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Si bien en su vida jamás había sido indispensable tener una relación, no le llamaba la atención tener una pareja o algo por el estilo, era cómodo ser soltero, se preocupaba por sus únicas necesidades y no había porque preocuparse de los demás, que...

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Si bien en su vida jamás había sido indispensable tener una relación, no le llamaba la atención tener una pareja o algo por el estilo, era cómodo ser soltero, se preocupaba por sus únicas necesidades y no había porque preocuparse de los demás, que no fueran sus amigos, d igual manera, algo se removió su mente que hizo que aquel pensamiento fuera desechado para dar lugar a uno donde se imaginaba a él con la mujer platinada que recién acababa de llegar, se sintió avergonzado al está frente a ella y sin decir alguna palabra luego de que ella le hablara primero.

Seguro pensara que soy raro.

— Príncipe.

La suave voz de Elisa lo trajo de regreso a su realidad, y con nerviosismo le sonrió a la platinada, que lo saludó con la mano agitandola amistosamente gesticulando un "hola"

— Mi nombre es Jack Frost. – se presenta tratando de no mirar mucho su rostro ya que cuando conectaban la mirada se ponía demasiado ansioso – Y.. Si, soy maestro de Elisa.

La mujer sonríe nuevamente y toma en brazos a Elisa cargándola mientras su mirada no se aparta del peliblanco, parece escanearlo, era difícil leer a esa mujer ya que lo observaba intensamente pero con aquella expresión cálida y sonriente, se sintió nervioso de nuevo.

— Bien, así que Jack, te agradezco que hayas acompañado a mi hija en mi ausencia, como le dije, tuve unos percances por lo que me fue imposible salir antes de casa. – explica con un tono de voz calmado, y era cierto, se mantuvo ocupada toda la mañana tratando de terminar uno de los proyectos y la tenían agotada, se frustraba con facilidad y no podía evitar dormirse sobre los papeles, no había descansado bien.

Elisa notó las miradas que se daba su profesor y su mamá, eran tan intensas que hasta la pequeña niña se sintió feliz al ver la interacción de los mayores, y una cómica imagen apareció en su creativa mente dónde simplemente aparecían ellos tres, su mami con su profesor y ella junto a ellos. Ella entendía que su madre ya no sentía cosas por su papá, y no la culpó de nada (a pesar de no tener la culpa de aquello) Sabía que su madre era una mujer muy bonita y joven, le gustaba su trabajo y adoraba cocinar, no era el tipo de madre hogareña, no hacía falta, era la mejor en todo lo que hacía. Luego de que su papá se fuera de la casa, notó a su madre más activa y alegre como nunca antes.

— La entiendo, y no se preocupe por eso, Elisa ha sido una excelente compañía para mí, también es una de las mejores algunas. – halaga Jack acercándose para palmear la cabeza de Elisa de manera delicada.

La mencionada asiente repetidas veces eufóricamente, recibiendo risas de los adultos. Jack pudo deleitarse por primera vez al escuchar tan angelical risa de parte de la platinada.

— Me alegra mucho eso, y de nuevo gracias, vendré por ella a tiempo la próxima vez.

Jack no logró formular alguna frase, por más que trató quedó mudo al quedar hipnotizado por Elsa, analizaba con admiración cada mínimo detalle de su perfecto rostro, hasta la más mínima peca, su piel levemente salpicada por ellas, su mirada subió a sus ojos y su atención se quedó en ellos, su mirada perdida en los azules ojos de la platinada, y ni hablar de su cabello, que formaba ondas que caían elegantemente en sus hombros, luciendo sofisticada y seductora a la vez, notó que llevaba puesto un largo pantalón entubado de un color negro intenso, y una camisa sencilla de botones de color blanca, esta se encontraba ajustada debajo del pantalón, una camisa negra de manga larga sobre esta, sus curvas se definían más debido a eso,  unos tacones negros de un color negro también, no eran tan altos, el color negro le sentaba de maravilla, su piel se veía demasiado blanca y suave.

CLUMSY - JELSA FANFIC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora