Capítulo 1

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Cuando las ruedas del avión tocan el pavimento, el pánico se disuelve fuera de mi cuerpo. Los últimos minutos, cuando el artefacto enorme empezó el descenso en picada, estuve conteniendo la respiración. Cierro los ojos, soltando el aire y relajándome. Siento la penetrante mirada de mi madre en el perfil izquierdo. Me ha tocado obligatoriamente el asiento que da a la ventana y no me ha dejado el suyo. Decía que ese era el de ella, y el mío el que me había tocado. ¿A quién no le gusta viajar en el asiento de la ventana y no estarían felices de la vida porque alguien se ofreció, voluntariamente, a cambiarle el sitio? En primer lugar, yo. Naturalmente, le temo a las alturas. Mamá no. Pero es caprichosa, y respeta todo.  Por esa razón no me quiso ceder el asiento del medio. Que según todos es el más incómodo. Ella sí sabe porque se lo he pedido, pero hay veces en la que es un poco… desinteresada acerca de mi salud emocional. No es la primera vez que viajo en avión, pero si la primera que me toca junto a la ventana. Tampoco quiere decir que no me atemorice ir en cualquier parte del avión.

Cuando por fin las gomas chillan al frenar, la voz inhumana de la azafata resuena por los altavoces. Nos dice que esperemos a la señal para poder empezar a bajar.

Una hora después, estamos buscando nuestro cartel. Nos bajamos del avión, buscamos nuestras maletas (que tomó gran parte del tiempo, como siempre), e incluso compramos unas gominolas para el viaje en auto hasta la casa.

Hay un señor de traje negro y corbata que sostiene un papel blanco que reza con rotulador negro “Mouret”. Cuando lo diviso, sacudo el brazo de mi madre y hago que lo vea. Julie aplaude emocionada. Nos dirigimos al “men in black”, que pregunta:

-¿Mrs. Mouret?- rápidamente lo juzgo como ignorante. Detesto que las personas pronuncien mal mi apellido. ¡Infórmense antes de hablar, por favor!

-Es Mouret. –le suelto secamente pronunciándolo como “muggé”.

-Discúlpeme señorita. Lo practicaré. ¿Julie o Jane? Apuesto que es Jane. La inteligencia se le refleja en la cara.-sonrío, satisfactoriamente. Me cae bien. Julie suelta una risita. La reprocho con una mirada asesina. Me mira, intentando mantener la postura, pero sus ojos sonríen tan graciosamente, que me río yo también.

-Ella es Jane- mamá me señala.- Y ella, Julie. Yo soy Jo. Un gusto conocerlo.- le sacude la mano educadamente. El hombre asiente con una sonrisita. Creo que ya captó el juego de las jotas.

-Ya veo. Yo soy David Allen. Pero pueden decirme Dave. Si desean, nos dirigiremos a la casa en este instante.

Mamá nos mira, y ve nuestras miradas de súplicas. Le dice que si con la cabeza a Dave.

JUST JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora