4○Supuestamente muerta II

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Voces... Susurros... Ruidos...

Espero que paren pronto, quiero seguir durmiendo, todo está claro, todo está a gusto.

Más susurros... más intensos...

¿Gritos? ¿Porqué gritan? ¿Quién grita? Déjenme dormir en mi cuarto claro.

-¡Kali! ¡Kali! ¡Venga despierta!

-¿Qué pasa? Ya déjenme en paz.... Espera... ¿Con quién hablo?, ¿O tan siquiera hablo con alguien? ¡¿Qué pasa?!

Frío...

¿Frío?, Si... me siento fría... muy fría...

Todo se está tornando oscuro, ya no queda claridad en la que pueda descansar. Se me aprieta el pecho.

- ¡¿Qué está pasando?! ¡Ayúdenme, sáquenme de aquí!

No hay aire...

-Me ahogo... ayuda... ayúdenme...

Mi pecho se está apretando demasiado, me ahogo, nadie me escucha, por que no responden, ¡qué está pasando!

-Venga Kali despierta, ¡despierta!

Alguien me está sacudiendo por los hombros, demasiado duro de hecho, ¿Porqué no me escucha, qué está pasando?

Mi respiración... Me ahogo... La oscuridad me está tragando... Me traga... Me ahogo...

...Me ahogue

Luz...

-¡Oh Dios mío Kali! ¡Por fin!- los brazos de Monett me rodean.

Me encuentro con la mirada desesperada de Ethan y con la de Monett cuando se separa de mi.

- Ya era hora que te despertaras enana- quiere sonar calmado pero falla- Nos pegaste un buen susto a los tres, nos debes una para la próxima.

Mi pecho está bombeando arriba y abajo en velocidades extremas. Espera... ¿dijo tres?. Me permito escanear la sala, no me había detenido a eso obviamente.

Era una especie de ¿tienda antigua? ¿Todavía existen estas tiendas? No sabía. Era un salón lleno de repisas con artilugios de todos tipos, vasijas, maquinarias antiguas, muñecas, artefactos de geografía, y pequeñas cosas.

Observo detenidamente las repisas de la pared enfrente mío y mi mirada cae en un amuleto que variaba entre amarillo y rojo como el fuego en una vela, parece algo extraño pero lo decido escanear cuando mi alma llegue decididamente a mi cuerpo.

Aunque creo que eso no pasará porque cuando sigo pasando la mirada por el resto del salón mi corazón se detiene, y es ahí cuando lo recuerdo claramente, la fiesta, el alcohol, la silueta que se nos acercó en la calle, nosotros corriendo y entrando en lo que debió ser está tienda y ahí es cuando mi mirada cae sobre ella.

Mikaela Missrum

Volví a leer su identificador, no podía creerlo, podría decir que es otra persona pero no puedo, en el pueblo no hay ninguna otra familia con este apellido. Mi madre me había hecho historias sobre ella pero me dijo que también había muerto, no puede ser posible, simplemente no. La miro paralizada a sus ojos y consigo balbucear.

- No me digas que eres...- no logro terminar, pero no me hace falta, ella lo confirma todo.

- Hola hija ¿cómo te sientes?

Mi voz se rompe- ¿Abuela?

-Espera ¿Qué?...

Mi cuerpo se debilita he intento hundirme en mi oscuridad otra vez. Ethan no me deja, me agarra a tiempo.

Entre La Oscuridad De Las VelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora