||She Wants Me!||Nanatsu No Taizai||Melizabeth/Zeldrizabeth||

•18•

Meliodas se quedo estático por unos segundos, se quería convencer de que lo que había escuchado no es verdad, ¿Por que su hermano solicitaba una audiencia con su amada?, aunque era obvio de que no solo se trataba de eso debía haber algo más. El pecado de la ira dio media vuelta y se acerco de nuevo a la celda.

—Capitán. —Que oportuna Merlín. —El Rey solicita su presencia. —El rubio freno su recorrido para nuevamente dirigirse a la salida.

—Esta bien, nos veremos mas tarde para discutir los detalles de tu sentencia. —

—¿Qué hay de mi petición? —Pregunto el azabache desafiante frenando de golpe a su hermano.

Para decepción de este último el rubio se limito a  retirarse junto con la maga, no sin antes dirigirse por ultima vez a su hermano. —Te sugiero que no vuelvas a mencionar a Elizabeth porque te prometo que para la próxima no tendrás tanta suerte. —Termino para luego perderse a la vista.

Zeldris se cruzo de brazos, dirigió su vista hacia el cerdito que se encontraba completamente pálido, respirando bruscamente hasta recuperar su color. Una vez que termino de asimilar lo sucedido se dirigió con rabia al demonio.

—¡¿A caso quieres morir?! —Exclamo con enojo al azabache que solo se mantenía estático ante la rabieta del animal. —Como si no tuvieras demasiados problemas, ¿En que pensabas al...? —

Zeldris sin hacer caso al regaño se acerco a la puerta de la celda abriéndola sin mayor problema quebrando únicamente la cerradura, esto no paso por alto para el cerdito quien estuvo a punto de gritar de no ser que el demonio actuó rápido. Pasaron unos segundos hasta que Hawk por fin pudo calmarse, más bien hacer su mayor esfuerzo por guardar silencio.

—Si ya dejaste de lloriquear debo ver a Elizabeth. —Hablo el verdugo soltando a Hawk y dirigiéndose a la salida. 

Tras estar en el suelo nuevamente, Hawk se apresuro y se puso delante del demonio antes de que pudiera dar otro paso.

—¡¿Qué crees que haces?! —Exclamo con voz temblorosa. —No puedes escabullirte en el castillo así como así.

—No será problema, lo he hecho antes. —Respondió tranquilo haciéndole recordar como fue su primer encuentro.

—Lo de la fiesta fue suerte, pero, ¿Si alguien te ve?—

—Es por eso vas a ayudarme. — 

—¡¿QUÉ?! , ¡NO!, ¡OLVIDALO!, ¡NO! —

—Temo decirte que no tienes opción, además querías una explicación, si me ayudas no solo escucharas mi versión... —

...Si no también la de Elizabeth....

[...]

Mientras tanto, Meliodas se dirigió hasta la sala del trono, dentro ya se encontraba King quien discutía con los soberanos.

—No pueden estar hablando enserio majestades, ¿Cómo permitirá que ese demonio sirva a Lionés? —Repudio el hada.

—Es prisionero de Lady Merlín y hemos acordado esa sentencia junto con su aprobación y la del Capitán Meliodas. —