Été, amour et souvenirs (Verano, amor y recuerdos) cuenta la historia de Taehyung, un joven pintor francés el cuál vacaciona en casa de su abuela en los veranos. Pero un verano en específico cambiaría su vida y su forma de pensar para siempre, junto...
_ T-taehyung - habló Jungkook sonrojado luego de cortar el beso - ¿P-Porqué hiciste eso?
_ Porque quería, Jungkook - sonrió - tu belleza me tiene tan cautivado que no eh podido evitarlo
_ ¿pero si alguien lo descubre?
_ Será nuestro secreto - sonrió mientras acariciaba el rostro contrario - ¿te parece?
_ Si - sonrió Jungkook - me gusta la idea
_ Bien - sonrió Taehyung y posteriormente dejando un beso corto en los labios contrarios
_ Eso significa... que, ¿volverás? - preguntó Jungkook entristecido - si llegas a irte, ¿volverías por mi? ¿Porqué me quieres?
_ Porsupuesto que si pequeño - sonrió abrazándolo - y ten por seguro que mi exposición será dedicada a ti
Ambos compartieron una sonrisa llena del sentimiento más puro que pudiese existir. Camino a casa Taehyung se cuestionó si había ido demasiado rápido con Jungkook, nisiquiera entendía como él mismo había sido capaz de en tan poco tiempo apegarse emocionalmente. Sin embargo, aquella tarde volvió feliz, y estaba decidido a superar cualquier obstáculo, y incluso si debía irse trabajaría diez veces mejor para algún día llevar a Jungkook a aquella exposición y hacerlo sentir querido y elogiado como la belleza que él mejor era.
Subió las escaleras rumbo a su habitación y pasó a través del pasillo que daba en dirección a la biblioteca, recordó que hace días que no subía hasta allí a observar aquella caja misteriosa, tampoco había vuelto a leer el diario, pero algo de él no quería ir a averiguar más. Aquello en un comienzo sería su pasatiempo mientras estaba aquí, pero por ahora su mente tan solo pensaba en Jungkook.
Al día siguiente se levantó muy temprano por la mañana junto a su abuela, decidieron ir a un mercado que quedaba en el pueblo a comprar frutas y verduras frescas. La abuela de Taehyung le había comentado que en el pueblo había una pequeña tienda de arte, así que este estaba emocionado por ir hasta allí y gastar lo más que pudiese su bolsillo, pues ser pintor no es tan bien pagado como muchos creen, no hasta que tu trabajo se hace famoso.
El mercado al que fueron era pequeño, sin embargo habían conseguido bastantes frutas y verduras como para un mes, también habían conseguido leche de vaca recién ordeñada y huevos frescos. La abuela de Taehyung lo esperó en el pequeño parque del lugar, pues a su edad sus piernas ya no daban para mucho, así que mientras gustosamente se tomaba un helado Tae se dirigió hasta la famosa tienda, en donde no fue mucho lo que pudo comprar debido a que no había gran variedad, pero al menos tenía lo necesario como para seguir pintando bocetos.
Ambos subieron al auto de Taehyung para así volver a casa, En el camino escuchaban animadamente música mientras cantaban. De pronto mientras Taehyung manejaba, pudo ver a una mujer vestida completamente de color café caminar por el sendero que daba hasta de la casa de Jungkook y supuso que esa podría ser su hermana. El aspecto de la mujer era frío, y tosco, amargado inclusive. Sin embargo Taehyung no pudo observar por más tiempo, pues hiba manejando y tampoco esperaba que su abuela lo cuestionase sobre su relación con el menor.
"Relación", aquella palabra sonaba tan distante en su cabeza, pues no había pensando en eso. Besó a Jungkook, y estaba seguro de que él le gustaba, si, se estaba enamorando, pero la idea de una relación recién llegó a su cabeza aquella mañana, y sinceramente no sabía si lo más adecuado era mantener una con él. Tenía miedo, miedo de ilusionar la pequeña y preciosa inocencia de Jungkook, y tenía miedo de que este sufriera consecuencias por estar con él. Jungkook tan solo tenía 20 años, estaba seguro de que su hermana no aprobaría que estuviese con alguien cinco años mayor que él, menos si se tratase de un hombre.
Aquella tarde ambos volvieron a encontrarse en el lago, Jungkook llevaba una camisa blanca adornada por los tirantes café de su pantalón, el cuál era de su mismo tono, según Taehyung era una manera bastante antigua de vestirse, pero no ponía en duda que Jungkook se veía precioso. Ambos compartían las galletas que la abuela de Tae había preparado mientras conversaban de cualquier cosa, realmente nunca les faltaba el tema de conversación, y mientras reían sobre cualquier cosa Taehyung aprovechaba de llenar su libreta de pequeños bocetos del rostro de Jungkook
_ Tae, ¿no crees que ya van demasiados dibujos? - preguntó riendo - acabarás tu libreta por mi culpa
_ No me molesta, tu rostro es tan hermoso que nisiquiera puedo llegar a retratarlo bien - sonrió acariciando la mejilla del menor - mi Jungkook es precioso
_ Basta... - rió el menor sonrojado - tú eres el que debería ser pintado, eres muy lindo Tae
_ ¿Puedo besarte otra vez? - sonrió Taehyung acercándose al menor
_ S-si... - sonrió sonrojado
Ambos compartieron pequeños besos, caricias en el rostro y risas vergonzosas, pues ninguno estaba acostumbrado a aquello, pero amaban la sensación eléctrica que recorrían sus cuerpos al besarse
_ Jungkook, quiero hablar algo importante contigo - comentó Taehyung colocándose más serio
_ ¿s-sucede algo? - preguntó tímido al ver la reacción de su mayor
_ Tú me gustas, Jungkook, y es enserio, me gustas mucho - dijo serio
_ ¿Y-y qué de malo tiene? - sonrió levemente
_ ¿tú esperas que te pida ser mi novio? - preguntó quizás demasiado serio - no me mal interpretes, no me molestaría, es solo que-
_ Realmente... no lo había pensado - respondió Jungkook mirando al lago - se supone que es lo normal, pero apenas nos conocemos Tae, ¿quizás deberíamos esperar? - preguntó ingenuo mirando a Tae a los ojos
_ Como te sientas más cómodo, es algo nuevo para ambos y supongo que hay que acostumbrarse - contestó tranquilo - Gracias por ser así, tan tranquilo y comprensivo, adoro eso
_ Tae... - rió avergonzado - mejor dame más galletas - dijo intentando alcanzarlas
_ ¿las quieres? - preguntó tomando la caja en sus manos - Pues ven por ellas - gritó comenzando a correr
Ambos corrieron por el lugar como niños pequeños, persiguiendo uno al otro por una caja de galletas, algo que Taehyung no esperaba, pero sentía que era la mejor sensación que había sentido por años.
Ya exhaustos cayeron al verde césped mientras recuperaban el aliento luego de correr tanto, riendo de la niñería que acababan de hacer
_ Dime, Jungkook - habló Tae cuando respiraba mejor - ¿cuál es tu sueño? - soltó mirando al cielo
_ Irme de aquí, Tae. Amar a alguien profundamente y irme de aquí. Además de eso... conocer, simplemente conocer más de lo que eh visto durante mis 20 años en este pequeño pueblo - respondió mirando al cielo igualmente
_ ¿Te irías de aquí conmigo para ver mi exposición en París? - preguntó Taehyung volteando el rostro para ver a Jungkook a los ojos
_ Si, lo haría - sonrió este
Ninguno de los dos pudo apartar la vista del otro, mientras sonreían y sus corazones anhelaban juntar ambos sueños de tal modo que el tiempo no los separase.
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