Kimetsu No Yaiba -Unearthing the past-

Capítulo 5 -Suplicio-

Sumihiko se remueve entre las sabanas, luego de un rato abre los ojos y se sienta al filo de su cama.

Algo no está bien... Debo moverme de inmediato pero... ¿Hacia dónde?... ¿Por quién?... Quisiera poder comprender mejor todo esto... Nezuko...

Se detiene en sus pensamientos y un recuerdo llega a su cabeza de forma instantánea.

El invierno llega a las montañas, todos se preparan para la cena y un joven toma asiento de un modo muy animado.

- Te va a gustar lo que prepare esta noche- Sonríe.

- ¿No te cansas de hacer todo este trabajo, Nezuko?- Baja su cabeza. –Yo... No quiero que te canses... Merecer tener un día solo para ti en el que hagas lo que te gusta-

- Podríamos... Bajar a la ciudad mañana y... Quizá podrías acompañarme a buscar un kimono para la boda-

- El que te dio Zenitsu es muy lindo, incluso parece algo fino- Responde tratando de animarla.

- Si, pero... Me gustaría más que tú me escogieras uno... - Aprieta el plato de comida y al darse cuenta lo extiende hasta la mesa. – Además... Hace mucho que no pasamos tiempo juntos... Zenitsu e Inosuke arman un gran alboroto en cuanto llegan-

El joven sonríe y se sirve un poco de sopa en su plato.

- Es extraño... Que apenas ahora tengamos algo de calma-

- Todo cambiara... Pronto dejaremos esta cabaña... Tanto tu como yo... Nos casaremos con nuestra respectiva pareja- Toma asiento y observa al joven con melancolía.

- Si... El día está por llegar... Y yo, en verdad espero que seas muy feliz-

- Tanjiro yo...- Interrumpe sus palabras un enorme estruendo proveniente de la puerta, los otros inquilinos han llegado y el rubio la abraza con fuerza.

- Por fin llegue mi amada, Nezuko y no sabes cómo me hiciste falta-

- Bienvenido... Zenitsu- Le da un beso en la mejilla y le pasa un plato.

El pelirrojo se limita a saludar con un ademan de su cabeza pero se siente inquieto, quería saber más acerca de lo que su hermana quería decirle pero aquella paz que se había generado entre ellos hace un momento no volvería a ocurrir, por lo que se dispuso a cenar y escuchar a la pareja frente a él, tratando de sonreír y mostrarse de algún modo feliz.

Vuelve a la realidad y la confusión aumenta, inhala profundamente para después soltar todo el aire de modo pausado, se dirige al baño y una vez llegar al lavabo abre la llave del agua y se moja la cara con energía para después verse al espejo mientras leves gotas resbalan sobre su rostro.

¿Quién eres nezuko?... ¿Por qué no dejo de pensarte cada día y observarte en mi mente?... ¿Tiene algo que ver conmigo todo esto?... Al menos puedo decir, que soy auténticamente feliz, cuando los veo pasando tiempos tranquilos... Lejos de la muerte y tragedia que han tenido que enfrentar... ¿Puedo salvarlos?, ¿Hay alguna manera de poder mantenerlos a salvo?...

Al día siguiente mientras el atardecer iluminaba por un momento los muelles, Sanemi se aproximaba a un barco cercano y es detenido por su compañero quien lo frena con el brazo derecho.