• CAPITULO 4 •

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Narra Ochako:

Deambulamos mucho pero por el dolor de nuestro caminar y ni hablar de como sentíamos que nuestros zapatos aprisionaban cruelmente a nuestros pies, decidimos tomarnos un descanso en una pequeña plazuela.

Vimos una banca grande, era perfecta para relajar el cuerpo, luego buscaríamos un lugar en donde dormir

Mi mirada se fijo en las puntas de mi zapatos, pensaba cuán hinchados e irritados debían estar mis dedos y talones y que quizás ya me había ganado un par de callos, pero fue ahí donde noté a Izuku muy callado, claro que yo tampoco decía nada, no había un tema de conversación... pero tenía que parar con ese momento incómodo...

-Izuku... quiero hacerte algunas preguntas ¿Esta bien? -Volteé la mirada y ví como asintió, estaba lista para proseguir- Hmm ¿Cuántos años tienes?

-Ocho años ¿Y tú, Ochako? -Empezó a cambiar su rostro, sin duda estaba más animado-

-Izuku y yo tenemos la misma edad aunque no pareciera - Lo mismo solo que parecías mayor por lo que eres un poco más alto jaja -Reí-

Después de todo empezamos a hablar más, tanto él como yo empezamos a tomar temas triviales de algunas experiencias de cada uno y ya parecía un ambiente de amigos, hice mi mayor esfuerzo para que Izuku se divirtiera.

Me parecía un momento tranquilo pero no duró mucho...

-Buenas noches... -La sombra de una persona se acercaba a nosotros-

Estaba por tomar la mano de Izuku y huir pero... él rápidamente me cubrió, se puso enfrente mío y apuntó al extraño con su cuchillo, ¿Él quería pelear y protegerme...? Pero las probabilidades de que él ganará contra esa persona robusta eran casi nulas...

-Tendrás que hacer más que clavarme un cuchillo para derrotarme, pero tranquilos, vengo en son de paz -Descubrí que se trataba de un hombre adulto por su voz gruesa y viril-

Tenía mucho miedo pero Izuku no era tan evidente como yo, él seguía con la misma actitud valiente que iba demostrando cada vez que estuviéramos en problemas...

-Hmm esta bien Izuku, bueno entonces... Ochako ¿Tú me creerás? -Los vellos de mis brazos se erizaron, nos había nombrado ¡¿Acaso nos investigo?! Me sentía como si fuéramos los criminales más buscados del país-

Pasaron varios minutos en silencio, obviamente no respondí a su pregunta tenía tanto miedo que se me ponía los pelos de punta, cada sonido que hacia el aire o los diminutos grillos que merodeaban por ahí.

-Chicos, si se quedan a vivir entre un basural... tengan por seguro que no sobrevivirán ni dos semanas. Vivir en la calle es muy difícil para ustedes y mucho peor a su edad y en esta época. No les vengo a hacer ningún daño he venido para...-

-¿Y por qué deberíamos creer en tí? -Interrumpió Izuku, con el poco movimiento que hacía pude ver que él estaba frunciendo sus cejas-

-Los investigamos, ninguno merece lo que está por venir, el hombre que hirieron hoy por la mañana alerto a la policía de ello, ¿Cómo podrían vivir así? Tú solo sabes usar ese utensilio de cocina y ella no es de mucha ayuda...

Ni Izuku ni yo movimos un solo músculo, pero lo notaba tenso... estaba indeciso, así que le tome de la mano para ponernos de acuerdo como si fuera a través de telepatía, aunque obviamente no teníamos ese poder, sus gestos de preocupación y terror eran como si dijeran: "Ochako no hay de otra, aceptemos" y en parte el señor tenía razón, cada palabra que dijo era cierta, yo no servía de ayuda...

-Esta bien...aceptamos -Dijimos Izuku y yo al tiempo, él apretó más el agarre de nuestras enlazadas manos-

-Entonces suban... -El fuerte sonido de un motor me hizo abrir los ojos, apareció detrás de nosotros una gran camioneta de color negra y de lunas oscuras-

《ALMAS OSCURAS》 [CONTINUACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora