—¡Feliz cumpleaños, One Direction!—exclamó Niall, levantando una lata de cerveza con modo victorioso. Él era el único de pie en esa improvisada reunión alrededor de una mesa de centro perteneciente al estudio—. Y que sea el primero de muchos.
—¡Feliz cumpleaños, 1D!—corearon los demás, imitando el gesto y bebiendo al término.
—Hace un año exacto, Simon decidió que era buena idea juntar a cinco idiotas en una banda que estuvo a punto de llamarse "Niall y sus coristas". Y extrañamente resultó bien—comentó Zayn—. Tenemos un contrato, estamos por grabar nuestro primer disco, y ganamos miles de seguidores al día. Pero lo más importante para mí es que tengo cuatro hermanos con los que comparto este sueño. Son de lo mejor que ha podido pasarme, chicos.
Se hizo escuchar una reacción colectiva de ternura que hizo enrojecer al de ojos miel, a la vez que una sonrisita estiraba sus labios.
—¡Zayn sí nos quiere!—celebró Niall, volviendo a su asiento al son de las risas de sus amigos.
—¿Dónde quedó el chico malo de Bradford, huh?—Harry se aunó al juego.
—Última vez que les digo algo lindo, ya no los quiero—el antedicho se contradijo con la gigantesca sonrisa en su rostro.
—Volverás a amarnos, no puedes evitarlo—se jactó Liam—. Okay, mi turno de hablar—se irguió en el sillón y dejó su cerveza sobre la mesa.
Louis esperó el preciso instante en el que el otro castaño pareció seguro de iniciar, y sin previa advertencia o plan de por medio, se salivó el dedo meñique y lo introdujo directamente en el oído ajeno, provocando que el dueño respingara al apartar la cabeza. Se escucharon varias carcajadas, gran parte de Niall, como era de esperarse.
—¡¿Pero qué-?!—se cubrió la oreja al lanzarle una mirada de indignación—. ¡¿Y eso por qué fue?!
—¿Por qué no?—alzó los hombros.
—Oh, bueno, gracias por la grandiosa explicación—ironizó.
—Cuando quieras—guiñó un ojo.
Liam bufó y se dispuso a retomar, pero volvió a girarse a uno de sus lados súbitamente para confirmar que el ojiazul no estuviera tramando otra jugarreta, a cambio atestiguó un chispeo de travesura y el par de cejas opuestas subiendo en conjunto con una pícara sonrisa en uve.
—Ayúdame, Harry—pidió, deslizándose hacia el otro extremo del sillón alargado que compartía con la pareja.
—Está jugando, Li, no te hará nada—aseguró el aludido, riendo al aprisionar las manos de su novio para contenerle—. ¿Cierto, boo?
—Yup—Louis transformó su sonrisa a una falsamente angelical, como si la inocencia corriera por sus venas.
—Bien...—cedió con desconfianza y se aclaró la garganta—. Pues...nunca había tenido un grupo de amigos, no uno real. Yo era el niño de clase que toma clases de boxeo porque no tiene otra forma de defenderse, me hice desconfiado por temor y...hasta hace un tiempo seguía siendo el tipo inseguro de antes, ese que se oculta en prepotencia pero que en realidad busca desesperadamente una forma de encajar, quizás aún lo soy, pero cuando estoy con ustedes todo es...diferente—lanzó una ojeada a cada uno de ellos y una sonrisa honesta se avistó en su boca—. Son mi lugar seguro, no tendría el valor de seguir adelante si no fuera por mis compañeros de crimen. Gracias por este inolvidable año y por ser los mejores amigos que cualquiera podría desear.
El silencio no fue incómodo, de hecho los envolvió en un manto acogedor de miradas cariñosas, hasta que Louis aprovechó ser liberado del agarre y abrazó a Liam efusivamente.
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When green and blue collide
RomanceExisten tantos colores en la gama de tonalidades frías, cada uno de ellos simboliza y emana sentimientos distintos, haciéndolos perfectamente únicos. Hay dos colores en particular que se distinguen por su aparente contrariedad, pero cuando chocan cr...