Argath Royalty

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Minho suspiró mientras se sacaba su corona y veía la hermosa pintura decorando su habitación, aquella que compartía con su novio. La misma había sido pintada cuando ambos confirmaron su relación. Bangchan le miraba con tanto amor que, antes, le producía mil y un sensaciones hermosas.

Pero ya no era así y se sentía tan triste por eso. Quería a Bangchan, claro que lo hacía pero ya no de la misma manera que antes.

Y todo era por Han Jisung, el segundo príncipe de Solum que había llegado a su vida el día de su coronación hace ya un año, dando vuelta su mundo y haciendo que se cuestionase mil y un cosas.

Entre ellas, el amor que juraba sentir por Bangchan.

--Él te miraba con mucho amor. --La voz le hizo salir de sus pensamientos, haciendo que se girase hacia la cama, encontrándose con el desnudo cuerpo de su nuevo amor.

Aquella imagen le hizo sentirse miserable, acababa de 'hacer el amor' con alguien que no era su pareja en la misma cama que compartían. Bangchan había tenido que irse a otro reino por un problema que tuvo con unos guardias y él se había quedado allí, traicionándolo.

--Sí, su mirada siempre ha expresado millones de cosas. --Murmuró, soltando un pequeño suspiro.

--Él te sigue mirando con amor.

--Pero yo ya no puedo devolverle la mirada. --Respondió, sentándose al lado del cuerpo del castaño. --Deje de sentir amor por él hace mucho tiempo.

--¿Entonces por qué sigues dándole falsas esperanzas? --Jisung decidió tocar ese tema, le molestaba ser 'el otro' y le causaba malestar porque Bangchan seguía amando a Minho, creyendo que su amor era puro y eterno. --Él sigue creyendo que lo amas pero cuando él no está me tienes debajo de tus sábanas jurándome amor eterno.

Minho se quedó callado, debatiendo consigo mismo. Jisung tenía razón, claro que la tenía pero aún no era lo suficiente fuerte para confrontar a Bangchan y decirle toda la verdad.

Es más ¿Qué le diría? ¿Que le era infiel hace meses? ¿Que había manchado las sábanas de su cama con el sudor de otra persona mientras él no estaba?

Jisung solo observó al rey ante el repentino silencio e, ignorando el dolor en su espalda baja, se levantó de la cama para vestirse con sus hermosas ropas.

--Escucha, Minho. --Jisung se vistió con rapidez, su corazón doliendo pero sabiendo que estaba haciendo bien. --Quiero creer que me amas pero tus acciones solo muestran que aún eres inmaduro porque ni siquiera sabes lo que quieres. --El castaño suspiró, terminando de colocarse sus ropas. --Así que adiós Lee Minho, no quiero que te acerques a mí a menos que hayas dejado a Bangchan.

Sin más que decir Jisung terminó de vestirse y salió de la gran habitación principal del castillo, lágrimas queriendo bajar por sus mejillas. Las trabajadoras, quienes sabían de la infidelidad del rey, miraron con pena al chico.

Sea como sea, al final de esa historia siempre habría un corazón roto.

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Bangchan salió del gran castillo con una hermosa sonrisa en el rostro, cambiando la misma a una expresión sorprendida cuando vio al príncipe de Solum. 

--Jisung, hola. --Saludó volviendo a sonreír, el príncipe le agradaba demasiado y lo consideraba un buen amigo.

--Hola Chan. --Por más que quiso, Jisung no pudo devolverle la sonrisa, se sentía tan mal en ese momento.