Chronicles of lights and shadows

Capitulo 4

El cielo se transformó en un lienzo ardiente, teñido de tonos carmesí y naranja que se fundían en un espectáculo de fuego celestial mientras el sol descendía lentamente hacia el horizonte, pintando el paisaje con pinceladas anaranjadas que recordaban las llamas de un incendio y el reflejo que este emitía contra la tranquila superficie de un lago cercano creaban la ilusión de brasas danzantes en la superficie.

Era un hermoso paisaje a la vista, donde pronto se vería reinando la luna en el cielo tras despedir a su compañero, pero ni con toda la belleza del mundo se quitaría el olor a humo que inundaba en sus recuerdos. Sabía perfectamente que no había ni una sola fogata en la cercanía, pero aun así cada inhalación traía consigo el eco lejano del crujido de las llamas y el constante grito de las voces de varios de sus compañeros suplicando por ayuda o gritando de dolor ante un compañero caído.

Aún podía sentir el calor sofocante de encontrarse entre las llamas, mientras hacía todo lo posible por ayudar a sus compañeros, fueran luces o fueran sombras. Aún podía sentir la impotencia al ver que llegó demasiado tarde y que la mirada que ahora siempre la perseguiría sería la de un cadáver que en silencio la juzgaba por su posible traición a su mundo.

Las sombras alargadas de los árboles proyectaban figuras fantasmales en el suelo, recordando la oscuridad y la devastación que el fuego había dejado a su paso. A medida que el sol se sumergía lentamente en el horizonte, las sombras parecían cobrar vida, susurrando de forma burlona cómo es que todo había pasado y que de cierta manera eso igual era culpa suya.

[24 de agosto, 2154]

Aquel fue un inusual día nublado en el territorio de las luces, solían ser aún más raros que los días de calor y sol abrasador en los terrenos sombríos del planeta. Su mirada viajaba de un costado a otro, curioso ante la forma en que varias luces parecían bastante agotadas e incluso se atrevía a decir que se veían desganadas al momento de estar siquiera de pie fuera de su cama, como si aquel inusual clima les quitara todas las energías que pudieran tener en sus cuerpos.

- ¡Buenos días, estrellitas! La tierra les dice ¡hola!

Bueno, todas salvo una, al parecer.

Resopló volteando a ver a la única luz con aparente energía interminable que tendría la dicha de conocer, alzó una ceja curiosa al verla llegar con un "alguien" colgada sobre su hombro como si fuera un simple costal de papas, tuvo que retener otro resoplido al darse cuenta de que ese bulto en específico se trataba de Clear, quien (como la mayoría de las mujeres del lugar) parecía más muerta en vida que un ser destinado a llevar consigo la magia del positivismo, alegría y luminiscencia.

- Les encargo tantito a Clear, muchachos, iré por nuestros desayunos.

A la par que ambos vieron a Light irse, notaron cómo Clear se desparramaba contra la mesa, como si la simple acción de levantarse le pesara más que un hacha de batalla.

- ¿Y a ti qué diablos te pasa?

- ¿Nunca has escuchado el término "cansancio"? – Sabía seguro que se quedaron callados y es que aquel tono hostil en el que Clear respondió no era nuevo, pero que estuviera dirigido a ellos si lo era . Eso es lo que tengo. El cansancio es algo muy normal entre las personas comunes.

- Estoy un 90% seguro de que tú no entras en la categoría de personas "comunes"

- Istoy in 90% sigiro di qui ti ni intris in li catigoría di pirsonas cominis

- Venga ya Clear, verás cómo con un poco de comida te sentirás mejor.

Ambos dieron un respingo del susto en el momento en que Light apareció de la nada junto a ellos con un montón de platos siendo malabareados entre sus manos, mientras los acomodaba y hablaba sobre "Como ahora los cocineros se habían esmerado tanto en crear buenos platillos pese a su mal humor" y como "Una de las tostadas con crema parecía tener un rostro gracioso que le recordó a un tío suyo" solo para que Clear le recordara de forma casi mordaz que ella era huérfana de todo menos de tutor y que Light solo la mirara, parpadeara y después comenzara a reírse para terminar cambiando de tema de forma espontánea nuevamente.