Capítulo 8 -Tribulación-

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Aoba de pie junto a su ventana, observa el paisaje oscuro de una ciudad inundada en terror, cada día las noticias intentaban reflejar el lado positivo señalando los éxitos obtenidos en deportes y medios académicos, pero a pesar de ello la realidad lo superaba todo al haber más de tres ataques diarios a alguna persona al azar, secuestros nacionales e internacionales que los medios se esforzaban en sosegar al esconderlos bajo el tapete de la visión pública. Sus pensamientos latían fervientemente al punto de mantener vigilia lo que provocaba un marcado enrojecimiento en sus ojeras, disminución de su fuerza física y una extraña dependencia a los somníferos que a pesar de no cumplir su objetivo se habían vuelto una parte fundamental en su vida.

Soy un fracaso... A pesar de haberme decidido a buscarla no he podido ser capaz de mover mis pies fuera del apartamento... También tengo miedo... Realmente, siempre he querido ser alguien fuerte y decidido en todo lo que hace... Es por eso que fui a las montañas y me puse en las peores condiciones que pude para tomar valor... Aun con todas las adversidades logre encontrar la planta... Pero... El costo fue Shizu... Ella y todas las vidas que se van... Será que... ¿Mi objetivo era realmente para engrandecer mi ego y no para ayudar a las personas?... Suspira y golpea la pared tres veces quedando su mano amoratada. Tengo valor... Sé que puedo hacerlo...

- ¡Que todos los miedos e inseguridades se pudran en el infierno! ¡Tengo que salir de esta comodidad de mierda!- Exclama hasta quedar sin aliento.





En la mansión Tsukihiko, Touko se cuestiona si entrar a ver a su amiga ya que en su condición no quisiera tener que preocuparla, pero aquel día habían ocurrido tantas cosas que la oscuridad de la noche la sorprendió y un ligero viento aterido la hizo temblar por lo que se abrazó a sí misma buscando un poco de calor.

El otoño está llegando a su fin, supongo que ahora el frio será más intenso que otros años... ¿Qué estoy pensando?, no me he reportado con Yoshiteru... Pase gran parte del día vagando hasta que llegue aquí y por la decidía ya ha oscurecido... ¿Por qué me comporte así?... Saca el móvil de su bolsa, lo abre y selecciona la galería de imágenes, observa atentamente una serie de fotografías donde aparecen Kanata y ella. ¿Por qué no he podido eliminar esto?, no... Lo que quiero saber es que sucedió exactamente hoy en la cafetería... ¿Por qué me sentí de esa manera con Sumihiko? Ese cariño... Nostalgia... Melancolía... ¿Felicidad?... Tal vez... Estoy disociando... Creo que voy a enloquecer... Estoy relacionando mis sentimientos por Kanata con su hermano.... Esto tiene que parar... Tengo que detenerme.

Cierra su móvil y se aleja de la mansión, no tenía tiempo que perder y no se permitiría realizar una locura más, mientras avanza su andar se vuelve lento, dirige su mirada al piso y aprieta sus nudillos en un intento por contener el llanto, cae de rodillas y posa las palmas en el suelo, un hilo de lágrimas resbala por su mejilla izquierda en tanto un pensamiento se clava como un puñal en lo profundo de su mente.

Quiero verlo... Necesito verlo otra vez...





El ambiente que rodea los muelles es demasiado tremebundo, Sanemi tenía una sensación bastante conectada a algo de su pasado, pero no quería dejar pasar la oportunidad de reunir evidencias para el caso por lo que a expensas de su sentido de peligro accedió al pedido de Ringo y acudió al barco en el que se encontraba habitualmente, esta vez no había nadie para vigilarlo y eso lo hacía sentir un tanto inquieto pero sacudió su cabello y dio tres golpes a la puerta frente a él.

Kimetsu No Yaiba -Unearthing the past-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora