Entre La Oscuridad De Las Velas

8○¿Y tu eres?

Creo que hasta ahora no tenía bien definido el significado de la palabra 'cansancio', los días de las prácticas de baile se quedaban cortos comparados con el cansancio que llevaba encima en este justo momento.

-¡Kali! por últimas ves, no te duermas más- el regaño de mi madre me espantó toda gota de sueño- Por favor Raver, repite para que Kali esta ves ¡si escuche!

Joder...

-Esta niña... de verdad que no cambias- dijo en tono burlón, y no me sorprendió para nada que ya me conociera, con lo loca que iba mi vida ya me había acostumbrado, además de que fue la única parte que entendí de su discurso anterior- ¿Hasta que parte te quedaste?

-Hasta la parte en la que decías que fuiste aprendiz de mi abuela hace unos años y luego... am... luego... esto... bueno que viniste a proposito hasta acá para no se qué y de paso evitarme un largo trámite de interrogatorios etc etc etc ¿Estoy bien no? ¿No?

-¡JA! Es que eres lo máximo chica, choca los cinco- Raver me extendió su mando para que le devolviera el saludo y lo hice.

Al final no era tan malo como parecía, el dice que el papel de policía malote sólo es en el trabajo y no podía actuar distinto  con nosotras, si no, iban a sospechar.

Resultó que de verdad tenía un lado super buena onda y mega amistoso, me calló bien, si no fuera porque estaba echa un trapito estuviéramos envueltos todos en risas, pero no, fue un día agotador.

-Venga ya te puedes ir si quieres, nosotros esperaremos aquí- me informa mi madre desde su haciento.

-Espero que de verdad la familia de la chica no demore, aunque ya van tardando demasiado- espeto un Roger de brazos crusados y voz cansada.

Ya eran mas de las once y su familia aún no llegaba al hospital, absolutamente nadie.

Nosotros no la queriamos dejar sola ahí, ya teniamos esperiencia en hospitales y situaciones así, y en opinión propia, despertar sola en un hospital y mas en su estado no iba a ser nada agradable, así que simplemente mi mamá insistió en quedarse y junto a ella papá y la abuela.

Monett fue la primera en irse, Ethan hizo el favor de llevarla obviamente, dijo que tenia que preparar unas cosas con su familia, lo cual fue extraño ya que eran las 10 de la noche cuando se fue y bueno ¿Quién prepara algo a esa hora? pero que mas da. Kevin ya se habia ido hace un rato ya, así que me tuve que ir junto con Roger en su coche.

No es que fuera el fin del mundo, pero tampoco mi cosa favorita. Admitiendo la verdad, puedo decir que hasta me intimida, con su aura fría de jefe sin piedad y aparente corazón sin sentimientos, pero a la vez me insita confianza, esa confianza que te inspira un hermano mayor, la explicación mas lógica debe ser porque el me conoce desde que nací prácticamente, aunque yo a él no lo recuerde.

-Venga, sube, estoy cansado y ya quiero llegar a la casa- espetó Roger pasando junto a mi con su típico tono autoritario e intimidante, aunque haya comprendido que es así con todos y no sea algo personal conmigo, me sigue molestando un poco, pero lo dejo pasar y me dirijo hacia su coche.

Adentro, el aroma del pino aromático que llevaba puesto ligado con su perfume inundó mis fosas nasales, casi me hace estornudar de lo fuerte que olía.

Como imagine, todo adentro estaba impecable, todo al estilo de Roger, ni rastro de polvo, ni de manchas en los asientos. Si así llevaba el carro no querría ver su habitación.

-¿Eres bastante observadora verdad?- me dirigió la palabra mientras se adentraba en la carretera.

-No, no suelo detallar las cosas agenas, pero tu carro parece acabado de comprar, solo eso- le aclaré directamente, quería dejar claro que no era una chismosa mirona y entrometida.

-Cuando te esfuerzas en algo y lo logras, siempre te va a gustar mantenerlo...- hizo una pausa y me miró mientras conducía- Creo que tu me comprendes Kali ¿Sabes a lo qué me refiero verdad?

-Si, te entiendo- murmuré mientras apollaba mi cabeza en el vidrio de la ventanilla cerrada.

Me detuve a observar lo que sucedía en la calle por la que pasabamos. Había lo típico que debía de haber en la caller a esas horas : las sombras, gente deambulando y borrachos... espera un momento...

-¡Detente joder! ¡Detente!- le exclamé desesperada a mi conductor.
Roger se acercó al conten de la calle rápidamente y freno de golpe, casi golpeando su impecable carro contra un farol.

-¡Qué mierdas pasa!- espetó el eufórico, pero no le respondí, simplemente empecé a correr desesperada y no hizo falta que dijera una palabra para que el notara lo que estaba pasando- ¡Carajo!- sentí que gruño detrás de mi y llegaba a mi lado con fuertes pasos.

La vista que tenía delante era impactante, pero fácil de captar. Sentí cuando Roger se paró junto a mi, dirigí mi mirada hacía el en busca de su expresión, estaba atando cabos de la situación que teniamos enfrente, pero era obvia:

Kevin estaba siendo apuntado directamente a la cabeza por un desconocido.

Las siguientes cosas que pasaron fueron en segundos:

Roger y yo corrimos hacía un paralizado Kevin. El desconocido disparó, y gracias a la rápida intervención de su hermano no le dio directamente a la cabeza, pero nada puede ser tan heróico. Los gritos de Kevin llenaron el funesto pasillo en el que estabamos, y seguido de eso los míos, un intenso dolor se propagó por todo mi brazo izquierdo en el justo momento en el que alguien se abalanzó sobre mi, haciéndome caer al piso, intensificado mi dolor.

Mi vista seguia fija en el escenario que tenía enfrente, en el tipo de la pistola huyendo junto a otros tres hombres por la parte trasera del callejón, en Kevin al cual le salían buenas cantidades de sangre de su hombro izquierdo y en Roger llamando a lo que debía ser una ambulancia.

Yo me hallaba justo detrás de Kevin en el preciso momento en el que el desconocido disparó, no había visto las condiciones de mi brazo pero sabía que la bala también me había perforado a mi.

¿La razón por la que estaba revolcada en el pavimento del callejón y no podía hacer nada?

El desconocido que estaba encima de mi, oprimiendome contra el piso haciendo que mi dolor se intensificara. No se de donde saqué la fuerza, pero empuje al desconocido para quitarmelo de encima y correrme hacía atrás.

-Estamos cerca del hospital central... anja... anja... exacto, es urgente, hay dos personas con severo desangrado- Roger estaba informando nuestra situación por teléfono, se encontraba de espaldas a mi y al desconocido, taponiandole la herida a su hermano. No nos estaba prestando atención ¿sabría quien era aquel desconocido?

Fijé mi vista hacía donde había empujado unos segundos antes a la persona que tenía encima, no había nada.

-Aún herida tienes mucha fuerza- una leve risa acompaño ese comentario- Esa es mi Kali- sentí como se expandia su sonrisa en mi oreja.

Miré en la dirección en la que vino la voz y me sorprendio ver un chico que probablemente podría ser de mi edad, pero llevaba capucha y el callejón no tenia ni un farol, no le podría ver bien la cara.

-¿Cómo carajos sabes mi nombre?- Reaccioné, poniéndole más fuerza a la mano que sujetaba la herida de mi brazo, sentía como la sangre caliente corría con fluides por mi brazo. Me estaba empezando a marear un poco.

-Vaya vaya Kali- me dijo como si fuera una niña pequeña y me estuviera reprochado algo malo que hubiera echo adrede- Esa no es la pregunta que me quieres hacer ahora realmente.

Pero este... ¿Quién es?

-Kali, pequeña, sólo diré que yo si se quien eres- prosiguió hablando el mientras se acercaba más a mi y me acomodaba placidamente en el pavimento.

Podía oir las sirenas de las patrullas y ambulancias cerca, eso era bueno, ya no me sentia el brazo, aunque también puede ser que estuviera delirando.

-¿Y tu eres?- le cuestioné.

-Soy A...-me susurró tan bajo que no escuché el resto de su nombre- Ya es hora de dormir pequeña- me dijo al ponerme una mano en la cara para acariciarme lentamente mi mejilla.

Esa fue la última vista que tuve antes de que llegaran las ambulancias y nos llevaran. Pero aún antes de dormirme me cuestione otra ves.

¿Y tu quién eres chico encapuchado?