Capitulo 2

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La noche había llegado con mayor rapidez de la prevista, esa era la hora en que la mayoría de los cadetes por fin se quedaban dormidos y tanto sargentos como comandantes podrían tomarse unas cuantas horas de un muy buen merecido descanso, uno que si tenían suerte no sería interrumpido por ninguna fiesta clandestina que a los mocosos se les hubiera dado la gana de hacer, claramente tanto tiempo de paz habían hecho que sus defensas fueran más lamentables de lo que ya eran.

El tenue brillo que el fuego que la chimenea emanaba era la única fuente de luz dentro de aquel silencioso cuarto de reuniones y la causa de que sus sombras se vieran proyectadas como espectros sobre las paredes, dos personas eran las que se encontraban en aquel lugar abriendo, revisando, cambiando y recopilando toda la información necesaria que se escondía dentro de sus paredes; su mirada dorada se deslizo de la pantalla de la computadora en la que ahora se encontraba indagando a su acompañante quien veía casi con cierta pena los cuerpos inconscientes y drogados de los comandantes en jefe del lugar

- ¿Qué sucede?

- Anillos Gemelos

- ¿Qué?

Lo vio tomar con cuidado una de las pálidas manos de la comandante inconsciente para alzarla y mostrarla en su dirección, se sorprendió al ver como uno de sus largos dedos era adornado por un sencillo pero a la vez elegante anillo de obsidiana, era una creencia popular entre las especies elementales que entregar uno de esos anillos a tu persona especial estabas entregando tu alma y corazón a la vez, un juramento inquebrantable en el que sus almas se verían entrelazadas en las aguas del destino condenadas a encontrarse incluso en las vidas siguientes, cuando dabas un anillo de obsidiana te sometías a una promesa de amor inquebrantable y a otorgar tu corazón a la persona que tuviera el mismo par que el tuyo.

- Tienen el mismo patrón, pero ella es un ondina y él es una salamandra – lo vio analizar unos instantes aquellos anillos antes de unir ambas manos con cuidado -. Los ejecutaran si llegara a saberse su relación

Esa era una de las grandes penas de ese enorme planeta, el simple hecho de pensar en una unión de ese tipo entre razas distintas era algo que se tenia prohibido incluso pensar y que estaba explícitamente prohibido dentro de las Leyes establecidas por los supremos concejales ¿Podían culparlos por caer dentro de la terrible trampa del amor? Claro que no, después de todo nadie manda en los caprichos del corazón y aun así son varias las ejecuciones o exilios a los que han sido sometidos miles de elementales solo por arriesgarse a amar.

¿Valia la pena esconderse de la ley para ser felices? No debería, deberían de ser tan libres como el resto de las personas que se apegaban a las leyes y aun así hay elementales que prefieren vivir una vida de mentiras con tal de que no se levanten sospechas de sus relaciones prohibidas

- No es nuestro problema si los llegan a ejecutar si los descubren – dejo salir un suspiro regresando la mirada a la pantalla de la computadora -. Son soldados, ellos siempre prefieren morir por su patria antes que aceptar la ayuda de gente como nosotros

- Es una pena, sus hijos podrían haber sido grandes guerreros

- ¡Aquí esta!

Se sobre salto ante el grito de su compañero sacando las cuchillas que siempre tenia escondidas en las laterales de sus botas poniéndose en una posición de defensa solo para darse cuenta de que el más alto simplemente siguió tecleando como un maniaco en la computadora mientras la impresora comenzaba su trabajo con un zumbido constante, dejo salir un suspiro escondiendo nuevamente las cuchillas en su lugar mientras tomaba la tetera en la que habían puesto el tónico somnífero lanzando el liquido por la ventana para después rellenarla con un té similar al que los comandantes estaban tomando antes de que entraran.

Chronicles of lights and shadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora