Talk Me | Hyunin

04

Un mes había pasado desde que Jeongin había aceptado ser el maestro de Hyunjin, éste al principio se frustraba porque no podía aprender rápido como lo hacía su mentor pero, él sólo le daba una sonrisa y seguían con la clase. Practicaban en el almuerzo, en los recesos y al final de cada día escolar, Hyunjin amaba pasar tiempo aprendiendo con el menor mientras éste sentía que su vida mejoraba un poquito al ver la brillante sonrisa en el rostro de su hyung todos los días.

Jihu seguía burlándose de él cuando Hwang se distraía o no estaba junto al menor, Jeongin prefirió seguir en silencio y no decir absolutamente nada a Hyunjin para no preocuparlo de más. Seungmin seguía a su lado sólo que ahora pasaba más tiempo frenando las discusiones entre Jisung y Changbin que andaban más conflictivos que nunca, Jeongin ignoraba exitosamente a sus hyungs y sólo se concentraba en compartir con Hyunjin.

Aquel día sábado curaba una herida que se había hecho con un cuter cuando el timbre de su casa sonó alertando a los padres del chico y al propio Jeongin, quien torpemente corrió hacia la puerta para abrirla sin siquiera terminar de curar por completo su herida. Hyunjin estaba detrás de aquel objeto con una radiante sonrisa en su rostro, vestía ropa sencilla y cómoda pero lo suficientemente presentable para dar una buena impresión a los padres del menor, éste lo hizo pasar con una sonrisa mientras se los presentaba a sus padres orgullosamente.

Veinte minutos después de larga charla con sus padres aceptaron a Hyunjin diciendo que era una buena influencia para Jeongin, éste no dijo mucho en la charla y sólo se concentraba en su herida sin terminar de curar. Hyunjin notó aquella herida y se disculpó con sus padres para ir a sanarla, Jeongin le explicó que tenía todo preparado arriba desde antes que él llegara pero que justo había tocado el timbre y no pudo terminar de hacerlo.

──Señores Yang, Jeongin y yo iremos a su habitación para curar una herida que tiene en el dedo.── habló el pelinegro sonriendo al tierno puchero que se apoderaba de los labios de Jeongin, seguido de esto formuló una frase con lenguaje de señas al menor.── ¡eres tan jodidamente tierno Jeonginnie!.

──No hagan nada malo chicos y si necesitan ayuda no duden en avisar.

──¡Lo haremos!.

Jeongin guio al mayor hacia su habitación, ésta estaba llena de posters con sus artistas musicales favoritos y fotos al parecer familiares colgadas en cuadros por la pared, Hyunjin divisó que en el escritorio del chico se encontraba una botella de alcohol para desinfectar, además de pequeñas bolitas de algodón y una caja llena de curitas con diseños de gatitos. El pelinegro le indicó a Jeongin que tomara asiento en la silla de escritorio mientras él curaba su herida, tomó el algodón para después humedecerlo en alcohol y colocarlo levemente en la herida evitando provocarle dolor al menor, Hyunjin siguió con su trabajo mientras escogía que diseño de gatitos usaría para la herida, al final se decidió por un gato blanco con una mancha negra en el ojo dándole una leve apariencia a un tenebroso pirata.

──¡Listo!, tienes una herida bien curada y una bandita de un tierno gatito con apariencia de pirata.── Hyunjin pasó su dedo pulgar sobre la curita con cuidado de no presionar, hizo una leve caricia que Jeongin disfrutó y comenzó a jugar inocentemente con la mano del mayor.── te ves jodidamente tierno jugando con mi mano Innie.

──Lo sé y detesto ser el único tierno en esta habitación.

──¿Acaso yo no soy tierno?.── el menor negó mientras una sonrisa malvada se instalaba en su rostro sin dejar de jugar con los dedos del mayor.── que lástima, yo quiero ser tan tierno como tú pequeño.

A Jeongin le brillaron los ojos, sabía que Hyunjin se negaba a ser tierno amenazando de golpes a quien fuera por llamarlo de esa forma, una idea atravesó por la mente del pelirrojo obligándolo a alejarse del mayor y correr a su mesita de noche mientras sacaba una cajita de cartón rosada decorada con llamativos stickers por fuera de ésta. Volvió dando pasos lentos y se instaló frente a Hyunjin, quien yacía sentado sobre sus rodillas frente a frente con la silla de su escritorio, Jeongin abrió la llamativa caja sin borrar la sonrisa malvada de su rostro y sacó un adorable sticker con forma de león para luego pegarlo en el rostro del mayor lentamente.