THE CRAZY ANIMAL, percy weasley

004 ── DISCOVERIES AND ENCOUNTERS

Las profecías siempre eran extrañas, no todos hallaban un significado claro cuando las leían y aunque Shelsa se dijo a sí misma que indagaría más en el asunto, allí estaba en la sala común a oscuras junto Caelum y su varita. Analizaba una y otra vez aquellas páginas, pero su búsqueda por una connotación no estaba dando los frutos que la pelirroja quería encontrar.

── ¡Por Hécate! ¿Cómo es eso de sacrificio? ¿Tendría que morir? ¿Y de qué guerra habla? ¡No entiendo nada!

── ¡Cepheus cállate! ── le gritó una de sus compañeras de cuarto. ¿Estaba hablando tan fuerte? Ni siquiera lo había notado.

── Lo siento ── susurró. Le gustaba hacer anotaciones al aire, las recordaba siempre, pero no podía hacerlo allí, menos a esas horas de la madrugada. ¿Y si salía de la sala común? Nadie hacia rondas de prefecto siendo ya las cuatro de la madrugada y Pénelope Clearwater siempre llegaba por sobre la una, ya debería de estar durmiendo en su linda camita toda abrigada.

Así que salió en pijama, tenía frío debido al gélido tiempo que hacía afuera, pero valía la pena el posible resfriado o neumonía que podía llegar a adquirir con tal de descifrar aquella profecía que la involucraba. Vale, ella comprendía el hecho de que esas palabras escritas hace milenios la describían de cierto modo y que, en efecto, albergaría al animal más peligroso en su propia casa sin importarle qué; aunque si te pones a pensar, esa clase de especie ya habitaba allí y se hacían llamar humanos.

── Ahora... ── estaba lista, había encontrado un lugar alejado del frío, pero unas voces que no cesaban seguían perturbando su investigación ──, ¿pero por qué nadie se puede quedar callado incluso afuera por la noche?

── Está demasiado helado, deberíamos ir a nuestras salas comunes ── habló un chico y no es como que Shelsa no reconociera la voz, era solo que ella no quería hacer memoria.

── Sí, tienes toda la razón. Buenas noches Percy y ve a dormir ── ah, pero qué sorpresa. El prefecto de Slytherin haciendo rondas de última hora con Penélope Clearwater. No le sorprendía mucho, quién en su año no sabía que ambos tenían una especie de relación no oficial ──. Ah y casi lo olvido, me alegra que estés aceptando eso sobre Cepheus.

Epa, ¿cómo que Cepheus? ¿Qué tenía que ver ella en sus cursilerías románticas?

── Sí, gracias por no tomarlo a mal, en serio. Y ve a descansar, Penny ── sonaba menos engreído que las veces pasadas ──. Buenas noches.

Oh no, la rubia pasaría por su lado y estaría en problemas. ¡Hécate bonita, mátala de una vez! Le aterrorizaba la idea de ser atrapada y aún más teniendo en cuenta que anteriormente que ella era un tema central en la conversación de los dos enamorados.

Es curioso, ¿no? Todo el mundo preferiría morir antes que ser atrapado, desaparecer antes de que les echaran la culpa de algo u en su defecto, enfrentar consecuencias. No obstante, la muerte no era la solución para casi nada y, por muy duro que sea, huir no arreglaría nada, solo atrasaba más el proceso.

── Vaya, así que, saltándote horas de sueño y reglas, ¿verdad Cepheus? ── no, morir era una opción muy tentadora en ese momento. Ella alzó la vista, aterrada, pero sin demostrarlo. Ambos pelirrojos se miraron y ella no pudo evitar pensar en que sería su fin.

── Ay, por lo que más quieras solo bájame puntos y no le digas a Flitwick o a mis padres ── suplicó sabiendo que ni sus más lastimeros ruegos la ayudarían ──. Solo quería leer un libro en paz, sin que me gritaran que me callara. ¿Crees que pretendía encontrarme contigo y tu novia?

El rostro del chico estaría más rojo que su cabello, pero ella no lo sabía por la escasa iluminación del lugar, solo sus varitas daban un haz de luz gracias al lumos que ambos conjuraron.

── Ella no es mi novia y no pienso aceptar tus suplicas. Sabes que está prohibido estar a estas horas si no eres prefecto o alguien con autoridad, además, pudiste esperar a que sea de día ── para, ¿cómo que no era su novia? ──. Lo siento Shelsa.

── Bueno Percival ── aquello solo le causó una leve risa al Slytherin ──. Llévame a mi sala común arrastras si quieres.

── No, tú vas a caminar. Tienes pies y si lo haces, prometo no delatarte.

── Ya, ¿qué gano a cambio? ── Percy la miró desconcertado ──, quiero decir, que no me delates no me sirve mucho para serte sincera, así que debo ganar algo.

¿Era en serio? ¿Pensaba pedirle algo a cambio cuando ella no le daría absolutamente nada?

── No me mires así, era una broma. Nadie quiere algo de ti en realidad. ¡Adiós Perce!

── Sí, tampoco esperan mucho de ti, Shels ── susurró. No la culpaba por tener ese pensamiento, sus hermanos pensaban igual de él e inevitablemente, esa idea suya que ellos tenían respecto a Percy siempre llegaba a más personas.

No le sorprendía mucho.