Tras el enfrentamiento contra los mandamientos restantes, Zeldris resulta herido, saliendo del lugar encontrandose con la tercera princesa del reino, Elizabeth, quien utiliza su poder para curar sus corazones, lo cual desperto algo que uno de los di...
Hasta hace un momento no lo podían creer, el demonio que provoco tanta muerte y sufrimiento, estaba siendo protegido por la ahora nombrada segunda princesa del reino.
—Princesa, por favor apártese. — Pidió el castaño sin éxito alguno.
—Elizabeth...¿Qué estas haciendo?— Pregunto confundido Meliodas.
—No me moveré hasta que bajen sus armas. —
—Eli, para por favor — Hablo Verónica a cierta distancia.
—¡No, el no nos hará daño! — Intento explicarse.
—¿No será un truco, capitán? — Añadió King.
—Explícate Zeldris, ¿Cómo sabemos que no esta bajo control de tu mandamiento?. — Interrogo el rubio.
—Creo recordar que acabo de evitar su muerte Rey Hada. — Comento el verdugo.
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Ese comentario irrito a King que volvió a alzar su lanza con la intención de atacar, sin embargo Meliodas levanto su brazo para detener su cometido.
—¿Sabes?, tal vez no sea la mejor idea decir amenazas en tu situación. —
—El que no haya intentado asesinarte en los últimos días ya es demasiado, ¿no te parece?. — Respondió arrogante.
Todos prestaban atención al intercambio de palabras entre los hijos del rey demonio.
—¡Esperen! — Intervino una voz.
Hawk llego corriendo colocándose a un lado de la albina, para después tumbarse y recuperar el aliento tras el largo maratón desde el "Boar's Hat".
—¡Eres un cerdo!, ¿¡No pudiste al menos traerme!? — Reclamaba el cuadrúpedo al azabache.
—Eras irritante, no dejabas de llorar. — Respondió frio el demonio.
[...]
Lejos de Lionés, Ban y Elaine después de lo acontecido en Bernia habían vagado hasta dar con un pequeño poblado ubicado en el este.
Al recorrer el lugar no había nadie a simple vista, lo cual llamo la atención de la pequeña quien se asomo por la ventana de una casa, al fondo pudo notar a una familia abrazada contra la pared observando fijamente la puerta.
La expresión en sus miradas aumentaron la curiosidad de Elaine así que decidió leer sus mentes, mala idea, al hacerlo pudo sentir la tristeza, el rencor y sobre todo el miedo de cada uno, tantos pensamientos negativos haciendo que se alejara de golpe de ahí chocando de espalda con el pecado.
