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--Mi hijo o hija no tendrá a un cuidador de su edad como yo. --Se quejó Minho mientras caminaba de aquí hacia allí, totalmente nervioso. --Aunque tal vez sea bueno que no tenga cuidador y aprenda a defenderse por sí mismo.

--Bueno, no es mi culpa no poder enamorarme de alguien. --Respondió Bangchan con frialdad, tal vez estaba un poco de mal humor por el nacimiento del bebé.

Sí, con el tiempo había desarrollado un pequeño odio hacia el pequeño bebé del cual desconocía el sexo. Era un odio estúpido que lo hacía enojarse consigo mismo pero seguía presente. "Si ese bebé no existiera tal vez yo me estaría casando con Minho ahora" era el pensamiento más recurrente.

Era uno de sus secretos más grandes y que nunca dejaría salir a la luz.

--No, haré que sea auto suficiente. --Minho por fin dejó de dar vueltas, sonriendo como idiota. --Sabrá hacer todo por sí solo, desde cocinar hasta protegerse así nunca debe depender de nadie ¡Ni siquiera necesitaría una pareja! Es el plan perfecto. Tú le enseñarás a pelear y yo a ser un buen rey, las trabajadoras a cocinar y limpiar.

--No puedo creer que ya andes de padre celoso, recién es su nacimiento, Ho. --Rio levemente Bangchan.

Minho iba a responder cuando una señora salió de la habitación, donde se encontraba Jisung en trabajo de parto, con un pequeño bollito de mantas.

--Felicidades alteza, su pequeño varoncito ha nacido muy saludable. --La señora puso el bebé con cuidado en los brazos de Minho, quien sonrió al ver sus pocos y rubios cabellos, su naricita pequeña y sus ojitos cerrados.

--Es hermoso. --Susurró el rey, moviéndose un poco cuando el bebé amenazó con volver a llorar. --Mi bonito príncipe decidiste nacer un día después del cumpleaños de tu padre, pequeño Lee Felix.

Bangchan se levantó, dispuesto a ver el supuesto hermoso bebé sin embargo no podía verle lo "lindo".

--Es muy lindo, digno de ser tu hijo.

Mintió, no queriendo arruinarle el día a su mejor amigo con sus celos. 

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Bangchan miró con tristeza como el pequeño príncipe, ya de tres años, solo se quedaba con sus juguetes en sus manos y un pucherito en sus labios mientras su padre se iba luego de decirle que no podía jugar con él, como siempre.

Hasta él, aún en su etapa de 'odio al bebé de mi ex pareja', estaba más presente en la vida de Felix que Minho y Jisung. Solía jugar con él cuando la pareja se iba y le enseñaba a controlar sus poderes de sangre dorada.

--¡Bachangggg! --El pequeño se le acercó corriendo, sonriéndole con ilusión. 

Felix había crecido mucho mentalmente pero no de estatura, era pequeño y flacucho como Jisung pero su personalidad era traviesa, amaba hacer travesuras. En su pequeño rostro empezaban a aparecer pequeñas pequitas debido al tiempo que se exponía al sol jugando en el gran bosque.

--¿Qué pasa pecas? --Preguntó Bangchan, agarrando al Felix para sentarlo en sus piernas.

"Esto no es muy 'odio al bebé' de mi parte." Pensó, soltando una risita segundos después.

--Papá ocupado siempre ¿Juegad con yo? --Bangchan soltó una risita ante el torpe vocabulario del bebé, aunque era algo amplio para sus tres añitos.

--Uhm, depende de a qué quieras jugar. --Bangchan se levantó, cargando a Felix en sus hombros. 

--Quedo ir al... ehm ¿puelo? --El rubiecito soltó un quejido, enfadado consigo mismo al no recordar cómo se decía.

--Pueblo. --Corrigió Bangchan, asintiendo con la cabeza. --Bien, iremos al pueblo pero solo un ratito ¿si? Y no le dirás a tus padres, a ninguno.

No era secreto para nadie que los reyes, más bien Jisung, tenía prohibido dejar que llevaran a Felix al pueblo ya que algo podría pasarle. Bangchan sabía que esto no era cierto, una vez lo había escuchado decir que no quería que su hijo se juntara con "campesinos"

--¡Seda un secrrreto! --Felix levantó sus bracitos, emocionado.

--Ajá, un secreto entre nosotros.

Bangchan no podía evitar empezar a querer a Felix, era como su hijo.

Al fin estaba superando la etapa "odio al bebé" para empezar la etapa "odio a los padres, si Felix fuera mi hijo definitivamente no lo dejaría de lado"

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Bangchan frunció su ceño cuando, en uno de sus recorridos de madrugada, vio un pequeño cuerpo correr por los pasillos del gran castillo, esa irreconocible capa dorada delataba el pequeño cuerpecito del príncipe.

Decidió seguirlo para saber a dónde se dirigía, sorprendiéndose cuando lo vio llegar tranquilamente a la fuente del jardín trasero del castillo y sentarse allí con un libro que lastimosamente no podría leer al ser de noche y no tener algo con qué iluminarse, y no saber leer claramente.

Al acercarse más pudo notar algo, pequeñas lagrimitas caían por sus mejillitas. Rapidamente se acercó, preocupado de que estuviera lastimado.

--Principito. --Llamó, asustando al pequeño rubio. --¿Qué haces aquí?

--Papá rrrretarme. --Murmuró, entre pequeños sollozos. --Yo no poder dormirrr y papá hacer así. --Felix levantó su manita, dejando un golpe sin fuerza en la mejilla de Bangchan.

El pelinegro abrió sus ojos con sorpresa, sentándose al borde de la fuente para inspeccionar a Felix, notando por la escasa luz de la luna su mejilla roja.

--¿Cuál papá fue, pequeño? --Preguntó, abrazando con cuidado al rubiecito. Quería creer que no había sido Minho.

--Papá Ji. --Respondió, aún sollozando. --Pero a mi no dar sueño hasta que los pajaritos hacen pio pio.

--Está bien Lixie, no es nada malo no poder dormir ¿Quieres que te cuente una historia? --Chan acarició los rubios cabellos, sonriendo cuando el niño asintió. --Verás, había una vez...

Bangchan cargó con cuidado el dormido cuerpo del príncipe que, luego de haber llorado otro rato por la historia que le contó, había cerrado sus ojitos dispuesto a dormir y lo había logrado. Estaba llegando a la habitación de Felix cuando vio a Minho salir de la misma con una expresión asustada, misma que desapareció cuando vio a su mejor amigo acercarse con su bebé en brazos.

--Chan. --Con rapidez se acercó, viendo a Felix abrazado a un libro que él le había dado, algo tonto para un niño de tres, casi cuatro, años pero Felix le había dicho que quería aprender a leer. --¿Dónde estaba? Vine a verlo para checar que estuviera bien y no estaba en su habitación, me preocupé demasiado.

--Estaba en la fuente. --Bangchan suspiró, dejando al pequeño bebé en los brazos de su padre. --Minho, deberías decirle a Jisung que todos en tu familia han tenido problemas para dormir y que no se solucionará con una golpiza.

--¿Qué quieres decir? --Lee frunció el ceño, sin entender a lo que se refería.

--Me encontré a Felix llorando en la fuente porque su papá Ji lo había retado y le había hecho así. --Bangchan imitó la acción que Felix había hecho con él unas horas antes. --Solo te lo digo.

Los gritos de la pareja que se escucharon al otro día en el castillo solo causaron miedo en el pequeño príncipe que lloró aún más, abrazado a una de sus almohadas y deseando que su hado madrino, así solía decirle a Bangchan al no saber el masculino de hada madrina, estuviera abrazándole.

Siempre se sentía bien cuando el pelinegro lo abrazaba, se sentía más protegido que en los brazos de sus padres.

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Bangchan es alguien muy importante en la vida de Felix</3

Y, si quieren ver esta historia pero muy resumida pueden pasarse por "Just their love stories" y son los One Shot "Prince of Argath" y "Chan's memories"

Argath RoyaltyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora