• CAPITULO 1 •

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~Para algunos la vida era totalmente una gran alegría como para otros una gran tortura sin fin...~ 

Nos ubicamos en la temporada de otoño en Japón-Musutafu, cuando la tranquilidad y la paz gobernaba el país

-¿Qué haces Ochakito? -Un alto y robusto hombre de cabello mostaza le hablaba a su hija pequeña de ojos grandes y tiernos

-¡Mira papi hice un dibujo! Somos nosotros -Decía la niña de una linda pero corta cabellera marrón y con una sonrisa de oreja a oreja

-¡Wow! ¿Me los prestas cielo?  Mira cariño, nuestra hija nos dibujo -Le mostraba el dibujo una mujer un poco más baja que él y del mismo tono de color de cabello y un sonrojo perpetuo al igual que su hija

-¡Eres una gran dibujante Ochako! -Aquella señora estaba muy encantada al ver ese dibujo que para sus ojos era un obra de arte

¡Gracias mamá! -Rodeaba con un abrazo a sus padres por un momento para luego separarse y hacerles una pregunta que nunca se había hecho antes- Mami, Papi ¿Por qué no fueron héroes como los demás?

-Mmmm la razón más sencilla era que no teníamos habilidades de combate y tampoco nos empeñamos por desarrollarlas y... claro sabíamos el peligro que conlleva serlo ¿Por que preguntas pequeña? -Su querido padre se agachaba hasta quedar del tamaño de ella para prestarle mucho más atención

Aquella niña empezaba a jugar con dos de su mechones de cabello más largos que el resto- Yo... quiero ser su héroe... quiero ayudarlos en su trabajo... quizás... si utilizo mi singu...-

-Ochako, nosotros estamos bien, nos alegraría más si tú cumples tus sueños y quizás algún día nos lleves de viaje por Hawaii -Decía con una sonrisa que a la menor le causaba cierta melancolía

Oh, ya esta listo el almuerzo, Ochako ve a lavarte las manos -Decia su madre quien le daba pequeñas palmaditas en el cabello y ella le obedeció con una sonrisa de costumbre-

Entonces... si me convierto en héroe podre darle la vida que quisiera a mi familia y hasta podríamos comprar una casa ¡Que buena idea se me acaba de ocurrir! -Muy emocionada se decía asi misma mientras secaba sus manos húmedas para regresar a la sala principal-

Muy bien Ochako, ahora ve a sentarte en la mesa -Decia su madre que seguia sirviendo el almuerzo que dejaba un olor muy delicioso por toda la habitación-

Esta bie-

Entonces, de pronto sin imaginar lo que sucedería en aquel momento de paz y tranquilidad para la familia Uraraka, el techo empezó a desprenderse, callendo sobre ellos, al parecer algo lo había provocado... parecía como si algo hubiera caído desde afuera del departamento en el que vivían

Y entre gritos llenos de desesperación por parte de los padres de la menor que la llamaban muy preocupados, y gracias a su singularidad pudo liberarse y tras unos minutos apareció enfrente de ellos dispuesta a salvarlos, pero no se imaginaria que sus queridos padres encontraron otra solución...

-¿Ochako vez esa bomba? Quedan menos de dos minutos, el tiempo suficiente para que huyas de aquí, nosotros estamos heridos y es imposible que puedas cargar con nosotros, aún no manejas del todo bien tu quirk como para cargar con nosotros -Su padre agonizaba con el poco aliento que le quedaba en el pecho-

-¡¡OCHAKO VETE PORFAVOR!! -La castaña mayor daba un grito lleno de desesperación-

La pequeña niña miraba aquella gran bomba del tamaño de un misil que estaba plantada entre escombros en una esquina de su hogar y con tanta determinación grito con todo su corazón y su piel temblando

《ALMAS OSCURAS》 [CONTINUACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora