005 ── BREAKING PROPHECIES

67 9 0
                                    

No, definitivamente se negaba a buscar una respuesta a la profecía. Había averiguado lo que significaba, ella debía morir en esa guerra, pero no la malinterpreten, no es que no quisiera morirse ya que a veces es lo único en lo que piensa, el problema es que aquellas palabras escritas hace siglos también querían que los animales infiltrados con ella, murieran y Shelsa no iba a permitir una cosa como esa. No iba a poner la vida de personas que no se lo merecían en las garras de animales indefensos, no es que ellos fueran inferiores a los humanos, de hecho, importaban muchísimo ya que para Shelsa, eran muy sagrados. Pero estaba decidido, prefería morir antes que dejar que ellos pelearan una batalla que no les correspondía, porque no habían sido ellos los causantes de algo creado por el mismo ser humano.

── Hola Cepheus ── saludó el pelirrojo. Estaban esperando a que la clase de Adivinaciones comenzara, Trelawney no solía tardarse, pero quizás ese día podía llegar a ser una excepción.

── Hola ── se veía algo demacrada, probablemente por no haber dormido anoche ── ¿Cómo has estado? No te había visto, supongo que estabas con Penélope.

── Sabes que ella y yo no somos nada más que amigos... Espera, creí que estabas insinuando que estábamos saliendo.

── No, de hecho, no lo estaba insinuando ya que me dijiste anoche que no eran novios, pero viendo que te pones a la defensiva, realmente ya no sé qué creer. Siempre dicen que aquellos que se muestran agresivos ante el hecho de dar a entender que les gusta alguien o que están saliendo con equis persona, es porque es real.

── La gente dice tantas estupideces que no me sorprende ── murmuró Percy ──. Me iré a mi puesto, Trelawney puede aparecer en cualquier momento.

Se alejó del sitio de la pelirroja y aguardó en silencio mientras que los minutos transcurrían. Sybill Trelawney hizo su gran entrada de humo e inició la clase, pero Percy no estaba prestando atención. Su mente divagaba demasiado, la idea de enamorarse le asustaba, el pensar en aquella persona solo le traía problemas, porque no podía concentrarse porque su nombre venía a su mente haciendo que todo se volviera un poco incomodo, pero no podía evitar que algo como eso sucediera.

Cuando te enamoras, los nervios te traicionan porque no saben hacer otra cosa mejor que jugarte en contra, el miedo de que tal vez esa persona sabe lo que sientes te inunda, lo peor viene cuando lo quieras o no, tienes que acercarte a esa persona, te asfixia aun sabiendo que cuando te enamoras el sentimiento debería ser positivo; pero Percy sentía todo lo contrario.

Todo él se sentía indefenso, pero la persona que le gustaba estaba comenzando a crear barreras inconscientemente, casi no se daba cuenta de que estaba siendo un poco más distante con él, pero el pelirrojo no podía hacer nada ¿Debería dejar las canciones de amor de lado y no confesar nunca sus sentimientos? Estaba consciente de que esa no era una película, no iba a ser correspondido ya que las posibilidades eran mínimas, no era como en esas absurdas series donde el protagonista escucha la tonta frase de "te he amado desde el primer momento que te vi". No, el amor a primera vista realmente no existe.

Es un invento para justificar lo lindo que te parece físicamente alguien, porque no puedes enamorarte de alguien a quien en verdad no conoces, porque a la gente solo le interesa la apariencia sabiendo que en algún momento esta se va deteriorando poco a poco. Así que no era como que la chica iba a caer rendida a sus pies si él le decía que estaba enamorado de ella.

── Tengo tanto sueño que creo que dije tango en vez de tanto ── murmuró. Estaba en Historia de la magia con Gryffindor, Oliver Wood estaba quedándose dormido en el puesto delante suyo.

No supo si alguien la escuchó, solo se limitó a recostarse en la mesa y cerrar los ojos, quedándose igual de dormida que Wood.

La noche anterior no había logrado dormir bien, entre leer el libro, descifrar la profecía, el encuentro con Percy y los chillidos de sus compañeras de habitación terminaron agotándola, no logró dormir más de tres horas; pero valió la pena el no hacerlo ya que había conseguido hallarles un sentido a las palabras escritas, el problema es que no quería llevarlas a cabo.

Prefería morir antes que arriesgar la vida de los animales, no se había sacrificado desde pequeña por ellos como para permitir que murieran a causa de una guerra que no era suya.

La Beldam la escuchó.

THE CRAZY ANIMAL, percy weasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora