que alguien me acaricia la espalda y me hace una recoge el pelo, pero me relaje cuando me di cuenta de que es Ana, sigo con lo mío hasta que ya no tenga no tengo nada, cuando termino me siento en el piso coloco mi cabeza entre mis manos odio vomitar casi sentí que se me iban a salir las tripas.

Me levante del suelo camino al lavado saco me mi cartera utensilios de higiene vocal, cuando termino le doy las gracias a Ana y nos dirigimos a la oficina esta vez esperamos para poder entra.

Hice una nota mental de esperar para poder entrar para no llevarme una sorpresita y terminar otra vez en el inodoro.

EL REGRESO DE Mi Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora