Capítulo 1 - Todo es posible

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Tori había pasado el día buscando concretar una cita con alguno de sus amigos. Era viernes por la tarde y sus expectativas eran altas, pero la realidad era muy diferente a como ella había imaginado que pasaría ese fin de semana en especial.

- ¿Hablas en serio Robbie? – Preguntó con fastidio - ¿Qué pendientes podrías tener? –

- ¡Oye! – Reclamó – Para tu información, mi vida sí es interesante –

- Ok, te escucho – Tori cruzó los brazos con expectación.

- Bueno, yo tengo que... Ordenar mi colección –

- ¿Ah sí? ¿De qué es tu colección? – Continuó indagando.

Robbie lo pensó, no era bueno para mentir, pero de todos modos planeaba intentarlo.

- Sobres de Ketchup – Respondió con una falsa seguridad.

- ¿Sobres de Ketchup? – Alzó una ceja la morena.

- Si... Ya sabes, de todos los restaurantes a los que he ido en mi vida desde que tengo memoria, incluso de los que mis familiares han visitado en otros países –

Puede que sonara poco creíble, pero si lo pensaba un par de veces, no sonaba tan mal.

- Bien... Te ayudaré – Dijo ella.

- ¿Qué? – Preguntó Robbie con gesto de desaprobación – No... No quiero que me ayudes –

- ¿Por qué no? Yo quiero ver esa colección tan... Peculiar –

- Es privada y, aunque me odiaré por el resto de mi vida por rechazar una cita contigo... No quiero que me acompañes – Dijo él, con la suficiente fuerza de voluntad.

- No era una cita – Respodió Tori con gesto desagradable – Olvídalo, disfruta tu Ketchup – Palmeó el hombro del chico con resignación.

Tori caminó por los pasillos con una sombra de desilusión. No quería pasar el fin de semana al servicio de Trina.

Entonces vio a Jade bajando por las escaleras.

Lo pensó por un segundo. Por gracioso que pareciera, Robbie no era su última opción luego de haber recibido excusas de todos sus amigos.

Su última opción era la chica que, justamente, estaba a punto de cruzarse en su camino.

- Jade... - Titubeó Tori.

- No me hables – Respondió ella tajante, pero de todos modos se detuvo.

- ¿Te gustaría salir conmigo el fin de semana? – Preguntó la morena.

Jade la miró en silencio, preguntándose si era una broma.

- Si quieres no... - Se arrepintió Tori ante la mirada fija de su compañera.

- Me encantaría, de hecho – Hablo cuando Tori estaba a punto de irse.

- Es broma ¿Cierto? –

- Totalmente – Se burló la ojiazul, pasando de largo.

La morena suspiró, mirando a la chica alejarse. No habría esperado menos.

Mientras las clases transcurrían y todos parecían ansiosos por salir, Tori ataba cabos. Observando a sus amigos en silencio, se preguntaba cómo era posible que ninguno estuviera disponible para salir.

Luego miró a Robbie, quien parecía más ansioso de lo normal. Se mordía las uñas y miraba hacia la ventana constantemente.

En cierto momento del día, pudo notar que André le daba un pequeño golpecito en el tobillo con su propio pie, como intentando hacer que el chico disimulara su ansiedad.

Hollywood M. ArtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora