Hey, Draco Malfoy [Harco].

Capitulo SEIS: Escucho a un lobo aullar.

Estaba recostado en su dormitorio de Hogwarts, en las mazmorras. El frio se sentía como si calara en los huesos, el sonido de la profundidad del agua se escuchaba levemente. Nadie hacia ruido. Nadie queria que su respiracion se escuchara siquiera, por temor a llamar la atencion. No era sorprendente.

Los mortifagos habian invadido la escuela. Los profesores habian tratado de defenderla, pero se vieron rapidamente sometidos debido a los estudiantes, habia demasiados rehenes, incluso para magos de su calibre, era imposible ir a una guerra de esa forma. Por un momento quiso reirse por los alumnos que esa misma noche abandonaron la escuela con ayuda de los maestros. La suerte de ellos era de envidiar, aun si las cosas fueran bien, la historia los registraria como cobardes, pero al menos vivirian un dia mas.

Los que insistieron en quedarse y los que no alcanzaron a escapar de la escuela no podrian decir lo mismo.

Gryffindors habia de sobra, nada de que sorprenderse.

Hufflepuff, eran minoria pero, sorprendentemente se mantenian calmados.

Ravenclaw fue tal vez una de sus mayores sorpresas, creyo que serian menos apasionados, pero mostraron ser firmes en sus creencias.

Y finalmente Slytherin. Vergonzoso y miserable Slytherin.

De los alumnos de primero a septimo, estaban casi todos ahi, excepto por dos personas. Pero todos los que quedaron, todos, al igual que el, estaban atados a ese lugar. Estaban los que tenian padres mortifagos y sentian que por ello saldrian vivos de ahi, estaban los que tenian pureza ancestral y eran contemplados como joyas por los mortifagos, y finalmente estaban los inciertos, que no apoyaban a nadie pero que sin duda irian al bando ganador.

Tuvo ganas de reir. 

Eran la casa de la ambicion, el orgullo y dignidad, pero a ninguno se le pregunto que es lo que queria, ninguno tuvo eleccion. Todos seguian un camino que alguien mas habia empezado y estaban obligados a recorrerlo hasta el final.

Los que se resistian, solo podian parecer vergonzosos. 

Ah, entonces el mismo deberia parecer un chiste.

Tan patetico.

Sus palidos labios dejaron escapar una risa hueca, sonaba seca y llena de ironia. Cualquiera que la escuchara sentiria escozor en la garganta, pero no habia nadie que fue testigo de ello. Solo el ruido del agua se escucho en el fundo, fluido y profundo. Arrullandolo, fue cerrando los ojos lentamente.

Si tenia que verse patetico, lo haria bien hasta el final.

***

El fuego que apenas prevalecia dificilmente le calentaria los huesos, pero sirvio para iluminar la noche. En un mundo rico en magia como el suyo, se habian visto limitados a recurrir a herramientas muggle para aliviar algunas necesidades. En sus 17 años de vida, esta era la primera vez que habia experimentado vivir en un estado tan precario. La magia era guardada para los combates, no habia espacio para la comodidad. 

Tenia frio y demasiado en que pensar, asi que tampoco podia dormir, ¿que hacer entonces?

Distraidamente escucho unos pasos torpes que se acercaban, no reacciono hasta que sintio una manta que se colocaba sobre su hombro, compartida por el hombro de alguien mas. Por primera vez en esa noche levanto el rostro de la nieve en el piso y se encontro con un rostro palido, con las mejillas rojas y pequeñas pecas que encantadoramente cubrian sus mejillas, su cabello rojo como el fuego mas largo de lo que nunca se lo vio yacia atado con una cinta negra que le habia dado su amiga, para atar su cabello. 

Sintio como su cabeza se recargaba en su hombro y lo escucho suspirar levemente. El ligero aliento que broto de sus labios se aclaro blanco en el aire y desaparecio rapido, aun asi, no se veia tan inefenso ante el frio como el, tal vez porque el estaria mas acostumbrado al frio de inglaterra. En Italia la temperatura era mas calida y era mas comun tener dias soleados que en Inglaterra, si Ron un dia visitara Italia seguramente podria quejarse un poco del calor, con la piel roja, el era demasiado blanco.