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Al día siguiente Taehyung volvió al lago, había creado la cuartada perfecta para que su abuela no preguntase tanto por su interés en la biblioteca y aquel lago...

_ "Este verano buscaré el enfoque artístico que me hacía falta" - fué lo que dijo antes de despedirse de ella

La abuela de Taehyung añoraba poder ser bisabuela antes de fallecer, buscaba cada vez más la manera de hacer que su nieto aceptara tener una cita con cualquier jovencita lo suficientemente decente y hermosa como para darle hijos. Taehyung por otro lado no buscaba aquello para nada, siempre supo que el amor en su vida debería llegar de manera maravillosa y única, de esa forma solo vista a través de grandes obras literarias.

Cuando estuvo en el lago decidió pintar, tal cual lo había hecho el día anterior, acomodó sus cosas en aquella gran roca bajo el sauce y comenzó a pinar, pintaba el lago y el sentimiento extraño que le causaba. Muchas cosas pasaron por su cabeza, pues para un artista la naturaleza hablaba, sentía y comunicaba, y ahora el lago parecía ser mucho más especial, pues ahora sabía que aquel lago había vivido y callado uno de los amores más maravillosos que quizás Taehyung conocería en su vida. Y planeaba vivir el arte de aquel amor aún si lo hacía a través de recuerdos o una historia que no era suya.

Esta vez el lago tenía una tonalidad turquesa, un poco mas brillante, y los árboles tenían un verde manzana más claro, y es que ante los ojos del pintor aquel lago merecía ser recordado como el escenario de un amor y no una tragedia.
Estaba tan concentrado en retratar tantos sentimientos que no notó El paso de la hora, no hasta que levantó la mirada y pudo ver como colores anaranjados y rosados cubrían el cielo. Era hora de volver a casa.

Juntó todas sus pinturas en aquel maletín de cuero café, tomó el gran cuadro más la silla plegable y el atril.
Comenzaba alejarse cuando una voz un tanto lejana sonó detrás de él, y volteó descubriendo a un chico caminar en su dirección

_ ¡Hey! ¿Ya te vas? - preguntó sonriente

El chico tenía unos ojos redondos más brillantes que la misma luna, una sonrisa que detrás de ella albergaba los dientes más blancos que Taehyung había visto. Vestía completamente de blanco a excepción de los tirantes de sus pantalones y zapatos, ambos de colores café

_ Eeh, si, voy a casa - respondió un tanto confundido - ¿tú eres?

_ Ayer me viste aquí, a lo lejos - respondió apuntando hacia donde se encontraba la tarde anterior - ¿no me recuerdas?

_ Ohh, si, creo que si - rió un tanto incómodo - ¿eres de por aquí?

_ Si, vivo en una casa grande por allá - respondió apuntando a la misma dirección a la cual Taehyung se dirigía

_ Voy para allá también, si quieres podemos ir juntos - ofreció amable a aquel chico

_ Genial - aceptó este - hace mucho que no tenía compañía a casa

_ ¿vives solo? - preguntó Taehyung comenzando a caminar a su lado

_ Vivía con mi hermana, pero... - aquel chico suspiró desviando la mirada - Ella ya no está en este mundo

_ Oh, lo lamento mucho, de verdad, no era mi-

_ Tranquilo, ya pasó hace mucho - respondió sonriendo - los años han pasado

_ S-supongo

El resto del camino fue en silencio, un silencio que extrañamente no era para nada incómodo, pues el hecho de que estuviese caminando con un completo extraño podía ser algo raro, pero se sentía como si lo conociese de toda la vida

É𝚝é, 𝚊𝚖𝚘𝚞𝚛 𝚎𝚝 𝚜𝚘𝚞𝚟𝚎𝚗𝚒𝚛𝚜 🌼 TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora